lunes, 25 de febrero de 2013

“EL LUMPEN”: ¿INSTRUMENTO DE CONTROL Y PODER EN VENEZUELA?

El desorden y la anarquía que para muchos está presente actualmente en el Estado e importantes sectores de la sociedad venezolana, especialmente el estrato social más miserable de la población o lo que denominó Marx el “lumpemproletariado” (“escoria social”); está siendo utilizado por la élite de poder del “chavecismo” como instrumento de control social para que no haya expresión alguna de disidencia crítica, democrática y opositora.

Ese es el papel que ésta le asigna, por ejemplo, a los denominados “colectivos armados”, que actúan como “bandas de choques”, generando el caos y la violencia en Universidades, empresas públicas, medios de comunicación, eventos públicos de la disidencia o mediante el ejercicio de “actos de terrorismo” contra dirigentes estudiantiles, sindicales, gremiales, periodistas o luchadores sociales.

Un clásico de la Sociología, Rocher Guy, argumentaba que las sociedades utilizan diversos mecanismos para que sus miembros se sometan a un determinado orden y se comporten con uniformidad. Para ello establecen reglas consensuadas con los ciudadanos con deberes y derechos. La Constitución Nacional, para el caso venezolano, es el marco de ese “orden” para guiar la conducta de todos los venezolanos sin excepción. No pueden entonces, los amos del poder en el país violar la Constitución atizando la presencia de “grupos armados irregulares” para someter a “sangre y fuego” a los que opinemos diferente o exijamos el cumplimiento de lo convenido en la carta magna.

A nombre de una supuesta “revolución” esta élite del poder en Venezuela adopta una conducta bipolar, defendiendo el sistema formal institucional y de control social que creo y ordenó a su imagen y semejanza. Pero por otro lado, por “debajo de cuerda”, irrumpe contra éste mediante la aplicación de procedimientos ilícitos, deleznables y por demás inaceptables para los ciudadanos que nos regimos por códigos establecidos y las disposiciones de ley.

Testimonios sobran de este doble juego del “chavecismo” de poder, a todas luces inmorales y sin respeto a la ética pública. Así, deja en libertad a diestra y siniestra, a miles y miles de miembros de “el lumpen” (miembros de bandas delictivas) que se encontraban bajo rejas en las cárceles venezolanas. Pero al mismo tiempo a determinados “pranes”, culpables de los delitos más atroces contra la vida, bienes y propiedades de los nacionales, los utilizan para la “guerra sucia” o acciones “terroristas” en perjuicio de las personas que osen disentir ante sus políticas desastrosas, abusos y desafueros de toda laya.

Quizás este “castro-chavecismo”, en la aplicación experimental de modelos para mantenerse en el poder como sea, se haya basado en las teorías de Michel Foucault: “El poder se construye y funciona a partir de otros poderes”. “No sólo el poder está en las redes del Estado”, sino también en aquellos “poderes marginados y olvidados”. “El Lumpen”, entonces, en la Venezuela de hoy es un auténtico micro-poder, para mantener el macro-poder hegemónico y absoluto de la autocracia que nos gobierna.

¡Sacudirse de este yugo es parte de los retos y desafíos del ciudadano común, pero sobre todo de los ciudadanos conscientes y proactivos ante el “paquetazo rojo” o el cambio social, que requiere con urgencia la Venezuela del presente y del futuro!


No hay comentarios:

Publicar un comentario