jueves, 28 de junio de 2012

“GUERRA SOCIAL” EN VENEZUELA

Nadie puede negar que ante el crecimiento exponencial de la violencia en inseguridad en el país, lo que en el fondo está ocurriendo es la erupción incontenible del volcán destructor de una verdadera “guerra social” cuyo fin aparece lejos en el horizonte; si no se toman los “toros por los cachos” en el ejercicio de un genuino control social ante las conductas delictuales y demoniacas de individuos, grupos irregulares y mafias que tomaron al estado y la sociedad por asalto, ante la mirada complaciente e indiferente de la “élite rojita” que gobierna, para usufructuar y eternizarse en el poder por el poder mismo.

Así mismo, continúa fortaleciéndose ante el asombro del mundo, por aquello de la propaganda mediática de la “revolución bonita”, una auténtica “matazón” entre los supuestos sujetos sociales del dizque “cambio revolucionario”; cuando en las páginas rojas de la prensa nacional, aparece con mucha frecuencia que sindicalistas son acribillados a balazos en cualquier calle del país, por disputas a muerte entre mafias sindicales por cupos de empleos de la construcción o del área petrolera, por ejemplo.

La industria de la muerte no sólo aparece en la cotidianidad de los barrios y urbanizaciones de las grandes ciudades; sino también ya se refleja con toda su crueldad en pueblos y comunidades modestas del interior del país; es decir la “guerra social” desatada se anidó en cada rincón de la República e hizo añicos la teoría chavecista de que, con el proceso “socialista de justicia e igualdad” adelantado por ellos, disminuyeron las brechas de las desigualdades sociales y pobreza estructural, producto del “malvado capitalismo imperial”, “causante per se de la violencia e inseguridad”.

Pero esa contradicción de fondo de los amos del poder autocrático en Venezuela, no sólo es por lo dicho; por igual se expresa en las posturas insolentes de firmar convenios y más convenios para comprar armas, “chatarra militar”, a distintos países, por más de 15 mil millones de dólares hasta ahora, en los preparativos de una supuesta “guerra anti-imperial”. O lograr consensos políticos para una Ley de Desarme; cuando en verdad, aparte de las debilidades de formación, ética y equipamiento adecuado de las policías del país, se apunta en contracorriente para enfrentar esa “guerra social” que nos despoja del derecho a la vida y de la tranquilidad ciudadana.

No podemos aceptar que sigamos cargando con nuestros muertos que nos deja esa profunda estela de la “guerra social” desatada. Hay que asumir una postura diferente que, parafraseando a Galeano y a los Zapatistas de México, significa ganar el derecho a la alegría y a la felicidad, pero para ello hay que pelear hasta con nuestros propios miedos, pelear por la vida por la gente y junto a la gente. No podemos seguir aceptando que por trabajar nos maten, que por querer vivir nos maten.

Hay que luchar sí contra la barbarie no sólo de los ejecutores de la muerte; sino también por la ruptura global con los administradores del poder en Venezuela, que se quedaron ciegos a propósito para no mirar la realidad de ser los principales responsables del desastre de esta “guerra social”. Por eso termino estas reflexiones con palabras prestadas de José Saramago: “quien mira por encima, quien mira hacia otro lado o quien cierra los ojos, es como mínimo, cómplice de lo que sucede”. ¡Basta ya!


domingo, 24 de junio de 2012

¿“SALVAN EL PLANETA” LOS ECOCIDAS?

“Salvar al planeta” propone en su Plan Nacional 2013-2019 el candidato oficialista reeleccionista, para repetir como loro una propuesta de Fidel desde hace varios años o para identificar su personalidad ególatra con esa especie de dioses inmortales que luchan por la longevidad de sus proyectos personales, que en su caso se asocia con su paraíso mental y de ficción del “Socialismo del Siglo XXI”. La lucha por “salvar el planeta” a todas luces luciría inobjetable, sí la propuesta no viniese del principal protagonista de una gestión de gobierno, cuya praxis social ha sido todo lo contrario, la de atentar permanentemente contra todo lo que huela a preservar el medio ambiente en esta Venezuela hermosa, cuya diversidad y potencialidad de su extraordinaria riqueza natural es objeto de la envidia del planeta.

Así las cuencas de Guayana y del Amazonas venezolano cuyas extensiones geográficas cubren medio país y sus riquezas naturales inmensas y todavía desconocidas en gran parte por el mundo entero. Amén del patrimonio de las múltiples etnias que allí se encuentran, que luchan con denuedo por su sobrevivencia física, culturas y civilizaciones específicas; son hoy presa de acciones criminales y amenazas de grupos irregulares extranjeros y nacionales, ante la mirada complaciente e integrantes de mafias de funcionarios de este gobierno, que se dice defensor del medio ambiente y etnias del planeta.

En Monagas, el Río Guarapiche, cuyas aguas mitigan la sed y dan vida a miles y miles de monaguenses; fue objeto de un brutal derrame petrolero del que se tenga noticias en toda la historia del país. Un acto por demás criminal y ecocida, donde la máxima empresa estatal Pdvsa, tiene toda responsabilidad al descuidar las labores propias preventivas y de mantenimiento, especialmente de la red de tuberías, por donde hace su recorrido el “oro negro” para ser comercializado en otros países o para el consumo interno. Todo el teatro gubernamental para tratar de tapar los daños ecológicos causados, recibió el mentís de los hechos y de los ciudadanos movilizados que exigieron medidas de excepción para aliviar este desastre contra la vida de personas, animales y múltiples especies vegetales.

En Cumaná, otra región oriental, capital del estado Sucre, el Río Manzanares atraviesa a la ciudad, con el contenido de aguas fuertemente contaminadas, arrastrando en su caudal a desechos sólidos, aguas de cloacas y agentes tóxicos diversos; y todavía se encuentra a la espera del cumplimiento de las promesas oficiales de la “élite chavecista”, para el saneamiento de las aguas y lugar para recorridos ecológicos y turísticos.

En la Región central del país, estudiosos en relación al tema, afirman sobre la alta dosis de contaminación de las aguas de la represa Pao Cachinche, que abastece de agua para el consumo de las regiones del estado Aragua, Carabobo y Cojedes. Igual suerte corre el embalse la Mariposa, cuyas aguas surten de ese vital líquido a la super-población de la Gran Caracas.

El río Guaire, que atraviesa con sus aguas la ciudad capital de Venezuela, se ha convertido en del símbolo del hazmerreír de los ciudadanos nacionales y más allá de nuestras fronteras, porque hasta en un acto de demagogia sin precedentes, el Esteban de Miraflores, prometió que serían saneadas sus aguas e invitó a varios Presidentes de una de las tantas Cumbres realizadas en el país, a bañarse en sus aguas.

No obstante, el rio Guaire continúa agonizando ante la grave contaminación, reclamando ser salvado del fantasma de la muerte. ¿Pueden, entonces, consumados ecocidas del Gobierno actual, salvar el planeta?... ¡Por favor, más respeto a la inteligencia de los venezolanos!

miércoles, 20 de junio de 2012

¿“INDEPENDENCIA NACIONAL” O REFORZAR LA DEPENDENCIA?

Cada día se suman más venezolanos que no estamos dispuestos a calarnos más con el silencio esa retórica “populista” del “chavecismo” dizque de “independencia nacional”, “nacionalista” y “antiimperialista” ante los grandes centros del poder mundial y gobiernos extranjeros; cuando cualquier nacional que escudriñe un poco más el contenido de las palabras oficialistas y las compara con la realidad, se dará cuenta que del “dicho al hecho, hay mucho trecho”.

Por lo tanto es una gran farsa, como del tamaño del cielo, el gran objetivo planteado por el candidato rojito, Chávez (Plan de Gobierno 2013-2019) de “alcanzar la Independencia Nacional”, a sabiendas de que sus pasos marchan firmes en sentido contrario; es decir de “reforzar la “dependencia nacional”. Con el régimen cubano, la actitud entreguista y violatoria a la soberanía nacional, raya en lo insolente y cinismo sin límites, a tal punto, que el mismo Chávez, habla de una sola “patria”, al referirse al “Proyecto Venecuba”.

Y estos dos regímenes autocráticos han venido materializando dicho Proyecto, a través del impulso de grandes estrategias, planes, acciones, firmas de convenios y la presencia beligerante en suelo patrio de miles y miles de cubanos, en casi todas las áreas (militar, petrolera, salud, educación, administración de puertos, registros y notarías, seguridad y defensa nacional, agroindustria; y tantos otros). Se puede decir, incluso, que el modelo socio-político “chavecista” impuesto en Venezuela, es casi una copia al carbón del modelo cubano.

En forma reiterada venezolanos estudiosos, conscientes y críticos han venido formulando serias observaciones a los convenios firmados por el gobierno actual con transnacionales petroleras, por considerarlos leoninos a los intereses nacionales y porque encierra un negocio redondo para las empresas norteamericanas que se llevan la mejor tajada a la hora del reparto del festín petrolero. Amén de los convenios en el área petrolera firmados con los chinos, donde se cambia petróleo a futuro por endeudamiento sideral que compromete al país por distintas generaciones.

Asociado a lo anterior, Chávez, desarrolla un proceso de armamentismo desenfrenado hacia Venezuela, que no es otra cosa que reforzar un sistema de dependencia con Rusia, China y Biolorrusia; al adquirir “chatarra militar” a costos abismales. Estimándose el pago de 80 mil millones de dólares, hasta el sol de hoy, por este concepto. Es decir, cambió la “guerra a la pobreza” por insumos, equipos y tecnología para la muerte.

Tampoco la cacareada “soberanía alimentaria” a dado sus frutos, porque cada día somos más dependientes de diversos países en materia de alimentos. Las importaciones por este concepto sobrepasa el 70% de lo que consumimos. Porque además, este gobierno se ha encargado de arruinar a los productores agropecuarios y la industria nacional, con el consabido ritual ideológico paranoico de que éstos son representantes del “imperio” y de la “burguesía nacional”; apátridas pues… y hay que “pulverizarlos”-grita- el mandamás de Miraflores.

¡Increíble pero cierto! porque será el candidato de la dizque “derecha” venezolana, Capriles Radonski, el que le corresponderá poner las cosas en su justo lugar, restituyendo la dignidad nacional y dejando bien en alto la sagrada soberanía del país. ¡Amanecerá y veremos!





viernes, 15 de junio de 2012

ARMAS PARA LA MUERTE O “GUERRA CONTRA LA POBREZA”

El anuncio con “bombos y platillos” del candidato del Gobierno ante los venezolanos, mediante una Cadena Nacional, con la presencia del Alto Mando Militar; de que estamos en capacidad de producir ciertos tipos de armamentos y aviones no tripulados hasta para exportar a otros países; en vez de regocijarnos debería darnos vergüenza, porque son planes endemoniados dónde se prioriza en colocar inmensos recursos económicos, conocimientos, tecnología y esfuerzos humanos en función de supuestas guerras, la violencia y la muerte; en contraste con la búsqueda de la paz, la tranquilidad, el derecho a la vida de los nacionales y de los ciudadanos del mundo.

Ese es el problema de un país, cuando el equipo gerencial que dirige las riendas del poder nacional, está formado bajo concepciones “militaristas” y el mandamás tiene el sello indiscutible del clásico autócrata, a quién se le rinde pleitesía o culto a la personalidad. El paradigma del verticalismo jerárquico militar es que no permite los espacios para las consultas democráticas, a través de los entes institucionales existentes, en correspondencia con el mandato constitucional y el estado de derecho.

O simplemente el aparataje del estado autocrático cubre ciertos formalismos, que den la imagen en las apariencias de la aplicación de principios y procedimientos democráticos. Por eso terminan priorizando por los juegos de la guerra y la muerte, por encima, por ejemplo, del combate a fondo contra la pobreza y la violencia social. Por eso el compromiso de cumplir con de las metas del milenio ante la ONU, para reducir la pobreza estructural en el país, seguirá postergándose y postergándose hasta tiempos indeterminados.

Ya de antemano se sabe, que muchas de esas armas creadas por la “inteligencia militar” podrían terminar en la manos de los “pranes” , del hampa o de tantos “grupos irregulares”, porque en el negocio de los “perros de la guerra”, no hay recoveco alguno dónde la ética haya permanecido incólume. O porque cada día quedan al desnudo arsenales de armas, de las más sofisticadas, en manos de “privados de libertad” en las cárceles venezolanas; en las cuales pulula el “mercado negro” de los mercaderes de la muerte, cuyo identidad se esconden, algunos de ellos, bajo el “uniforme verde olivo” que sirven de dizque “seguridad” en esos sitios de reclusión.

En este orden, queda lejos en la distancia, la cacareada promesa de Chávez de convertir a Venezuela en una gran potencia, cuando cambiamos la “guerra contra la pobreza”, por la producción de armas para la muerte. Jamás este país saldrá del hoyo del subdesarrollo y la dependencia (ahora de Cuba, China, Rusia y el mismísimo EEUU); sino no somos capaces de incluir a los excluidos, de garantizar de verdad verdad la “soberanía alimentaria”, acabar con la violencia social y la inseguridad; con los “apagones eléctricos” y garantizar, en fin, derechos conculcados, democracia, bienestar y progreso para todos los venezolanos.

lunes, 11 de junio de 2012

CONVIVENCIA Y TOLERANCIA CAMPESINA

Suelo visitar con relativa frecuencia a las zonas campesinas del estado Sucre, en especial la cima de la montaña, allá en el caserío Las Lomas de Sanguijuela, en el Municipio Andrés Mata; en el cual el clima frio y agradable, se entremezcla con la intensidad de los vientos provenientes del Mar Caribe, que hacen mecer con fuerza a esa vegetación profusa de verdor de vida, en especial a los grandes árboles, produciendo un ruido extraño para los sentidos agudos de cualquier visitante.

A primeras horas de la mañana, con el “buenos días” y el “cafecito” de acompañante, los lugareños comienzan la faena dura de todos los días en los conucos y haciendas modestas, para poder recibir los frutos de la vida con las cosechas de plátano, café, cacao, naranja, lechosa, cambures y tantos otros productos agrícolas. Luego, el intercambio de los rubros entre vecinos, los reservados para la vida propia o aquél excedente que es vendido, en pequeñas cantidades, en los mercados de pueblos contiguos.

Con cada plantación y frutos de las cosechas, el campesino del lugar, pareciera establecer una comunicación profunda, una comunión de intereses naturales compartidos o de la reciprocidad solidaria para que jamás entre ellos le faltase el néctar de la vida por tiempo indeterminado; aparece esa cosmovisión pues entre la magia de Dios, dioses de la naturaleza con ese hombre del campo, que se reproduce bio-socio-culturalmente de generación en generación.

No se observa entre ellos, salvo las excepciones de estos procesos humanos, ese “instinto destructivo” o germen de la violencia, donde se combinan, al decir de la investigadora social Maritza Montero (1984), esa autoimagen negativa e histórica del ser venezolano, con sus perfiles de “falta de control”, “tendencias belicosas”, “agresividad”, “anarquía” y “desorden”.

Esos indicadores, sin duda, estarían direccionados más bien con el ser social urbano nacional de hoy, pero no con el ser social venezolano campesino e indígena, cuyo sentido histórico y rasgos positivos acentuados, están asociados a la “generosidad”; cuyas expresiones desbordan en lo humano la “hospitalidad”, “solidaridad”, “fraternidad”, la “humildad”, la “sencillez”, “esplendidez”, “perdón de los enemigos” y “olvido de las ofensas”.
El ser social de los campesinos, nos invitan a dejar atrás el ser social urbano negativo del venezolano, para lo cual debemos ser humildes en aceptar nuestras propias fallas y defectos o, mejor, que podemos recorrer el camino del intercambio de saberes, el ejercicio del pensamiento crítico-reflexivo y la sistematización de experiencias positivas.

Estamos convocados a trascender, estimados amigos, hacia escalas superiores como auténticos seres humanos, de ciudadanos conscientes, cuyo respeto mutuo, tolerancia y convivencia social; contribuyan a recorrer el camino de un país diferente, de sana convivencia social, de una cultura de diálogo y debate necesario; sin ese afán desmedido de querer imponer un pensamiento único, una ideología única y hasta de un liderazgo único. ¡Viva la tolerancia y convivencia social!

viernes, 8 de junio de 2012

MARRAMUCIAS DEL PODER ROJITO

Los venezolanos pensamos que en las llamadas “salas del poder rojitas”, a donde se toman grandes decisiones en relación a asuntos delicados que afectan al Estado y la sociedad, serían muy útiles sí actuaran en beneficio del colectivo nacional, grupos sociales y hasta individualidades. Pero no ha sido así, por el contrario, cómo en aquellas cruzadas medievales; allí se llevan a la hoguera a los herejes opositores y disidentes, aún cuando la razón de la ley esté de su parte.

¿No es acaso lo que está ocurriendo con las organizaciones políticas PPT Y PODEMOS, donde la “mano peluda” de la élite del poder “chavecista”; deja esa estela de tufito podrido de la parcialización, a través de los entes supuestamente administradores de justicia, para colocarlos a favor de intereses políticos-electorales muy bien calculados? ¡Sería creernos imbéciles a los venezolanos -pensar distinto- cuando el historial anti-ético y de injusticias es lo prevalente!

Quizás emulando, al Generalísimo prócer independentista, Francisco de Miranda, gritemos como él en aquellos tiempos históricos tan tristes y confusos que le tocó vivir: “Bochinche, Bochinche, esta gente no sabe hacer sino bochinche”. Está muy claro para importantes sectores de la población de la Venezuela de hoy, que aquí se está confundiendo adrede el “bochinche” denunciado por Miranda en el ayer, con “revolución”.
El Libertador Simón Bolívar, en el Manifiesto de Cartagena (1812), alerta sobre las causas que condujeron a la destrucción de la República, con el menestrón de principios violados, actores desubicados y situaciones confusas: “corrió el Estado a pasos agigantados a una disolución universal, que bien pronto se vio realizada”.

La direccionalidad política, con las posturas destructoras de la República de las “rojos rojitos”, encuentra cada día más claridad con ese afán desmedido de aferrarse al poder por el poder mismo, donde las enseñanzas de Nicolás Maquiavelo, cobran inusitada vigencia, porque ese miserable objetivo destierra principios, valores, ética y códigos de conductas idóneos.
El poder del Estado y del partido de gobierno rojito se unen como los siameses, para corromper instancias de los poderes públicos y de una porción de ciudadanos, valiéndose de sus necesidades y carencias o, de las ambiciones de prebendas y privilegios, para salir en tiempo record de abajo, de las últimas escalas de la estructura social.

El aparato de Estado “chavecista”, no sólo como un monstruo del poder político, institucional y económico; sino también en lo mediático-ideológico estará al servicio de la candidatura del enfermo de Miraflores y de sus incondicionales. Por eso con la reserva moral del pueblo, con esas ansias irrefrenables de cambiar este estado de cosas; haremos retroceder y derrotar a esta Medusa de las mil cabezas de la maldad, marramucias, el odio y la destrucción del presente y futuro de la nación. ¡A movilizarnos, a organizarnos y a luchar en la calle…Capriles Presidente!

miércoles, 6 de junio de 2012

CARA, ESCASA Y DESNACIONALIZADA LA “PAPA”

La cacareada política y planes sobre la “soberanía alimentaria” de Chávez quedaron pulverizados ante una triste y lamentable realidad: “papa” más cara, escasa y somos cada día más dependientes de las importaciones de alimentos y otros rubros de diversos países. Más del 70% de los alimentos que consumimos son importados. La desnacionalización integral y sostenida de la República avanza pues, “a paso de vencedores”. Esa retórica del “supra nacionalismo” y “antiimperialismo” es pura “paja mediática” y de la propaganda oficial rojita.

Las mismas fuentes del BCV se han encargado de encender las alarmas del aceleramiento de la inflación este mes de mayo, en correspondencia con el mes anterior, con una variación de 1.6% y 6% en lo que va del año. Indicando un aumento de los alimentos del 30,3% durante un año. La salud y el transporte aparecen con alzas importantes y un poco menos “servicios de viviendas” y “bienes y servicios”.

No obstante, las vivencias diarias de los ciudadanos en el mercado, supermercados, abastos y bodegas para comprar alimentos o pagar el doble de precios en el “mercado negro” por la carestía; o cuando están obligados a pagar alzas impuestas soterradas estatales de los servicios públicos de electricidad, agua, aseo y teléfono; o pagar más caros los servicios de salud, transporte, alquileres de viviendas y estacionamientos de vehículos, entre otros; el impacto en el bolsillo del deteriorado salario familiar es bestial.

Amén de que, como ya es sabido, el gobierno se ha encargado de destrozar el aparato productivo nacional con su política perversa de expropiaciones e intervenciones de fincas y empresas productoras de alimentos o del área de servicios, con el “cuento chino”, de ponerlas a producir desde el Estado y la promesa de bajar los precios de los productos y servicios al consumidor. Ocurriendo, en contraste, ver dichas empresas quebradas o las que “medio funcionan”, ofertan productos y servicios con precios superiores al de los “odiosos capitalistas”.

Por esa razón se incrementan las dudas, de que sí los protagonistas de estos disparates tienen el “juicio bueno” cómo rezan los orientales, o simplemente estamos en presencia de personajes que se vendieron a intereses distintos a lo nacional, para arruinar al país y entregarlo a gobiernos extranjeros, a cambio de algunas monedas, como aquél Judas bíblico del anticristo.

No sabemos, pero así cómo está el país, “esto no lo aguanta nadie”. ¡Amaneceremos con el cambio y veremos los resultados distintos a corto, mediano y largo plazo! ¡7- Octubre!

lunes, 4 de junio de 2012

CONTRACULTURA DE LA CONVIVENCIA

Quizás tenga razón el nobel de la literatura Gabriel García Márquez, cuando estimuló la reflexión en profundidad a uno de sus tantos personajes novelescos, al decir: “la sabiduría nos llega cuando estamos viejos, cuando ya no nos sirve para nada”. Porque, al parecer, son muy pocos los consejos, orientaciones y las propias reflexiones sobre las vivencias de la vida madura, que llegan a ser escuchadas por las nuevas generaciones o peor aún por aquellos que han dejado pasar los años de su vida, sin llegar a responderse el por qué, por ejemplo, el clima de intolerancia, irrespeto y violencia que sacude al país en la actualidad y cuáles son las enseñanzas para minimizarlo o enfrentarlo.

En imaginario, uno se ve en compañía de “Don Quijote de la Mancha”, para enfrentar esos escollos en los camino de la vida, a esos “gigantes” de los “molinos de viento”, que se atraviesan y que requieren ser eliminados de la faz de la tierra; aún cuando las batallas a emprender sean “fieras y desiguales”. Y ahí su grito de guerra:-¡Nom fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete!

Con Sancho Panza, el fiel compañero de aventuras de Don Quijote, volvemos a la realidad de la vida, quien nos hace ver al hombre de carne y hueso, el de los múltiples defectos, pero con el sello invalorable de la sensatez, integridad y la honradez; al símil, guardando las distancias históricas y socio-culturales, de los ancianos de las distintas etnias indígenas, que con su prédica y ejemplo, han direccionado un liderazgo de arraigo por milenios; en esas batallas ancestrales por la vida comunitaria en armonía, amor y convivencia social; en defensa de sus territorios, culturas, valores, idiomas, cosmovisión, estructuras socio-productivas y civilizaciones específicas.

En las “sociedades occidentales” como la nuestra, las hazañas quijotescas se hacen imprescindibles; los “molinos de vientos” sí son verdaderos gigantes; es la “contracultura de la convivencia”, esa que pulveriza los lazos del amor, la amistad y la solidaridad; dando paso a esas tensas relaciones sociales, en muchísimos casos con el agregado de la violencia, que permite que aparezca en muchos seres humanos, en toda su magnitud y crueldad esa explosión súbita del “inconsciente animal”, de la que nos habla la teoría del Psicoanálisis de Sigmund Freud.

Así mismo, con la atipicidad del modelo socio-político dominante en el país, las tareas del rescate de la convivencia ciudadana, son mucho más titánicas; que convocan a un sin número de Quijotes, porque se trata de consensuar un Proyecto Nacional de República, donde los ciudadanos se reconozcan unos a otros, con garantías del respeto social y derechos constitucionales, con ejercicios permanentes de hermandad y democratización del poder y las decisiones fundamentales; generadoras de bienestar, justicia, igualdad, superación, progreso civilizatorio y humano.

domingo, 3 de junio de 2012

PARTICIPACIÓN CIUDADANA SIN PROTAGONISMO REAL

Si bien es cierto que la Participación Ciudadana en Venezuela tiene rango constitucional y goza de gran notoriedad mediática a lo interno del país y fuera de la frontera patria; ésta en el contexto de la praxis socio-política continúa siendo una quimera y se reduce, en gran medida, a un mero sentido “utilitario” para fines político-partidista y a la asistencia “obligada” de los colectivos a sin número de eventos de perfil institucional, bajo las sombras de un régimen calificado de autocrático, de rendirle culto al caudillo-Presidente, de corte “militarista”, mezclado con “populismo”.

De esta manera, el aparato de estado “chavecista” deja en el paraíso de los sueños la concepción de la Participación Ciudadana como derecho político y ejercicio de ciudadanía, porque cualquier manifestación o expresión de grupos de ciudadanos al margen de las ataduras del Estado y del partido de gobierno, casi es considerado de subversivo, desestabilizador y propio de “proimperialistas” y “apátridas”, cuyo peso de la ley siempre está presto para el acoso, hostigamiento, represión desmedida, cárcel y el “exilio compulsivo”. Para muestra un botón: cárcel, “exilio” y juicios amañados contra decenas de líderes sindicales, gremiales, políticos y luchadores sociales disidentes o críticos.

A la Participación Ciudadana se le limita a grado sumo la autonomía y protagonismo efectivo y auténtico, porque a los actores institucionales se les direcciona desde la casta cívico-militar para tutelarla a través de interesados mecanismos de arropar toda lo que huela a disidencia o crítica al régimen. Y contra su voluntad y conciencia ciudadana se le instruye, compulsivamente, su lealtad con el líder de Miraflores y con la dizque “revolución bonita”.

Así mismo, al cacareado pluralismo político y ejercicio democrático, blindado por la Constitución Nacional, es asfixiado por los controles del partido de gobierno, que enlazado con el aparato de Estado, obliga a los ciudadanos a inscribirse en el partido rojito, so pena de excluir a los ciudadanos del derecho al trabajo en la administración pública, los beneficios de los programas y misiones sociales y se les señala como una especie de parias, a quienes se les niega todos los derechos ciudadanos.

Los ciudadanos nacionales no participan en los grandes asuntos en la toma de decisiones del Estado y la sociedad, porque la élite que gobierna sólo se limita a informar cuestiones banales, pero bajo la figura del secreto de estado, no se sabe de las cifras de endeudamiento con China o Rusia, por ejemplo, o los gastos desmesurados en armamentos para una “guerra ficticia” o los costos siderales en donaciones y regalos a otros países, para apuntalar en el ámbito internacional la figura mesiánica del caudillo de Miraflores, en desmedro de las mayorías nacionales.

Es urgente rescatar, en la práctica, los derechos ciudadanos en relación a la verdadera participación protagónica y democrática en todos los ámbitos del acontecer nacional y; para ello es necesario derrotar política y electoralmente al modelo autocrático y personalista que rige actualmente al país. ¡Nos vemos el 7 de octubre!

sábado, 2 de junio de 2012

CLIENTELISMO Y PATERNALISMO: OPIO DEL PUEBLO

El apego incondicional del “chavecismo” a la teoría marxista sobrepasa todos los límites de la tolerancia humana, no sólo por los ataques despiadados a la iglesia católica venezolana a lo largo de estos años por parte de personeros de esta dizque “revolución bonita”, por acogerse sin tapujos al planteamiento de Marx, de la “religión como opio del pueblo”. Sino también por el hecho socio-político de la concentración de poder en manos del Estado y el uso que se le ha dado a éste para crear una casta social clientelar partidista y paternalista; que parafraseando a Carlos Marx, constituye el verdadero “opio del pueblo”, para evitar la emancipación de éste ante el personalismo absolutista y autocrático “chavecista”.

De esta manera, se estima que la nómina de personal del Estado venezolano sobrepasa con creces los tres millones de personas, sobre los cuales pende esa espada de Damocles del despido que acecha a cada instante a humildes trabajadores, que temen dejar sin el sustento diario a sus familias. O porque los programas sociales, incluyendo las “Misiones Sociales”, con su gama de “ayudas”, “subsidios”, “créditos”, beneficencias”, “becas”, “donaciones”; constituyen los componentes de los tejidos “institucionales” utilizados para amarrar la dependencia de millones de personas al Estado paternalista “chavecista”. Con este juego maquiavélico del “clientelismo-paternalismo” se maneja sin escrúpulos la élite que gobierna a Venezuela desde hace 14 años para mantenerse en el poder y chantajear a quienes osen disentir de su pensamiento único y forma de gobernar.

Los petrodólares, el endeudamiento desmedido y las tributaciones han sido los ángeles guardianes para que fluyan sin tapujos inmensos y fabulosos recursos presupuestarios y financieros, que son el sostén incuestionable del “clientelismo y paternalismo de Estado” en Venezuela, pero que paradójicamente, es la antítesis de un modelo de desarrollo sostenible, por cuanto no aparece por ningún lado el trabajo y la ética productiva.

Al contrario se expropian fincas, empresas y comercios productivos, que dejan a miles de venezolanos sin trabajo e ingresos económicos estables y decentes. Dicen los rojitos, que la destrucción del modelo capitalista abriría las compuertas de la utopía irrealizable de un supuesto “socialismo”, que sólo existe en la mente de sus fracasados promotores “chavecistas”. Porque la referencia real de un modelo similar es Cuba y la élite que gobierna a la isla, está impulsando más bien una serie de reformas socio-económicas, que toca los cimientos del “clientelismo y paternalismo de Estado”; por improductivo e inútil ante las crecientes demandas y necesidades de la población y, porque el Estado ya se siente incapaz de seguir soportando la rémora de esa enorme carga fiscal.

Amén de que, en los casos de los regímenes de Venezuela y Cuba, crece como nunca la estela de la corrupción, que se encuentra íntimamente asociada a estas taras sociales del “clientelismo y paternalismo de Estado”. ¡Cambiar este paradigma, convoca sin distingos, a todos los venezolanos!

viernes, 1 de junio de 2012

DRAMA DEL DERECHO A LA SALUD Y LA VIDA

Sería una mezquindad inútil negar los atisbos de enfrentar la crisis de la salud, en los primeros años de gestión de este gobierno, con la Misión “Barrio Adentro”. Y luego con algunos planes y acciones epilépticas a posteriori que daban la “sensación” de un cambio en este sector. Pero, luego todo este esfuerzo decayó al ritmo de la progresiva pérdida de rumbo de la llamada “revolución bonita”, la cual cómo esos “borrachitos” de esquinas, andan dando tumbos en una supuesta búsqueda frustrada de un paradigma “socialista”, que haría reír a “mandíbula batiente”, a cualquier principiante en el conocimiento de la teoría marxista-leninista.

Así, pese al misterio que el oficialismo rojito exhibe para esconder las cifras de morbi-mortalidad en el país, todo el mundo sabe que la “violencia y accidentes de tránsito”, desplazaron hace tiempo a las “enfermedades cardiovasculares” en el liderazgo de las estadísticas nacionales como causante principal de la muerte entre los nacionales. Y que las enfermedades emergentes y reemergentes, vinculadas estrechamente al drama social de la pobreza estructural (dengue, malaria, tuberculosis; entre otras) ocupan un sitial de honor en la sumatoria de enfermedades y fallecimientos de venezolanos. Sin dejar de mencionar las cifras altas, por supuesto, de aquellas enfermedades crónicas cómo el “cáncer” y las patologías asociadas a las “afecciones cardiovasculares”.

El “Sistema Nacional de Salud”, prometido desde hace años por Chávez, cómo panacea para resolver o minimizar la grave problemática del sector, se quedó en otra promesa incumplida. Y por el contrario, lo que existe es un híbrido “desnacionalizado”, centralista, paralelo y ambivalente en la toma de decisiones y manejo de recursos presupuestarios y financieros; en una disputa sin fin por el liderazgo entre los cubanos, favorecidos por el poder de Miraflores y las élites de la salud rojitas criollas.

Luego, este conflicto enmascarado y subterráneo, ha sido trasladado a todos los niveles de la red asistencial nacional. En consecuencia, la fragmentación, dualidad en la gerencia y funciones, duplicidad de recursos de todas índoles; desorden y anarquía reflejado en la gama de componentes de la red de atención en salud hacia los ciudadanos, quienes cómo convidados de piedra, miran boquiabiertos cómo su derecho constitucional a la salud y la vida se quedaron en el limbo de un presente rojito y un futuro incierto.

Rescatar el paradigma del “Sistema Nacional de Salud” cobra vigencia inusitada, asociado por supuesto, al concepto de la descentralización genuina de las competencias de la salud hacia las regiones, municipios y parroquias. Una visión distinta, que arroja retos y desafíos al colectivo por el cambio definitivo con las elecciones presidenciales del 7 de octubre.