Con las inmensas barricadas de los descamisados de siempre en el barrio de Saint-Antoine de París de 1884, la anarquía de las masas populares enardecidas clamó por los sueños del poder de las “comunas”, adónde lo emocional sustituyó a lo racional, porque la realidad siempre será más sabia que las teorías. Cómo lo testimonian –además- los fracasos históricos de ese paradigma ideo-político con los soviets de la Rusia “revolucionaria”, las comunas chinas de Mao Tse Tung o los Comités Revolucionarios de los Castros de Cuba. ¿Puede alguien, entonces, en esta época arrojar luces de éxito de ese modelo en cualquier lugar de este planeta, sin hacerle caso a las bagatelas de las chácharas mentirosas y demagógicas del Esteban de Miraflores?
En el último refugio del modelo del “poder comunal”, en la Cuba de un Fidel en el ocaso, escribió Fernando Rodríguez (Editorial Diario “Tal Cual”, 14/11/2012): se suprime una traba fundamental en el viraje indetenible de los dos sistemas capitalismo y socialismo, muy bien ligaditos con fanfarrias asiáticas…ya no hay sino desierto por esos lados del comunismo, por comunero que sea.
Y el insigne escritor, hoy fallecido, de la izquierda radical Domingo Alberto Rangel, en sus últimos artículos de opinión por “Quinto Día” insistió con vehemencia, que China y Rusia pasaron a pertenecer al club de los países imperiales, junto con EEUU; correspondiéndole a la Venezuela de Chávez, el triste papel de peón en este ajedrez de la geopolítica mundial. Así mismo, Rangel, sentenció: En esta época, aunque me duela decirlo, el capitalismo le ha ganado la batalla al socialismo. Y citando de nuevo a Fernando Rodríguez, en el referido y contundente Editorial, añadió: “No creemos que en el futuro triunfarán los proletarios unidos de Marx ni los comuneros de París, los grandes enemigos van a ser otros”.
Po lo tanto la propuesta del “poder comunal” por Chávez, es por demás descabellado e insólita o, mejor un plan estratégico para garantizarle a él y a sus acólitos el poder absoluto por muchísimos años, porque éste prevé las transferencias de las competencias de gobernaciones y alcaldías a las comunas, al cacareado “poder comunal”. Pero, he ahí el trasfondo de la cuestión, estas “comunas” o “poder comunal” dependería directamente de Miraflores, es decir de Chávez. Con lo cual, al decir de algunos analistas, se estaría materializando la “Dictadura Perfecta”. “No sabe nada el niño”, dirían, en mi pueblo.
¡A pelear con tesón, pues, todos los espacios democráticos, incluyendo los del poder regional y local! ¡A votar el 16D por los candidatos y auténticos líderes naturales de la plataforma democrática!
miércoles, 14 de noviembre de 2012
lunes, 12 de noviembre de 2012
¿”PATRIA NUEVA” O NUEVA SUMISIÓN “PATRIOTERA”?
Hay un incesante bombardeo propagandístico “gobiernero” por todos los medios de comunicación social (dominio psico-ideológico de grandes masas), que nos recuerda al Goebbels del nazi-fascismo hitleriano alemán, para hacernos creer, con este pretendido lavado de cerebros, qué vivimos una “Patria Nueva”. Con ello se intenta convertir grandes mentiras en grandes verdades, porque, por ejemplo, no vivimos en una “Patria Nueva”, por el contrario se fortalecen cada día los lazos de una Nueva Sumisión política ante el régimen autocrático Cubano y en lo económico con China y Rusia. Amén del presumido idilio “rojito” con las transnacionales petroleras gringas y los gobiernos totalitarios de Irán y Bielorrusia.
Chávez, sin duda maneja con singular maestría el “Arte de la Guerra”, al símil de Adolfo Hitler, para mantener el dominio personalizado de todo el régimen autocrático prevalente en el país, para lo cual coloca al Psuv, el estamento militar y todos los poderes públicos a su entera disposición. No utiliza, por supuesto, como Hitler la discriminación racial, pero sí la discriminación política y social hacia los adversarios políticos, para él son “la nada”, no existen pues.
No extermina físicamente a la disidencia democrática, pero encarcela o acosa a líderes simbólicos (Baduel, María Afiuni, Rubén González, Henry Falcón, “Gato Briceño” o a Morel Rodríguez). O simplemente, bajo el chantaje de señalar de “conspiradores” o “corruptos”, a quienes osen disentir de sus “barbaridades”, al igual que Hitler, coloca en “juicios sumarísimos” a los referidos dirigentes simbólicos del área política, sindical, militar o luchadores sociales. O por ejemplo, emplea todas las artimañas posibles para restringirles las competencias y recursos a gobernaciones y alcaldías opositoras, con el propósito “liquidarlas” progresivamente, de desgastarla, para luego tratar de rendirlas a sus pies. ¡Más claro no canta un gallo!
En ese afán de dominación o sumisión del Estado y la sociedad a sus pretensiones neofascistas, disfrazadas de banderas “nacionalistas” y “socialistas”, Chávez desarrolla la propuesta del “Poder Comunal”, que es un modelo fracasado importado ruso (soviets), cubano (Comités de Defensa de la Revolución), chino (comunas). Es el mismo musiú con diferente cachimbo, donde se establecería un lazo umbilical entre el centralismo y estas comunas dependientes del mandamás de Barinas, dejando a gobernaciones y alcaldías como “jarrones chinos”. No habría contrapeso político-institucional intermedio. El Estado y la sociedad estarían a merced de él. Serían incondicionales a él. ¡El “Faraón”, pues y sus súbditos!
De esta manera, la resistencia democrática y pacífica cobra inusitada vigencia. Rendirse o mostrar indiferencia, dejaría a esta farsa teatral de “Patria Nueva” que se instaure definitivamente en Venezuela. Conservar y ampliar los espacios democráticos es de vital importancia. Las elecciones del 16D nos convoca a todos los amantes de la libertad e identificados con los principios democráticos a participar, aún cuando tengamos que colocarnos un pañuelo en la nariz, para obviar los nauseabundos olores de las sinvergüencerías del árbitro electoral o del ventajismo sideral de la unión perversa del Estado-Psuv y el gobierno. ¡No hay tiempo para titubeos inútiles!
Chávez, sin duda maneja con singular maestría el “Arte de la Guerra”, al símil de Adolfo Hitler, para mantener el dominio personalizado de todo el régimen autocrático prevalente en el país, para lo cual coloca al Psuv, el estamento militar y todos los poderes públicos a su entera disposición. No utiliza, por supuesto, como Hitler la discriminación racial, pero sí la discriminación política y social hacia los adversarios políticos, para él son “la nada”, no existen pues.
No extermina físicamente a la disidencia democrática, pero encarcela o acosa a líderes simbólicos (Baduel, María Afiuni, Rubén González, Henry Falcón, “Gato Briceño” o a Morel Rodríguez). O simplemente, bajo el chantaje de señalar de “conspiradores” o “corruptos”, a quienes osen disentir de sus “barbaridades”, al igual que Hitler, coloca en “juicios sumarísimos” a los referidos dirigentes simbólicos del área política, sindical, militar o luchadores sociales. O por ejemplo, emplea todas las artimañas posibles para restringirles las competencias y recursos a gobernaciones y alcaldías opositoras, con el propósito “liquidarlas” progresivamente, de desgastarla, para luego tratar de rendirlas a sus pies. ¡Más claro no canta un gallo!
En ese afán de dominación o sumisión del Estado y la sociedad a sus pretensiones neofascistas, disfrazadas de banderas “nacionalistas” y “socialistas”, Chávez desarrolla la propuesta del “Poder Comunal”, que es un modelo fracasado importado ruso (soviets), cubano (Comités de Defensa de la Revolución), chino (comunas). Es el mismo musiú con diferente cachimbo, donde se establecería un lazo umbilical entre el centralismo y estas comunas dependientes del mandamás de Barinas, dejando a gobernaciones y alcaldías como “jarrones chinos”. No habría contrapeso político-institucional intermedio. El Estado y la sociedad estarían a merced de él. Serían incondicionales a él. ¡El “Faraón”, pues y sus súbditos!
De esta manera, la resistencia democrática y pacífica cobra inusitada vigencia. Rendirse o mostrar indiferencia, dejaría a esta farsa teatral de “Patria Nueva” que se instaure definitivamente en Venezuela. Conservar y ampliar los espacios democráticos es de vital importancia. Las elecciones del 16D nos convoca a todos los amantes de la libertad e identificados con los principios democráticos a participar, aún cuando tengamos que colocarnos un pañuelo en la nariz, para obviar los nauseabundos olores de las sinvergüencerías del árbitro electoral o del ventajismo sideral de la unión perversa del Estado-Psuv y el gobierno. ¡No hay tiempo para titubeos inútiles!
martes, 6 de noviembre de 2012
LA SALUD PÚBLICA CONVALECE ENFERMA
Sólo basta con darse una “vueltica” por los hospitales, ambulatorios, consultorios de “Barrio Adentro” y hasta centros asistenciales privados en Venezuela; para uno mismo visualizar la gran cantidad de personas de todas las edades, que mantienen congestionados estas instituciones de salud, solicitando atención médica, ante diversas enfermedades y un entorno socio-ambiental crítico.
Un indicador incuestionable de que algo anda mal en materia de salud pública en el país son los registros epidemiológicos, que forman parte por cierto, del nuevo arsenal de la “confidencialidad discrecional” del modelo autocrático imperante. Con lo cual son maquillados los lunares de las enfermedades emergentes y re-emergentes, para proyectar sólo la sonrisa colectiva teatral del “mar de la felicidad” en que vive, supuestamente, la mayoría de los venezolanos.
No obstante, las gentes de las comunidades de la provincia venezolana, a través de los medios de comunicación social, reuniones vecinales y “radio bemba”; divulgan el incremento de las visitas a los centros asistenciales para solicitar atención médica ante los padecimientos en las vías respiratorias, diarreas de diversa naturaleza y dengue; desnutrición y malnutrición; accidentes de tránsito y heridas por causa de la violencia y por enfermedades crónicas degenerativas; entre otras.
Aun cuando la causalidad de estas patologías es múltiple, sin duda, el ambiente físico nacional presenta un cuadro deprimente, que determina la reaparición de estos padecimientos, por ejemplo, por aumento del desbordamiento de las aguas de cloacas y por la basura acumulada en calles, barrios y urbanizaciones. O la contaminación de las aguas, alimentos y el aire. Asociado a lo anterior, los actores institucionales actúan sin conciencia, compromiso social y sin adoptar medidas preventivas para estos casos, incurriendo en fallas y omisiones inaceptables; desvalorizando pues, la presencia de grupos humanos susceptibles de contraer las referidas enfermedades por la influencia de estos factores socio-ambientales.
En casi todas las gestiones de los gobiernos que defienden la descentralización se instalaron red de ambulatorios y hospitales, que con el concurso de Organizaciones Comunitarias y programas de Educación para la Salud y Prevención de Enfermedades, mantenían a raya muchos de esas enfermedades emergentes y re-emergentes. Pero con la criticada gestión gubernamental nacional, todo eso fue frenado y la atención en salud hacia los ciudadanos retrocedió a niveles importantes, entre otras cosas, porque todo fue centralizado, “politizado” y pasó a depender del dedo del caudillo de Miraflores.
Revertir esta situación crítica en el ámbito del sector salud nacional, implica retomar el concepto de la descentralización, desarrollar procesos de modernización bajo el principio de la gerencia estratégica, “despolitizar” el sector, cumplir y ampliar los beneficios laborales al personal; coordinar esfuerzos multi-institucionales y multidisciplinarios y, profundizar el tema de la participación comunitaria en la toma de decisiones en la gestión. ¿Quién le pone el cascabel al gato? …¡Amanecerá y veremos!
Un indicador incuestionable de que algo anda mal en materia de salud pública en el país son los registros epidemiológicos, que forman parte por cierto, del nuevo arsenal de la “confidencialidad discrecional” del modelo autocrático imperante. Con lo cual son maquillados los lunares de las enfermedades emergentes y re-emergentes, para proyectar sólo la sonrisa colectiva teatral del “mar de la felicidad” en que vive, supuestamente, la mayoría de los venezolanos.
No obstante, las gentes de las comunidades de la provincia venezolana, a través de los medios de comunicación social, reuniones vecinales y “radio bemba”; divulgan el incremento de las visitas a los centros asistenciales para solicitar atención médica ante los padecimientos en las vías respiratorias, diarreas de diversa naturaleza y dengue; desnutrición y malnutrición; accidentes de tránsito y heridas por causa de la violencia y por enfermedades crónicas degenerativas; entre otras.
Aun cuando la causalidad de estas patologías es múltiple, sin duda, el ambiente físico nacional presenta un cuadro deprimente, que determina la reaparición de estos padecimientos, por ejemplo, por aumento del desbordamiento de las aguas de cloacas y por la basura acumulada en calles, barrios y urbanizaciones. O la contaminación de las aguas, alimentos y el aire. Asociado a lo anterior, los actores institucionales actúan sin conciencia, compromiso social y sin adoptar medidas preventivas para estos casos, incurriendo en fallas y omisiones inaceptables; desvalorizando pues, la presencia de grupos humanos susceptibles de contraer las referidas enfermedades por la influencia de estos factores socio-ambientales.
En casi todas las gestiones de los gobiernos que defienden la descentralización se instalaron red de ambulatorios y hospitales, que con el concurso de Organizaciones Comunitarias y programas de Educación para la Salud y Prevención de Enfermedades, mantenían a raya muchos de esas enfermedades emergentes y re-emergentes. Pero con la criticada gestión gubernamental nacional, todo eso fue frenado y la atención en salud hacia los ciudadanos retrocedió a niveles importantes, entre otras cosas, porque todo fue centralizado, “politizado” y pasó a depender del dedo del caudillo de Miraflores.
Revertir esta situación crítica en el ámbito del sector salud nacional, implica retomar el concepto de la descentralización, desarrollar procesos de modernización bajo el principio de la gerencia estratégica, “despolitizar” el sector, cumplir y ampliar los beneficios laborales al personal; coordinar esfuerzos multi-institucionales y multidisciplinarios y, profundizar el tema de la participación comunitaria en la toma de decisiones en la gestión. ¿Quién le pone el cascabel al gato? …¡Amanecerá y veremos!
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