miércoles, 29 de agosto de 2012

¡MASACRAN A LOS YANOMAMI!... ¿SOBERANÍA?

Los resultados de un modelo autocrático de gobernar desde hace 14 años, explota como los vidrios rotos, en el rostro de sus ejecutores y en los nacionales víctimas de estos desastres, que de una manera sucesiva no parecieran tener fin, por los testimonios incuestionables de la soberbia realidad y hasta por la óptica de cosmovisión de cada venezolano o grupo social. ¡Fin de mundo! es la exclamación repetida, una y mil veces, en los corrillos populares de las calles de Venezuela.

Por eso todavía no hemos podido asimilar la tragedia de Amuay con sus 41 personas fallecidas, 5 desaparecidos, decenas de heridos y numerosas casas destruidas. Amén de las cuantiosas pérdidas materiales, equipos, infraestructura y financieros de una de las refinerías petroleras más grande del mundo, ubicada en nuestro país; y comienza a circular la noticia de la masacre de 80 yanomamis (más del doble de las víctimas de Amuay), perpetrada por garimpeiros armados en un helicóptero, en la frontera del Estado Amazonas con Brasil. Allá en las profundidades de la selva, en la comunidad de Irotatheri, a varios días de recorrido a pie hasta el río Ocamo.

Fue un acto por demás criminal, alevoso y genocida porque dispararon a diestra y siniestra y quemaron el shabono, con los yanomamis de todas las edades que se encontraban adentro. Sólo sobrevivieron tres indígenas de la masacre, quienes presentaron, junto con varias organizaciones indígenas del estado Amazonas, los testimonios y pruebas de este abominable y bochornoso acto fascista.

Esta por supuesto no es una incursión casual de los garimpeiros, porque desde la década de los 90, esto se ha venido denunciando en reiteradas oportunidades ante los entes competentes del Estado venezolano y la opinión pública nacional e internacional, como lo afirmo en un ensayo publicado por mí, “Amazonas: Tierra de Selva” a mediados de 1992, cuando ejercí por 20 años labores profesionales en el área docente, investigación y proyectos sociales en comunidades indígenas de la Amazonía venezolana: “los garimpeiros fueron sorprendidos en las cabeceras del Orinoco por una comisión del ejército venezolano y algunos fueron capturados- los daños ocasionados en el lugar son incalculables: devastaciones de miles de hectáreas de bosque tropical, contaminación de las nacientes del Orinoco y la siembra de semillas de múltiples enfermedades…perjudiciales a la salud de pueblo yanomami… quedó al descubierto (luego) que la presencia de garimpeiros en territorio venezolano…el Estado venezolano “No lo Sabía”. Por lo cual se evidencia la vulnerabilidad de nuestras fronteras y de la vulnerabilidad de este mismo Estado para hacer frente a dichas incursiones” (páginas 14 y 15).

Hoy, más grave aún, el gobierno de Chávez en 14 años no ha sido claro en el reconocimiento de este grave problema y ha seguido permitiendo –en sus propias narices- actos genocidas en contra del pueblo yanomami, la violación sistemática de nuestras fronteras y de la soberanía nacional. ¿De qué “independencia nacional” y “amor por la patria” estamos hablando? ¡Es pura y simplemente retórica patriotera, para engatusar incautos y desinformados!

¡Hay que desarrollar una política agresiva contra los garimpeiros para atajar sus crímenes, evitar la depredación ecológica y etnocultural y preservar la soberanía nacional. ¡El cambio luce imparable; todos a votar el próximo 7-O!




martes, 28 de agosto de 2012

¿EL CIRCO TRAGICÓMICO CONTINÚA?

Para Esteban las tragedias de los venezolanos son como las funciones de los circos donde él siempre aparece de héroe como en los personajes de la mitología al símil de un Marco Polo o de Odiseo, pero su objetivo lo tiene clarísimo mantenerse en el poder como sea, aún cuando tengan que sobreactuar los payasos, maromeros y bufones de la élite que lo acompaña, cuando le preparan las escenas tragicómicas para tratar de emocionar a los espectadores.

Pero en estas escenas circenses, dado los últimos y graves acontecimientos como en Yare, Cumanacoa y Amuay, el “faraón de Barinas”, las viene ejecutando con precisión militar para dar la “sensación” de la eficiencia de un Dios de la mitología. Jamás, por supuesto, olvidaría su meta obsesiva de reelegirse en los comicios presidenciales del 7-O.

Para él y el grupito que le acompaña en la carpa del circo, nunca hubo un antes que escuchara los gritos de advertencia de las gentes, hoy víctimas por la muerte de familiares o por las pérdidas de hogares y enseres domésticos. No fue así, porque para la personalidad paranoica del amo del circo la rutina de lo preventivo le resta el protagonismo de los episodios épicos y correría el riesgo de que muchos de sus incondicionales abandonaran la carpa, ante la falta de emoción de las escenas tragicómicas.

La actuación de los personajes del circo marca la rutina planificada para cada función, donde lo tragicómico con su mezcla de episodios del riesgo la muerte de alguien, entre risas y la magia. Los espectadores quedan hipnotizados, buscando que se olviden del trasfondo de las tragedias humanas. Por eso las funciones continúan para el dueño del circo y para él ya no existen las tragedias de Yare, Cumanacoa y de Amuay; mucho menos por las caídas de puentes. Tampoco las tragedias de la cotidianidad por los asesinatos de decenas de nacionales por la acción del hampa en las calles o por los Pranes en las cárceles venezolanas.

En la agenda de las funciones circenses “todo está controlado” y lo tragicómico siempre se mostrará con la solemnidad para la ocasión o con los destemplados discursos del dueño que dice hacer de lo “posible lo imposible”, un acto de magia pues, donde desde debajo de la almohada de este “supremo Dios mitológico”, el “oro negro” sale a relucir, para minimizar los dolores humanos y materiales de muchos de los afectados. Para intentar granjearse así las simpatías de los espectadores.

Sólo que no todos los espectadores quedan complacidos de estas funciones tragicómicas y muchos señalan con firmeza encomiable las costuras de las fallas y omisiones inaceptables por falta de planificación y organización: o porque llegan a comprender que los costos que han pagado por entrar a las funciones son muy altas y la calidad queda en entredicho. ¡El dueño del circo, dicen las multitudes, hay que cambiarlo para que la risa y la magia vuelvan a recobrar su vitalidad!


domingo, 26 de agosto de 2012

¿LA PATRIA NO ES EL HOMBRE?

Nadie entiende a estas alturas de cómo este gobierno que se declara “socialista” su conducta o praxis política, en 14 años de ejercicio del poder absoluto, sea radicalmente contradictorio a la misma teoría sustentada por los clásicos, en relación, por ejemplo, a la prioridad de dar respuestas a las necesidades y demandas básicas de los excluidos sociales. Y por supuesto, el planteamiento de desechar cualquier atisbo que se relacione con la explotación y condiciones miserables de trabajo del proletariado. En ese contexto, por esa razón y otras de peso, no me canso de insistir en la farsa del “chavecismo” y su modelo, que no es otra cosa que el desarrollo de un capitalismo de estado “salvaje”, cuya piratería de circo raya en lo ridículo.

De esta manera, cómo entender que el centro de preocupación no sean las personas, ni las comunidades (la participación es concebida como la presencia “obligada” de grupos vestidos de rojo en los actos proselitistas “gobierneros” y la de brindar loas al caudillo); sino al énfasis desmedido que lo ponen a la cháchara dizque “revolucionaria”, a la cual el mismísimo “faraón de Barinas” dedica horas y hora diarias en “cadenas nacionales” y obliga a la élite burocrática incondicional a escucharlo. Es decir, aquí comienza la farsa de que “todo lo tiene controlado”, porque esa casta de burócratas incondicionales -asisten a todo acto chavista- y abandonan sus puestos de trabajo e incumplen, en consecuencia, con las obligaciones laborales establecidas de ley.

Este modelo de conducta es repetido en todos los niveles, a tal punto que sin exageración alguna el 90% del tiempo de los “rojitos” -que cobran sin trabajar- es dedicado a labores proselitistas partidistas del Psuv y sólo un escaso 10% de ese susodicho tiempo a las obligaciones institucionales o de dar respuestas a las exigencias sociales de los descamisados de siempre.

De allí el por qué se cae el puente de Cúpira, que tiene incomunicada la Región Central con la del Oriente del país; ocurra la masacre de procesados en Yare; se tornen muy grave las inundaciones en Cumanacoa, estado Sucre o; ocurra la explosión de la refinería de Amuay, estado Falcón -cómo la “crónica de una muerte anunciada”- ante falta de gerencia en Pdvsa por descuidar el área de mantenimiento y vigilancia adecuada para extremar las medidas de control y seguridad para poder manipular gas o sustancias químicas de alto riesgo. O también ahí está la explicación del por qué ese polvorín de protestas sociales diarias en cada rincón del país. ¡No hay gobierno, pues -gritan- los nacionales!

Lo peor, para demostrar la debacle de este modelo fracasado, es que dicha despreocupación por los venezolanos ha llegado al clímax de lo socialmente aceptable, al permitir, sin haber hecho nada útil sustancialmente, para atajar la pobreza y el hambre que padecen decenas de miles de coterráneos que se acuestan sin comer. O al desnudar la cacareada “soberanía alimentaria”, como otra mentira, porque todos los alimentos lo importamos, hasta los componentes del simbólico “pabellón criollo”.

Pero lo peor de lo peor, es el desprecio absoluto por la gente, cuando los nacionales no tenemos siquiera garantizado el derecho a la vida, al ser asesinados decenas de compatriotas semanalmente o porque en las cárceles de Venezuela, las privados de libertad por diversos delitos, son masacrados por las bandas rivales, pero donde las armas de guerra que utilizan en los penales, sólo es posible por la acciones ilícitas y corruptas de funcionarios del gobierno rojo-rojito.
¡No hay gobierno, pues Esteban; todo más bien está descontrolado! ¡El cambio va, no hay otra salida!

viernes, 24 de agosto de 2012

¿CULPABLE LA NATURALEZA O LA NO PREVENCIÓN?

Hay una tesis malintencionada de culpar a la naturaleza, a la “tormenta Isaac” o al mismo Dios del universo por los desastres ocasionados por las inundaciones en ciudades y pueblos, para eludir la responsabilidad del Gobierno ante la falta de planes preventivos que minimicen los graves daños por estos siniestros. De acogernos a esta tesis, a la naturaleza entonces, hay que achacarle la caída del puente de Cúpira o la lamentable situación de emergencia en que hoy viven las poblaciones de Cumanacoa y comunidades aledañas del estado Sucre, con la secuela de 3200 familias afectadas, 2 personas fallecidas y varios desaparecidos. Amén de los destrozos en las viviendas, calles; colapso de la red de cloacas, electricidad, servicio de agua potable, aseo, pérdidas de enseres domésticos y otras situaciones negativas derivadas.

Cumaná, por ejemplo, hace algunas décadas se inundaba sus calles y viviendas, cuando el río Manzanares reclamaba sus espacios naturales. Pero, cuando el gobierno de Caldera acometió con la obra del aliviadero sus riberas, cesaron estos problemas. Es decir, los gobiernos tienen que ser previsivos ante las acometidas de la naturaleza y domesticar sus acciones bravías, con lo cual evita los desastres en pérdidas humanas, viviendas, sistemas de servicios y otras obras de infraestructura.

Mi experiencia personal y profesional de muchos años en Amazonas, Caracas y Sucre en el área preventiva en ambiente y salud, le señalan a uno con claridad que es mejor “prevenir que lamentar”. En Amazonas, con participación de un equipo multidisciplinario del Ministerio de Ambiente, se organizaban y formaban a las comunidades en brigadas contra incendios forestales, manejo de riesgos por variaciones naturales por las lluvias y crecimiento de los ríos; protección de especies en extinción y en general de esa riquísima biodiversidad natural del Sur fronterizo del país. Recuerdo que medíamos con disciplina y rigor técnico el crecimiento del río Orinoco, se hacían los registros y se comparaban las cifras históricas. Y cualquier variación que indicaba riesgos para la ciudad capital y comunidades, lo alertábamos a las autoridades locales y centrales para la toma de medidas preventivas, incluyendo evacuaciones de grupos humanos.

En el sector salud, aun cuando todavía prevalece la concepción médico-asistencial como la panacea; los planes preventivos ocuparon y deben ocupar un sitial de honor y en la vanguardia del sector salud, para evitar las amenazas constantes de un sinfín de enfermedades, epidemias, pandemias y situaciones de siniestros naturales o por accidentalidad. Las herramientas de la organización de las comunidades para la participación en esta materia, planes de promoción o en el campo de la educación para la salud son vitales en el contexto de evitar males mayores en la afectación de la salud individual o colectiva de los nacionales.

Pero sin duda, con el actual gobierno estas políticas preventivas institucionales decayeron porque sustituyeron, por ejemplo, los miles de Comités de Salud y organizaciones comunitarias por organizaciones de bases del PSUV, es decir compulsivamente, éstas se dedican en un 90% a funciones de politiquería y culto a la personalidad del caudillo de Miraflores y un 10% para sus roles genuinos y del ser social.

En consecuencia, los siniestros por caídas de puentes, destrozos de la vialidad e infraestructura y arrase de pueblos y comunidades por inundaciones; pueden ser prevenidos a través de planes oficiales bien administrados y con una clara voluntad política de colocar el acento en el interés colectivo y no en asuntos politiqueros subalternos y excluyentes. ¡El cambio luce necesario e indetenible!¡Nos vemos el 7-0!




jueves, 23 de agosto de 2012

GOBIERNO “CHAVISTA” ANTI-TRABAJADOR Y ENTREGUISTA

Ya no son cuentos de caminoS la postura anti-trabajador y entreguista del candidato “gobiernero” del continuismo y del gran fiasco histórico, que llegó engatusar a una porción importante de la población nacional e incluso a ciudadanos fuera de nuestras fronteras. El discurso esperanzador y algunas iniciativas populistas de sus primeros años de gobierno apuntaban a algo distinto. Luego, pasado varios años, todo se derrumbó.

El país administrado por Chávez muestra hoy un rostro de grave deterioro en todos los órdenes, ruina, desolación y caos social. Los puentes se caen, la vialidad destrozada, las aguas de cloacas corren por las calles de cualquier ciudad o pueblo cómo ríos desbordados de invierno y los apagones de la electricidad diarios son la vitrina de la involución, del atraso hacia un país del “cuarto mundo”.

El paraíso ofrecido a los trabajadores se quedó en las escenas de los circos mediáticos de ocasión, porque se incumplen las promesas oficiales de mejoras en la estabilidad laboral, condiciones de trabajo y beneficios socio-económicos. Los trabajadores de las empresas básicas de Guayana así lo han venido demostrando con sus protestas frecuentes en las calles y portones de sus centros de trabajo.

También, cuando hace apenas unos días, se le hicieron saber con su descontento y protesta colectiva, al propio candidato oficialista, que se niega a discutir las convenciones colectivas, desde hace años. Amén de la desinversión, falta de mantenimiento y ausencia de absoluta de gerencia idónea. Ahora la explotación de los trabajadores, violación de derechos y despojo de la plusvalía lo ejercen directamente, sin contrapeso, el gobierno “chavecista”.

Asociado a lo anterior, porque los recursos de la renta petrolera y tributaciones ya no alcanzan para tapar el desangre por las corruptelas, el derroche saudita, armamentismo desmedido, concesiones de privilegios a la boliburguesía y cumplir con la “regaladera” a otros paìses; este desgobierno está recurriendo a un proceso de endeudamiento sideral con China, Rusia y otros naciones. Se cambió petróleo a futuro, para asumir el pago de esta colosal deuda.

Pero lo insólito, lo inadmisible es la entrega absoluta del país al régimen cubano de Fidel y Raúl, a los Castros pues. Así, para el record Guiness de entreguismo, los cubanos están tomando grandes decisiones y controlando al país en materia militar, seguridad y defensa, puertos y aeropuertos, electricidad, comunicación; notarías y registros, educación, salud, cultura, ciencia y tecnología; entre otros. La dependencia completa al régimen cubana da pena ajena. Es una vergüenza nacional o más bien desvergüenza.

Ya es un asunto de dignidad salir de este infierno. No hay vuelta atrás. El cambio es necesario y luce irrefrenable. ¡Nos vemos el 7-O para salir del oprobio! ¡Capriles Presidente!


miércoles, 22 de agosto de 2012

¡REBELIÓN PROLETARIA CONTRA LAS MENTIRAS!

Ya la masa laboral venezolana no se cala más las chácharas mentirosas del candidato “gobiernero”. Lo ha venido demostrando por su creciente descontento y protestas permanentes en los portones de las empresas e instituciones públicas o en las calles del país. El paraíso prometido con la llamada “revolución socialista” fue una gran farsa, porque los trabajadores hoy día viven peor en condiciones y calidad de vida. En las empresas e instituciones administradas por supuestos “socialistas” no se discuten convenciones colectivas, por órdenes expresas del candidato del continuismo, desde hace tiempo y las existentes sus clausulas económicas y sociales son violadas sistemáticamente. Amén de un régimen asfixiante de hostigamiento, persecución y cárcel en contra de los genuinos dirigentes sindicales y de base por reclamar derechos o por disentir de la opinión oficialista.

Por esa razón cuando el candidato dizque “revolucionario y socialista”, a través de su retórica ideopolítica de siempre, pretendió engatusar a la masa laboral de las empresas básicas de Guayana con las viejas promesas incumplidas, éstos de una manera contundente y firme le dijeron que ya basta y lo emplazaron a discutir ya nuevas convenciones colectivas y nuevas formas de la relación obrero-patronales. De allí la interrupción, de una manera brusca, de la Cadena Nacional en ese momento, aún cuando ahora diga que, dicha interrupción, fue por motivos de anomalías técnicas. La clase obrera pues, se sacude así de ese modelo autocrático y “militaroide” de dirimir los grandes asuntos del estado y la sociedad. Y señala el camino democrático y en libertad para discutir y llegar acuerdos o consensos en relación a la problemática laboral o destino de las empresas básicas y rumbo del país. ¡Una verdadera rebelión proletaria contra las mentiras y por exigencias laborales ya!

Cualquier mundano, que relea los discursos y textos del Esteban de Miraflores (véase también la vigente Constitución Nacional) se podrá dar cuenta de cómo se han alejado de los conceptos y principios que pregonaba, especialmente dirigido a los trabajadores y comunidades, por ejemplo, sobre la “participación protagónica”. E incluso los más connotados ideólogos del proceso -Martha Harnecker y Luis Bonilla-Molina- (escondidos hoy o porque el susodicho les instruyó silencio público) repetían en todos los escenarios, que la referida participación la entendían como un proceso consciente y voluntario de los ciudadanos en la toma de decisiones sobre los asuntos que les afecten o involucren. Hoy, esos conceptos y principios, fueron echados al cesto de la basura. El Paradigma socio-político autocrático del régimen cubano, impulsado luego por Fidel y Chávez, es el que prevalece.

Y cómo corolario de esta gira fracasada del candidato del continuismo, desde los escenarios de la Faja Petrolera del Orinoco, anuncia por “n” veces el pago de las prestaciones sociales, bajo la figura de “petrobonos”. La masa laboral tampoco le cree, porque esa riqueza petrolera del Oriente del país, hoy entregada como una torta a gobiernos y países extranjeros, es el símbolo más elocuente de lo que es capaz para retener el poder, sin importarle la suerte del proletariado y mucho menos la soberanía popular, ni nacional. ¡El cambio el 7-O es la salida, no hay otra! ¡Capriles Presidente!

martes, 21 de agosto de 2012

¡BASTA DE VIOLENCIA, BASTA DE BOCHINCHE!

Quizás debemos gritar cómo el peregrino de la libertad, Francisco de Miranda, ¡basta de bochinche! en aquellos días aciagos de la República, cuando todo parecía perdido en la lucha por la independencia de Venezuela ante la corona española, pero fundamentalmente por el caos socio-político reinante que hicieron aflorar hasta en el propio Libertador las expresiones desgarradoras ¡Vámonos, vámonos esta gente no nos quieren en esta tierra…!. Al final, Miranda y Bolívar resistieron en la lucha para darnos el camino de la libertad.

Hoy al símil de aquella época, Venezuela, vive un caos sociopolítico, un verdadero bochinche, dónde ni siquiera el Estado autocrático imperante puede garantizar lo más elemental en una sociedad -la vida de los ciudadanos- porque la violencia, los asesinatos y la inseguridad tiñen de rojo diariamente las calles y cárceles del país.
De esta manera, lo ocurrido en la cárcel de Yare, con el asesinato de 25 procesados y varios heridos, es un episodio más en esa larga cadena del río desbordado de la violencia y la muerte que azota al país, cuyas estadísticas en rojo asombran al mundo y por supuesto a toda la América Latina. Lo cual, sin duda, hacen añicos los cacareados y mediáticos “logros” de la denominada “revolución bolivariana”, porque la realidad deja al desnudo que los descamisados siguen allí, incólumes, con la espada de Damocles de la pobreza y miseria a cuesta.

Mientras un caudillo con ansias de poder infinito y una élite cívico-militar se anclan compulsivamente en un mar de privilegios, con el amparo del Estado puesto absolutamente a su servicio, los fondos increíbles provenientes de la renta petrolera y en las tributaciones que desangran los menguados bolsillos de una porción importante del colectivo nacional.

El bochinche, está ahí impoluto, cuando se ha permitido, a nombre del clientelismo partidista, corrupción y la más asombrosa irresponsabilidad en el manejo de los asuntos de Estado, que las mafias del delito y la muerte se apoderen de territorios sociales en barrios y urbanizaciones. Y que los Pranes, en conchupancia con funcionarios del Estado, sean los auténticos jefes del poder en las cárceles de Venezuela y los dueños absolutos del negocio de las armas, drogas, sicarito, robos y de un cúmulo de delitos que se cometen adentro y afuera de estos recintos infernales del caos social.

Acabar con este bochinche luciferino, implica sin lugar a dudas, de una cambio político profundo, con un cambio de los actores institucionales y de el andamiaje sistémico que ha permitido estas locuras; una definición de políticas claras y planes serios, con el concurso de los mejores equipos interdisciplinarios, donde la descentralización sea un instrumento básico de este proceso y que a los Pranes y cómplices institucionales sean puestos a derecho y la orden de las reglas de la administración de justicia. Amén de la lucha sin cuartel contra la pobreza y la corrupción en todos los niveles. ¡Te esperamos el 7-0 para comenzar con este cambio!






domingo, 19 de agosto de 2012

¿HAN “SALVADO AL PLANETA” LOS FASCISTAS Y AUTÓCRATAS?

La historia universal nos nutre con un legado de experiencias sociopolíticas de la gran farsa que han representado para generaciones enteras muchos “salvadores del planeta”, que disfrazados de ovejitas, han terminado por sus ejecutorias, en verdaderos monstruos con saldos incontables de actos criminales, genocidios, ruina y desolación en los países dónde ejercieron todo el poder absoluto.

El “ultranacionalismo”, utilizado con fervor enfermizo por el candidato “gobiernero” venezolano, fue una de las banderas que atizó el odio y las divisiones entre naciones para que se enfrentaran en guerras terribles como la I y la II Guerra Mundial; sin dejar de mencionar, por supuesto, como un elemento clave ese afán inusitado de naciones poderosas de apoderarse por la fuerza de territorios de otras países que no les pertenecen.

O el oportunismo ideopolítico de personajes carismáticos como un Benito Mussolini o Adolfo Hitler en Italia y Alemania respectivamente, ante la situación de inestabilidad y desequilibrios sociopolíticos y socio-económicos graves en sus países; impusieron la doctrina fascista, el pensamiento único, mediante el control absoluto del Estado y la sociedad.

Ambos pretendieron convertirse en los “salvadores de la patria” en sus naciones, en lograr prestigios para éstas en el ámbito internacional, a través de ambiciosos planes expansionistas de “salvar al planeta”, aun cuando ello llevase consigo declarar la guerra a otras Repúblicas.

Chávez, acogiéndose a elementos claves de la doctrina fascista y de algunos procederes de un Mussolini o Hitler del ayer, ha concentrado todo el poder del Estado en sus manos y lo ha articulado a fórmulas organizativas con sectores de la sociedad, bajo el esquema de un pensamiento único –nacional-socialista-autocrático-. Pero con variantes importantes: los personajes históricos aludidos combatieron al marxismo y al liberalismo.

Y Chávez, bajo la tutoría de Fidel Castro, se dice marxista y no quiere saber nada del liberalismo. Y más aún se declara “antimperialista” de palabras. Es decir: Las máscaras de carnaval pueden ser múltiples, para ocultar el verdadero rostro de ciertos personajes y sus propósitos subterráneos; ¿o no?

En síntesis la historia universal nos deja lecciones invalorables aportes para reflexionar y para actuar ante los demonios del fascismo, totalitarismos y autocracias, porque “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Ni Mussolini, ni Hitler, ni Fidel, ni Chávez con sus doctrinas totalitarias han podido “salvar” a sus países del caos, la ruina, el odio, las divisiones y los enfrentamientos. Y mucho menos, por supuesto, de “salvar el planeta”.

Al contrario, los defensores de pensamiento único y sus procederes, son la fuente contraria a la paz, tranquilidad, justicia, igualdad, solidaridad, pluralismo, estado de derecho, a la democracia, libertad, progreso y bienestar que ansían todos los seres humanos en este planeta.

El 7-O estamos convocados a decidir democráticamente de qué lado estamos y cuál es el rumbo qué queremos para esta Venezuela de todos: ¡autocracia o democracia!

sábado, 18 de agosto de 2012

LA “GRAN POTENCIA” O LA PICARESCA POLITIQUERA

Los venezolanos perdimos hasta la capacidad de asombro ante tantas mentiras, promesas incumplidas, manipulaciones y demagogia barata de los gobernantes de turno, con el Esteban de Miraflores a la cabeza, quien repite y repite por las cadenas mediáticas, que Venezuela avanza a paso acelerado ha convertirse en una “gran “potencia”, por obra y gracia de su “revolución bonita”. Siendo la verdad verdadera, todo lo contrario, se marcha a pasos agigantados hacia el despeñadero, a formar parte del club de los países del “cuarto mundo”.

Los indicadores de lo dicho están al orden del día por el grave deterioro social, lo paupérrimo de los servicios públicos, la oscurana permanente por los apagones eléctricos; el desbordamiento permanente de las aguas de cloacas por calles de pueblos y ciudades, el déficit de agua potable en hogares o por la continúa proliferación ranchos; la vialidad infraestructura destrozada (los puentes y carreteras se hunden por falta de mantenimiento e inversiones); el desempleo, la inseguridad, la violencia y el hambre que azota como los demonios a ese infierno de la pobreza de millones y millones de venezolanos. Amén de las promesas incumplidas en metas de construcción de viviendas, red asistencial y educativa; la grave situación inflacionaria y carestía de los productos básicos; la inseguridad social y laboral; el colapso de las industria básicas, manufactureras y del sector agroindustrial; el endeudamiento sideral del país. Y para colmo el tumor del cáncer de las corruptelas y el derroche saudita de la renta petrolera.

Así mismo, lejos estamos de abrazarnos al conocimiento trascendente, a la ciencia y la tecnología moderna; al no aparecer, por ejemplo, ninguna universidad venezolana entre las 500 mejores universidades del mundo, según el seguimiento que hace sobre el particular la Universidad de Jiaotong, Shanghái. Los primeros puestos lo ocupan las universidades norteamericanas, seguidas por las europeas y sólo aparecen, bien distanciadas de los 200 primeros puestos las universidades latinoamericanas cómo la Universidad de Sao Paulo, la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Autónoma de México. En consecuencia, la cháchara de Venezuela como una “gran potencia” forma parte de la picaresca politiquera del “faraón de Miraflores”.

Cómo se puede pregonar convertir a Venezuela en una “gran potencia” sí, en 10 años del gobierno de Chávez han desaparecido 170 mil empresas, dejando en la calle y sin empleo digno a miles y miles de venezolanos. El modelo de “capitalismo de estado salvaje”, impulsado por la dizque “revolución socialista”, sólo se ha ocupado de concentrar más y más poder en todos los órdenes y la de abultar el clientelismo partidista; cuya ineficiencia burocrática e “ideologización” compulsiva al culto de la personalidad del candidato “gobiernero”, raya en lo insensato y ridículo.

El cambio propuesto tiene que ser diametralmente opuesto al modelo autocrático, militarista y populista “chavecista”. Centrar la gestión de gobierno en mejorar las condiciones y calidad de vida de todos los ciudadanos, según prioridades, necesidades y sin distingos políticos e ideológicos. Poner en práctica lo establecido en la actual Constitución Nacional de una Venezuela donde prevalezca un auténtico estado de derecho e independencia de los poderes públicos. Un régimen político-administrativo descentralizado y con el ejercicio de una verdadera democracia en libertad, plural, participativa y protagónica; donde reine la justicia, la igualdad, la ética en el manejo de los recursos del estado, el trabajo productivo y la solidaridad. Una República independiente y soberana, sin ataduras con ningún imperio o gobierno extranjero. ¡Sí se puede!

martes, 7 de agosto de 2012

DESENCANTO DEL PROLETARIADO

La utopía de tomar el cielo por asalto se desvanece con inusitada fuerza en el alma del proletariado venezolano, porque éste creyó a ciegas en la predica de un caudillo de perfil militarista y populista; sin darse cuenta que, a través de los años, los resultados de la gestión gubernamental de Chávez, arrojaba en sus rostros el fracaso de un modelo socio-político, que ya la historia de otros países los había llevado al caos, la pobreza y la ruina. Olvidaron coyunturalmente aquel sabio dicho popular: “del dicho al hecho hay mucho trecho”.

A nombre de una dizque “revolución socialista” (Capitalismo de Estado “salvaje”, para quiénes hemos sostenido esta tesis) todo era estatizado y se concentró todo el poder del estado en una sola persona, quién decidía (y continúa haciéndolo) a su antojo expropiaciones de empresas, tierras, bienes y propiedades. Designa a dedo a los máximos representantes de los poderes públicos, gobiernos intermedios incondicionales e influye descaradamente en la toma de decisiones trascendentes en materia política, “administración de justicia” y lo socio-económico.

Verbigracia el nombramiento de los directivos de las empresas del Estado (ejemplo las de Guayana), que por cierto se encuentran casi todas quebradas o rumbo a esa lamentable situación. A la masa laboral jamás se le consultó, ni se les convocó a participar en nada de estos asuntos. La cacareada “participación protagónica” de los excluidos sociales sólo se quedó en las escenas de los teatros mediáticos de los “Aló Presidente” y “cadenas nacionales”. La politiquería, mala gerencia y la corrupción abrieron el boquete gigante de este fiasco sideral.

Pero ese rostro de desencanto del proletariado nacional, cada día se expresa más en las protestas en los portones de las empresas públicas o en las calles de las ciudades, donde residen por miles y miles los integrantes de esa vasta masa laboral industrial. El gobierno de Chávez” ha hecho de todo para desmovilizarlos y frenar sus protestas, bien sea por cuestiones salariales y beneficios contractuales hasta contra la represión patronal, desconocimiento de la dirigencia sindical de base o exigencia de recursos de inversiones para estas empresas.

Así Víctor Hugo, en “Los Miserables” (obras que ha recomendado el mismísimo Esteban) en uno de los parágrafos dice: “el miedo puede convertirse en furia, así como la prudencia en rabia…el progreso se despierta infaliblemente y en suma, podría decirse que marcha incluso durmiendo, a causa de su desarrollo…cuando se le vuelve a ver en pie, se le encuentra más alto…no arrojéis ninguna roca, porque el obstáculo hace espumar el agua y hervir la humanidad…” (Tomo 3-págs 77-78).

En la masa laboral venezolana hay una mezcla de lo dicho por Víctor Hugo, se debate entre la rabia por la farsa del proceso y su dirigencia rojita, pero no rehúye al combate por mejores condiciones salariales y laborales y el progreso; porque aunque ahora lo vea más lejos, lo de conquistar el cielo por asalto, sigue siendo su gran utopía. ¡Las luchas continúan!