Hay la pretensión inocultable de la élite de poder en Venezuela de someternos a todos los nacionales -a como dé lugar- a su Proyecto hegemónico de claro perfil dictatorial Castro-chavo-madurista. Y a quién no esté de acuerdo aplicarle el “garrote vil” de la represión criminal sin contemplaciones de ninguna naturaleza. La sentencia de los “amos del poder” es clara: olvídate de ser libre, te necesitamos esclavo de nuestras decisiones, en todos los ámbitos del quehacer socio-cultural. No hay pensamiento plural y crítico, sino el pensamiento único y acrítico. Hablar en términos absolutos, parafraseando a Fernando Savater, siempre nos ha conducido históricamente a “terribles manipulaciones totalitarias”. Algo realmente aborrecible e inaceptable: ¡que nos conviertan en esclavos de esta tiranía roja!
Ser “libres”, en cambio, interpretando a este autor, nos diferencia de los animales, por nuestra inteligencia y “capacidad para decidir e inventar acciones que transformen la realidad…y a nosotros mismos”. Lo asocia a lo que él llama la “dignidad racional”. En consecuencia luchar por ser libres es lo que nos permite la búsqueda de lo “razonable”, “de lo mejor”, de conquistar derechos y bienestar, aun a riesgo de incurrir en “errores y retrocesos”.
En ese proceso de distorsión histórica del “chavecismo” y ahora con el “madurismo”, los enchufados del poder de arriba se convirtieron en una casta de privilegiados, que les niegan el “valor de la libertad” a las mayorías nacionales y los mantienen en un cuadro de sumisión, paternalismo de Estado o de pobreza infernal. Verbigracia que, a una gran porción de éstos se les persigue, encarcela, torturan o asesinan; por no comulgar ideo-políticamente con el statu quo, al genuino estilo del otrora nazi-fascismo alemán contra los judíos.
Estos grupos poderosos crearon su propia subcultura dominante en el ejercicio del poder, pero con los códigos, pautas de conductas, normas y procedimientos del paradigma totalitario del régimen cubano. El rechazo de las mayorías nativas ha sido impactante, porque 8 de cada 10 venezolanos, no se calan este régimen de neo-esclavitud “moderna” foráneo y porque el “valor de la libertad” ya se encuentra arraigado en el alma nacional.
Nos acompañan en esta cruzada contra el totalitarismo de Estado en Venezuela, no sólo la verdad y la razón; sino también ese hermoso sentimiento de “amor a la libertad”, para que la transparencia en esa búsqueda de futuro luminoso, nos brinde el sol de progreso y bienestar para todos. Por eso, debemos mantener viva la esperanza y abrazarnos de la poesía de Neruda ante las vicisitudes temporales: “cayo el dolor sobre otro dulce rostro/y así en la luz de la estación abierta/se consagró la primavera herida”. ¡Viva la libertad! ¡Abajo la esclavitud Castro-chavo-madurista!
jueves, 29 de mayo de 2014
lunes, 26 de mayo de 2014
GEOPOLÍTICA DEL ENTREGUISMO DE VENEZUELA
El proceso de involución ideo-política de la élite de poder totalitaria en Venezuela es un hecho indiscutible, aun cuando conserve el disfraz de “antiimperialista” o mantenga la retórica teatral de abogar por la “redención de los pobres”. Su propósito terminal es mantenerse en el poder a toda costa, así tenga que pactar con el mismo lucifer de los infiernos. Los pactos, acuerdos y convenios soterrados o no con los “imperios” (chino, ruso y gringo) están a la orden del día. El destape asumido para el entreguismo total de la soberanía nacional y riqueza petrolera, no dejó siquiera al imaginario colectivo la reserva de una discreta moralidad virginal perdida; cuando observamos a esta élite caer en el foso sin retorno del oscuro negocio de la prostitución económica-política “salta fronteras”, privilegiando en esos “avatares promiscuos” (antes que a los “imperios” señalados) a los “chulos barbudos” de la Habana.
Las frondosas chequeras financieras del “imperio chino” y ante la sed insaciable de recursos de “dinero fresco”, para tapar los cráteres fiscales por el derroche y corruptelas generados por los enchufados de Miraflores; los chinos son presentados como los grandes “salvadores de la Patria”, a cambio de millones y millones de barriles de petróleo a futuro, alícuotas significativas en la explotación de la Faja Petrolera del Orinoco, de las industrias básicas de Guayana y de otros proyectos faraónicos industriales y de infraestructura. Además, con el “imperio chino”, los “amos del poder” en Venezuela, le coquetean a “calzón quitado” para copiarse del modelo centralista y de tiranía sobre el Estado y la sociedad en su conjunto, en desmedro de la descentralización, protagonismo mayoritario de los ciudadanos, derechos civiles y la democracia plural.
Con el “imperio ruso”, el heredero “a dedo” del fallecido caudillo de Sabaneta, y bajo el manto del “secretismo” al estilo del régimen cubano, ha realizado incontables transacciones leoninas a los intereses del país y contraria a la falsa “paz” pregonada en eventos públicos y mediáticos; cuando el “ilegítimo” firma convenios para el armamentismo indiscriminado de la República y, para fortalecer la represión contra la disidencia y la población civil ( con aviones, tanques, fusiles, gases tóxicos…). Y se deja a un lado aquellos acuerdos positivos para superar la cacareada pobreza, el atraso tecnológico y la escasa formación científica universal posmoderna en el seno de los jóvenes universitarios.
Con el “imperio del norte” y transnacionales mantiene acuerdos comerciales y económicos en el más absoluto misterio, pero es sabido que desde Miraflores y Pdvsa, se imparte las instrucciones de comprar gasolina a los EEUU, por el déficit de ésta para abastecer el mercado interno. Amén de la entrega religiosa de las cuotas convenidas en barriles diarios de petróleo…
Con el régimen cubano es harto conocida la injerencia política y geopolítica en todas las áreas estratégicas del país (seguridad y defensa, lo militar, la economía, relaciones internacionales, comunicación, educación, salud, cultura, deporte…y pare de contar).
En el fondo el promocionado “Socialismo del Siglo XXI” es la máscara con que se cubre la entrega del país a los imperios indicados y al régimen cubano. Bolívar en su tumba estaría gritando: “¡Vámonos! ¡Vámonos! Esta gente no nos quiere en esta tierra…O mejor, diríamos nosotros, ¡Qué esta Patria no se pierda en nuestras manos!... ¡Viva la Libertad! ¡Abajo la tiranía entreguista!
Las frondosas chequeras financieras del “imperio chino” y ante la sed insaciable de recursos de “dinero fresco”, para tapar los cráteres fiscales por el derroche y corruptelas generados por los enchufados de Miraflores; los chinos son presentados como los grandes “salvadores de la Patria”, a cambio de millones y millones de barriles de petróleo a futuro, alícuotas significativas en la explotación de la Faja Petrolera del Orinoco, de las industrias básicas de Guayana y de otros proyectos faraónicos industriales y de infraestructura. Además, con el “imperio chino”, los “amos del poder” en Venezuela, le coquetean a “calzón quitado” para copiarse del modelo centralista y de tiranía sobre el Estado y la sociedad en su conjunto, en desmedro de la descentralización, protagonismo mayoritario de los ciudadanos, derechos civiles y la democracia plural.
Con el “imperio ruso”, el heredero “a dedo” del fallecido caudillo de Sabaneta, y bajo el manto del “secretismo” al estilo del régimen cubano, ha realizado incontables transacciones leoninas a los intereses del país y contraria a la falsa “paz” pregonada en eventos públicos y mediáticos; cuando el “ilegítimo” firma convenios para el armamentismo indiscriminado de la República y, para fortalecer la represión contra la disidencia y la población civil ( con aviones, tanques, fusiles, gases tóxicos…). Y se deja a un lado aquellos acuerdos positivos para superar la cacareada pobreza, el atraso tecnológico y la escasa formación científica universal posmoderna en el seno de los jóvenes universitarios.
Con el “imperio del norte” y transnacionales mantiene acuerdos comerciales y económicos en el más absoluto misterio, pero es sabido que desde Miraflores y Pdvsa, se imparte las instrucciones de comprar gasolina a los EEUU, por el déficit de ésta para abastecer el mercado interno. Amén de la entrega religiosa de las cuotas convenidas en barriles diarios de petróleo…
Con el régimen cubano es harto conocida la injerencia política y geopolítica en todas las áreas estratégicas del país (seguridad y defensa, lo militar, la economía, relaciones internacionales, comunicación, educación, salud, cultura, deporte…y pare de contar).
En el fondo el promocionado “Socialismo del Siglo XXI” es la máscara con que se cubre la entrega del país a los imperios indicados y al régimen cubano. Bolívar en su tumba estaría gritando: “¡Vámonos! ¡Vámonos! Esta gente no nos quiere en esta tierra…O mejor, diríamos nosotros, ¡Qué esta Patria no se pierda en nuestras manos!... ¡Viva la Libertad! ¡Abajo la tiranía entreguista!
martes, 20 de mayo de 2014
¿DIÁLOGO CON CAOS INDUCIDO Y REPRESIÓN?
Hay una verdad indiscutible, dada las experiencias socio-políticas en el mundo: las tiranías no dialogan, imponen sus decisiones arbitrarias y aplican sin medias tintas sus métodos criminales y de represión brutal contra la población civil y disidentes de toda laya. Y el régimen “Castro-madurista” no es la excepción. La naturaleza social de éste se lo impide y porque las directrices políticas y militaristas enviadas desde la Habana así lo determinan: destruir el modelo dizque “burgués” y “capitalista” y sustituirlo por la “dictadura de Estado”, en transición hacia el “socialismo” y el “comunismo”. ¿No es eso, acaso, lo que Maduro y su combo de incondicionales están ejecutando al pie de la letra en Venezuela? Lo del diálogo, impuesto por presiones internacionales, es un saludo a la bandera, una engañifa más para ganar “tiempo político” a sus pretensiones inocultables de hegemonía dictatorial de una élite ávida de poder sobre las mayorías nacionales.
No obstante, estamos en presencia de una complejidad luciferina inducida, que urge desentrañar: la contradicción entre la realidad de la crisis nacional en todos los planos (económico, político y social); la “necesidad” del régimen de “aparentar dialogar” con la disidencia para ganar oxígeno político para la gobernabilidad; y el hecho de que, paralelamente, impone el “paquetazo económico” (devaluaciones, alzas de precios productos regulados, alza precios pasajes transporte público…amenaza aumento precio de la gasolina… y mayores regulaciones estatales en varios sectores); y de que jamás éste haya desatendido el uso del “garrote vil” de la represión con saña nazi-fascista, contra estudiantes, sectores de la “sociedad civil” y política que protestan en las calles…
Es decir, al régimen no le importa un bledo que la población venezolana sufra los rigores de la escasez, hiperinflación, hambre, devaluaciones, desempleo, inseguridad…ni de ser etiquetado cómo “dictadura represiva y militarista”…su fin es consolidar un desgobierno totalitario de Estado para beneficio de la boliburguesía, los enchufados “gobierneros”, el régimen cubano, el “imperialismo chino y ruso”, sus aliados de Unasur y, esclavizar a la mayoría de los ciudadanos.
Pese a lo anterior, la disidencia en Venezuela no debe abandonar sus convicciones democráticas, en cuanto a que, el diálogo es consustancial con éstas…menos aún los derechos constitucionales…y mucho menos la protesta pacífica en la calle y otras formas de lucha cívicas que han aprendido los pueblos del mundo para combatir las tiranías, al nazi-fascismo y todos los paradigmas de “democracias aparentes” o de lobos feroces disfrazados de “caperucita roja”…No hay pues una sola direccionalidad en las formas de lucha…sino una multiplicidad combinada en la aplicación de éstas…¡no es fácil!…¡pero el futuro en libertad y democracia nos pertenece!…¡nadie se rinde!
No obstante, estamos en presencia de una complejidad luciferina inducida, que urge desentrañar: la contradicción entre la realidad de la crisis nacional en todos los planos (económico, político y social); la “necesidad” del régimen de “aparentar dialogar” con la disidencia para ganar oxígeno político para la gobernabilidad; y el hecho de que, paralelamente, impone el “paquetazo económico” (devaluaciones, alzas de precios productos regulados, alza precios pasajes transporte público…amenaza aumento precio de la gasolina… y mayores regulaciones estatales en varios sectores); y de que jamás éste haya desatendido el uso del “garrote vil” de la represión con saña nazi-fascista, contra estudiantes, sectores de la “sociedad civil” y política que protestan en las calles…
Es decir, al régimen no le importa un bledo que la población venezolana sufra los rigores de la escasez, hiperinflación, hambre, devaluaciones, desempleo, inseguridad…ni de ser etiquetado cómo “dictadura represiva y militarista”…su fin es consolidar un desgobierno totalitario de Estado para beneficio de la boliburguesía, los enchufados “gobierneros”, el régimen cubano, el “imperialismo chino y ruso”, sus aliados de Unasur y, esclavizar a la mayoría de los ciudadanos.
Pese a lo anterior, la disidencia en Venezuela no debe abandonar sus convicciones democráticas, en cuanto a que, el diálogo es consustancial con éstas…menos aún los derechos constitucionales…y mucho menos la protesta pacífica en la calle y otras formas de lucha cívicas que han aprendido los pueblos del mundo para combatir las tiranías, al nazi-fascismo y todos los paradigmas de “democracias aparentes” o de lobos feroces disfrazados de “caperucita roja”…No hay pues una sola direccionalidad en las formas de lucha…sino una multiplicidad combinada en la aplicación de éstas…¡no es fácil!…¡pero el futuro en libertad y democracia nos pertenece!…¡nadie se rinde!
sábado, 17 de mayo de 2014
¡TIRANÍA DE ESTADO: RUINA, HAMBRE Y REPRESIÓN!
Al contrario de la teoría, discursos y propaganda engañosa de todo totalitarismo de Estado en la realidad, por los hechos y comprobaciones históricas éste siempre termina generando caos y terribles consecuencias para la gente de todos los estratos sociales: ruina nacional, hambre por destrucción del aparato productivo, escasez e hiperinflación con los productos básicos y no básicos y la aplicación del “garrote vil” de la represión brutal, por parte de la élite de poder del Estado, para tratar de atajar el tsunami del descontento social, a través de una gama de protestas populares en las calles de las principales ciudades de un determinado país. Venezuela, es el ejemplo inobjetable de esa historia viva hoy, para asombro del mundo.
El mismo Heinz Dieterich, sociólogo e ideólogo del “Socialismo del Siglo XXI” insistentemente ha estado admitiendo, para el caso de Venezuela, el derrumbe o colapso nacional inevitable en pocos meses del desgobierno de Maduro. Aunque con malabarismos “intelectualoides” sigue aferrado al dogma de fe de su teoría. Así mismo en este orden, el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, acaba de declarar públicamente que el proceso de crisis en Venezuela se debe a “errores económicos”. Los dos se lavan las manos como Pilatos, para evitar ser salpicados por su corresponsabilidad socio-ideopolítica por la vindicta nacional e internacional. Lo que si es cierto, como el tamaño del cielo, es que el fenómeno de la pobreza sigue intacto en Venezuela y el abismo de las desigualdades sociales hace estragos como nunca antes. Las castas de poder amasan y amasan capitales y privilegios a su favor y, los descamisados de siempre arrastran las penurias y calamidades impuestas por el modelo fracasado del totalitarismo de Estado.
Una de las aristas de este paradigma, es la imposición de una oleada sin precedentes de importaciones de productos básicos a varios países, con miras a atenuar la grave crisis de la escasez, especialmente de rubros alimenticios. Ello debido a que esta élite de poder en Venezuela, atendiendo las instrucciones de los Castro, expropió y quebró cuánta empresa o finca productora hallaron en su camino, con la dizque bandera demagógica de “destruir el capitalismo” en el país. Y los resultados de esta locura son evidentes: escasez, hiperinflación, desempleo y demás entuertos socio- económicos.
En el contexto de esta secuencia infernal, se evidencia el fracaso del modelo de importaciones y centralización estadal, con la concurrencia del terrible mal de la corrupción y derroche saudita; políticas económicas erradas, pésima calidad gerencial, los planes clientelares partidistas y de adoctrinamiento ideológico hasta en la “sopa”. El hambre ya comienza a tocar con fuerza a importantes sectores de la población, en desmedro de cumplir con el compromiso ante la ONU, de reducción de la pobreza para el año 2015. El cacareado “Socialismo del Siglo XXI” terminó de ser un completo fiasco para todo el conjunto social.
Asfixiado en su propia salsa totalitaria, este desgobierno procubano, opta por recurrir a las viejas recetas neoliberales de aumentar el gasto público (y reducirlo, contradictoriamente) en determinadas áreas de su conveniencia, devalúa la moneda a niveles siderales, aumenta los precios de productos regulados; oficializa las alzas pasajes del transporte públicos, las tributaciones y tarifas servicios públicos abiertamente o de manera soterrada. Amén de esa búsqueda desesperada por aumentar la deuda pública externa con China… para tratar de tapar el “hueco fiscal” o, mediante la concreción de firmas de convenios leoninos para la República, a los fines de recibir “dinero fresco”.
Y al mismo tiempo, los mandaderos de los Castro, se aferran al dogma de la aplicación de los métodos de terror nazi-fascista represivos, para intentar acallar las protestas cívicas de calle, con la férrea participación estudiantil y de otros sectores de la sociedad, que han decidido no calarse más este modelo fracasado del totalitarismo de Estado…Y que están exigiendo con contundencia un cambio radical en la estructura y conducción del Estado y la sociedad. ¡Los vientos a favor de la libertad y la democracia marcan la pauta de un nuevo amanecer con un futuro hermoso de bienestar y progreso para todos!... ¡Nadie se rinde!
El mismo Heinz Dieterich, sociólogo e ideólogo del “Socialismo del Siglo XXI” insistentemente ha estado admitiendo, para el caso de Venezuela, el derrumbe o colapso nacional inevitable en pocos meses del desgobierno de Maduro. Aunque con malabarismos “intelectualoides” sigue aferrado al dogma de fe de su teoría. Así mismo en este orden, el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, acaba de declarar públicamente que el proceso de crisis en Venezuela se debe a “errores económicos”. Los dos se lavan las manos como Pilatos, para evitar ser salpicados por su corresponsabilidad socio-ideopolítica por la vindicta nacional e internacional. Lo que si es cierto, como el tamaño del cielo, es que el fenómeno de la pobreza sigue intacto en Venezuela y el abismo de las desigualdades sociales hace estragos como nunca antes. Las castas de poder amasan y amasan capitales y privilegios a su favor y, los descamisados de siempre arrastran las penurias y calamidades impuestas por el modelo fracasado del totalitarismo de Estado.
Una de las aristas de este paradigma, es la imposición de una oleada sin precedentes de importaciones de productos básicos a varios países, con miras a atenuar la grave crisis de la escasez, especialmente de rubros alimenticios. Ello debido a que esta élite de poder en Venezuela, atendiendo las instrucciones de los Castro, expropió y quebró cuánta empresa o finca productora hallaron en su camino, con la dizque bandera demagógica de “destruir el capitalismo” en el país. Y los resultados de esta locura son evidentes: escasez, hiperinflación, desempleo y demás entuertos socio- económicos.
En el contexto de esta secuencia infernal, se evidencia el fracaso del modelo de importaciones y centralización estadal, con la concurrencia del terrible mal de la corrupción y derroche saudita; políticas económicas erradas, pésima calidad gerencial, los planes clientelares partidistas y de adoctrinamiento ideológico hasta en la “sopa”. El hambre ya comienza a tocar con fuerza a importantes sectores de la población, en desmedro de cumplir con el compromiso ante la ONU, de reducción de la pobreza para el año 2015. El cacareado “Socialismo del Siglo XXI” terminó de ser un completo fiasco para todo el conjunto social.
Asfixiado en su propia salsa totalitaria, este desgobierno procubano, opta por recurrir a las viejas recetas neoliberales de aumentar el gasto público (y reducirlo, contradictoriamente) en determinadas áreas de su conveniencia, devalúa la moneda a niveles siderales, aumenta los precios de productos regulados; oficializa las alzas pasajes del transporte públicos, las tributaciones y tarifas servicios públicos abiertamente o de manera soterrada. Amén de esa búsqueda desesperada por aumentar la deuda pública externa con China… para tratar de tapar el “hueco fiscal” o, mediante la concreción de firmas de convenios leoninos para la República, a los fines de recibir “dinero fresco”.
Y al mismo tiempo, los mandaderos de los Castro, se aferran al dogma de la aplicación de los métodos de terror nazi-fascista represivos, para intentar acallar las protestas cívicas de calle, con la férrea participación estudiantil y de otros sectores de la sociedad, que han decidido no calarse más este modelo fracasado del totalitarismo de Estado…Y que están exigiendo con contundencia un cambio radical en la estructura y conducción del Estado y la sociedad. ¡Los vientos a favor de la libertad y la democracia marcan la pauta de un nuevo amanecer con un futuro hermoso de bienestar y progreso para todos!... ¡Nadie se rinde!
martes, 13 de mayo de 2014
PERVERSIDADES CRIMINALES DEL “RÉGIMEN VENECUBANO”
Venezuela no termina de pasar la página de la terrible pesadilla que la agobia. Lo más hermoso de su existencia y porvenir como República, representado en sus jóvenes estudiantes, son masacrados con alevosía criminal e impunemente por las “fuerzas del orden” y del “desorden delictual” (colectivos armados) de las tiranías de la Habana y Miraflores en las calles, plazas y urbanizaciones de las principales ciudades del país nacional. Sus voces de protesta contra el régimen despótico y sus gritos de libertad han querido silenciarlos hasta con la sangre derramada, con la cual construyen heroicamente un camino apasionado de ilusiones, sueños y esperanza por un modelo de país radicalmente diferente, apartado en años luz de ese salto atrás de la barbarie del totalitarismo de Estado, con su rancio “militarismo-gorila-fascistoide”.
Al parecer, hay una clara intención de los esbirros del régimen “Venecubano” de superar en monstruosidades genocidas al otrora Hitler alemán o al Pinochet de Chile en asesinatos, aplicación torturas de diversos modalidades, atropellos, heridas graves; encarcelamientos en las mazmorras infernales de la “fosforito” y acoso inclemente contra quiénes osen protestar con civismo los “delitos de lesa humanidad” cometidos por los pillos del poder totalitario, con disfraces de Robín Hood, para el gran fraude de la dizque redención social de las personas más pobres de la sociedad venezolana o, para supuestamente “salvar a la patria” de la fábula del lobo feroz imperial “gringo”.
Esos miserables del abuso criminal con poder, apegados a los dogmas de fe “comunistoides” de los octogenarios de la Habana y de la herencia ideo-política disociada del fallecido “Comandante Intergaláctico”, han convertido a los estudiantes y líderes sociales en especie de judíos, mediante ejecución sangrienta de acciones cívico-militares de “Terrorismo de Estado”, que harían palidecer a las famosas “operaciones de exterminio”, muy de moda, en la propia época histórica universal del dominio del “nazi-fascismo” o del “nacional-socialismo”.
El terror a perder el poder ha permitido descubrir con mejor precisión los soterrados misterios de las corruptelas y desastres delictuales de las mafias cívico-militares enchufadas en el poder de Miraflores, sus socios íntimos del oprobioso régimen dictatorial cubano o con los “grupos paramilitares” del terror y la muerte. Así se han han “transformado” los miembros de esta casta de poder perversa en seres absolutamente deshumanizados, crueles y despiadados; capaces de cometer las peores crímenes y delitos. Por eso no deben quedar en el olvido, las denuncias bien documentadas, ante la Corte de la Haya y diversos parlamentos del mundo como los de Europa, EEUU, Brasil, Argentina, Panamá, Perú o el de Costa Rica, entre otros.
El interno en el país, el descontento crece como la espuma, expresándose en la opinión mayoritaria de 80% de la población (según las últimas encuestas), contra apenas un 17% que lo ve diferente. Esa mezcla explosiva de grave escasez de productos de la cesta básica, hiperinflación, desempleo, apagones eléctricos y racionamiento del agua; pésimos servicios públicos, la violencia e inseguridad desenfrenada, los asquerosos casos de corrupción y la represión sanguinaria; tiene sin duda, al régimen dictatorial contra la pared de la vindicta pública nacional e internacional. Amén de que los estudiantes han retomado la propuesta de una Asamblea Constituyente, que coloca a la crisis nacional en la encrucijada de una salida constitucional o, que prosigan los neofascista con el escenario del “terrorismo de Estado” contra el pueblo. ¡Democracia o dictadura es el dilema!
Al parecer, hay una clara intención de los esbirros del régimen “Venecubano” de superar en monstruosidades genocidas al otrora Hitler alemán o al Pinochet de Chile en asesinatos, aplicación torturas de diversos modalidades, atropellos, heridas graves; encarcelamientos en las mazmorras infernales de la “fosforito” y acoso inclemente contra quiénes osen protestar con civismo los “delitos de lesa humanidad” cometidos por los pillos del poder totalitario, con disfraces de Robín Hood, para el gran fraude de la dizque redención social de las personas más pobres de la sociedad venezolana o, para supuestamente “salvar a la patria” de la fábula del lobo feroz imperial “gringo”.
Esos miserables del abuso criminal con poder, apegados a los dogmas de fe “comunistoides” de los octogenarios de la Habana y de la herencia ideo-política disociada del fallecido “Comandante Intergaláctico”, han convertido a los estudiantes y líderes sociales en especie de judíos, mediante ejecución sangrienta de acciones cívico-militares de “Terrorismo de Estado”, que harían palidecer a las famosas “operaciones de exterminio”, muy de moda, en la propia época histórica universal del dominio del “nazi-fascismo” o del “nacional-socialismo”.
El terror a perder el poder ha permitido descubrir con mejor precisión los soterrados misterios de las corruptelas y desastres delictuales de las mafias cívico-militares enchufadas en el poder de Miraflores, sus socios íntimos del oprobioso régimen dictatorial cubano o con los “grupos paramilitares” del terror y la muerte. Así se han han “transformado” los miembros de esta casta de poder perversa en seres absolutamente deshumanizados, crueles y despiadados; capaces de cometer las peores crímenes y delitos. Por eso no deben quedar en el olvido, las denuncias bien documentadas, ante la Corte de la Haya y diversos parlamentos del mundo como los de Europa, EEUU, Brasil, Argentina, Panamá, Perú o el de Costa Rica, entre otros.
El interno en el país, el descontento crece como la espuma, expresándose en la opinión mayoritaria de 80% de la población (según las últimas encuestas), contra apenas un 17% que lo ve diferente. Esa mezcla explosiva de grave escasez de productos de la cesta básica, hiperinflación, desempleo, apagones eléctricos y racionamiento del agua; pésimos servicios públicos, la violencia e inseguridad desenfrenada, los asquerosos casos de corrupción y la represión sanguinaria; tiene sin duda, al régimen dictatorial contra la pared de la vindicta pública nacional e internacional. Amén de que los estudiantes han retomado la propuesta de una Asamblea Constituyente, que coloca a la crisis nacional en la encrucijada de una salida constitucional o, que prosigan los neofascista con el escenario del “terrorismo de Estado” contra el pueblo. ¡Democracia o dictadura es el dilema!
lunes, 5 de mayo de 2014
¡LA ASQUEROSA CORRUPCIÓN!
Venezuela se ha convertido en un verdadero “Sodoma y Gomorra” ante el terrible flagelo de la corrupción que corroe sostenidamente el alma de la República. Al símil de lo ocurrido con el famoso “Rey Midas” de que todo lo que tocaba se convertía en oro. Aquí el “Castro-Chavo-Madurismo” todo lo que tocan está asociado a la más espantosa corrupción, con el robo descarado que hacen de la riqueza petrolera, que pertenece a todos los venezolanos y no a una élite de delincuentes de “cuello rojo”. Los casos denunciados son incontables, pero éstos duermen el sueño eterno en los archivos polvorientos de los organismos del Estado dizque “competentes”.
En cualquier país normal del gran concierto de naciones del mundo, ya estarían bajo reja los principales responsables de estos desmanes o, peor aún, estuviesen condenados a la “pena capital”. No obstante en Venezuela, los que usufructúan del poder, a los personajes señalados en actos de corrupción, son premiados con ascensos o condecoraciones por “méritos” o “aportes históricos “a la gran causa de la “revolución” o al “Socialismo del Siglo XXI”. En este orden, a través de mafias articuladas al Estado y al partido de gobierno se cometen, con absoluta impunidad, estas fechorías, en desmedro de las mayorías nacionales. Así, militares y civiles enchufados, por ejemplo, desfalcaron a la nación con millones y millones de dólares del otrora Cadivi, mediante el artificio fraudulento de “empresas fantasmas”, que se constituyeron con estos fines soterrados sumamente asquerosos.
Estas mafias de la corrupción, no sólo tienen sus tentáculos de esta amplia y compleja red en el ámbito nacional, sino también en el plano internacional, adónde el régimen castrista, Evo en Bolivia, Ortega en Nicaragua y la Cristina de Argentina; brasileros, chinos o rusos se hacen de la vista gorda o mejor son verdaderos cómplices de los grandes negocios “chimbos” en áreas determinadas de la economía o en grandes proyectos de infraestructura, industriales… que al final ninguno se concluye o se paraliza por falta de “inversiones financieras” o ¿por disensos en la distribución de las comisiones entre sus testaferros?. ¿Esa deuda externa acumulada de PDVSA por 710 millones de dólares, no tiene sus raíces y explicaciones en estos entuertos de corruptelas y pésima gerencia? ¿O la misma deuda externa del gobierno venezolano con China y Rusia, incluyendo por supuesto los “negocios redondos” con la adquisición de “chatarra” militar? ¿O esa escandalosa rodada hacia el precipicio de las reservas internacionales y el descalabro de la moneda nacional ante las sucesivas devaluaciones frente al dólar…no está, acaso metida, la mano peluda de la corrupción de este desgobierno?
Ni la represión brutal, ni las ollas montadas de supuesta “conspiración”, ni la propaganda engañosa nazi-fascista… nada de eso… podrá tapar la inmundicia de las corruptelas roja rojita y el derrumbe definitivo de este modelo cloacal pro cubano entreguista. ¡Saldrá la luz de la libertad y reconstruiremos al país sobre una nueva ética y moral pública! ¡Venceremos!
En cualquier país normal del gran concierto de naciones del mundo, ya estarían bajo reja los principales responsables de estos desmanes o, peor aún, estuviesen condenados a la “pena capital”. No obstante en Venezuela, los que usufructúan del poder, a los personajes señalados en actos de corrupción, son premiados con ascensos o condecoraciones por “méritos” o “aportes históricos “a la gran causa de la “revolución” o al “Socialismo del Siglo XXI”. En este orden, a través de mafias articuladas al Estado y al partido de gobierno se cometen, con absoluta impunidad, estas fechorías, en desmedro de las mayorías nacionales. Así, militares y civiles enchufados, por ejemplo, desfalcaron a la nación con millones y millones de dólares del otrora Cadivi, mediante el artificio fraudulento de “empresas fantasmas”, que se constituyeron con estos fines soterrados sumamente asquerosos.
Estas mafias de la corrupción, no sólo tienen sus tentáculos de esta amplia y compleja red en el ámbito nacional, sino también en el plano internacional, adónde el régimen castrista, Evo en Bolivia, Ortega en Nicaragua y la Cristina de Argentina; brasileros, chinos o rusos se hacen de la vista gorda o mejor son verdaderos cómplices de los grandes negocios “chimbos” en áreas determinadas de la economía o en grandes proyectos de infraestructura, industriales… que al final ninguno se concluye o se paraliza por falta de “inversiones financieras” o ¿por disensos en la distribución de las comisiones entre sus testaferros?. ¿Esa deuda externa acumulada de PDVSA por 710 millones de dólares, no tiene sus raíces y explicaciones en estos entuertos de corruptelas y pésima gerencia? ¿O la misma deuda externa del gobierno venezolano con China y Rusia, incluyendo por supuesto los “negocios redondos” con la adquisición de “chatarra” militar? ¿O esa escandalosa rodada hacia el precipicio de las reservas internacionales y el descalabro de la moneda nacional ante las sucesivas devaluaciones frente al dólar…no está, acaso metida, la mano peluda de la corrupción de este desgobierno?
Ni la represión brutal, ni las ollas montadas de supuesta “conspiración”, ni la propaganda engañosa nazi-fascista… nada de eso… podrá tapar la inmundicia de las corruptelas roja rojita y el derrumbe definitivo de este modelo cloacal pro cubano entreguista. ¡Saldrá la luz de la libertad y reconstruiremos al país sobre una nueva ética y moral pública! ¡Venceremos!
jueves, 1 de mayo de 2014
LOMITO PARA ENCHUFADOS Y MIGAJAS AL PUEBLO
Casi todo el mundo coincide en el diagnóstico de que Venezuela se encuentra hoy gravemente enferma. Agoniza el modelo totalitario procubano. Ya no hay tratamiento que lo oxigene y mucho menos con las medicinas obsoletas que producen en la Habana. Su eficacia, por cierto, fue probada con el caudillo de Sabaneta. Y todo el mundo conoce los resultados. Nadie le cree a las recetas de las mentiras y manipulaciones de los “barbudos totalitarios” de la isla del Caribe y, mucho menos a sus “pichones” mandaderos de Miraflores apátridas.
Así los nombrados, con medidas desesperadas, donde se combina represión criminal con compensaciones salariales “chucutas”, traten de aplacar la furia de las protestas de calles diarias de importantes sectores de la sociedad. Mientras en contraste, hay un reparto desigual de la riqueza petrolera: el lomito de los petrodólares para los enchufados y la boliburguesía y, las migajas (el pellejo) para el pueblo, que padece las penurias de las cuestionadas y mediocres políticas estatistas, desfasadas y absolutamente fracasadas, según las experiencias internacionales en esta materia.
El grave cuadro de hiperinflación (57.2) que sufre Venezuela no puede ser compensado con el 30% de “aumento” del salario mínimo para los trabajadores activos y jubilados que anunció el inefable personaje de Miraflores. Menos aún, si la canasta básica está por el orden de Bs 17.000 mensual y el salario oficial mensual ahora pasa a bs 4.251, 78. El déficit salarial para los trabajadores es evidente. Ni siquiera se compensa con la suma del ticket de alimentación, para que éste pase a un total de Bs 5.602 para los trabajadores activos.
No así, para la gran legión de pensionados que no disfrutan del beneficio del ticket de alimentación. Es decir, se encontrarán en peor situación de minusvalía económica para afrontar la luciferina hiperinflación. Además, se conjugarán otros diablos de los males de la economía venezolana: la escasez de productos y las devaluaciones sucesivas de la moneda nacional con respecto al dólar. Corolario: un ciclo infernal azota a la economía criolla que, sin duda, arrojará un cuadro dramático de impredecibles consecuencias catastróficas. No es casual, entonces, que ocupemos los primeros lugares con los peores índices inflacionarios del mundo y el primer lugar en el planeta con el peor índice de país “miserable”, muy por debajo de Irán que lo secunda.
La otra cara de la moneda: los enchufados del alto desgobierno y la boliburguesía que amasan más y más privilegios y capitales a su favor. La corrupción que campea a sus anchas por todos lados, que deja el mal olor de la pudrición, sin que autoridad alguna haga algo por frenarla y evitar la total contaminación del cuerpo social de la República. Así, las promesas oficiales de castigar a los responsables de usufructuar millonarias divisas, a través de una serie de “empresas fantasmas” del otrora Cadivi, se quedaron en la pura retórica y el sempiterno blablablá oficial de Miraflores. ¡Por eso, contra el modelo autocrático procubano, represivo, corrupto y hambreador han luchado y luchan los estudiantes venezolanos aún a costa de sus propias vidas!
Otra etapa se avecina para potenciar la protesta cívica, al unirse el Movimiento Estudiantil con el Movimiento Sindical, mediante una “agenda común” para enfrentar el caos nacional y la criminalización de la protesta (“Terrorismo de Estado”)…¡Dictadura o democracia es el gran dilema! ¡Tú decides!
Así los nombrados, con medidas desesperadas, donde se combina represión criminal con compensaciones salariales “chucutas”, traten de aplacar la furia de las protestas de calles diarias de importantes sectores de la sociedad. Mientras en contraste, hay un reparto desigual de la riqueza petrolera: el lomito de los petrodólares para los enchufados y la boliburguesía y, las migajas (el pellejo) para el pueblo, que padece las penurias de las cuestionadas y mediocres políticas estatistas, desfasadas y absolutamente fracasadas, según las experiencias internacionales en esta materia.
El grave cuadro de hiperinflación (57.2) que sufre Venezuela no puede ser compensado con el 30% de “aumento” del salario mínimo para los trabajadores activos y jubilados que anunció el inefable personaje de Miraflores. Menos aún, si la canasta básica está por el orden de Bs 17.000 mensual y el salario oficial mensual ahora pasa a bs 4.251, 78. El déficit salarial para los trabajadores es evidente. Ni siquiera se compensa con la suma del ticket de alimentación, para que éste pase a un total de Bs 5.602 para los trabajadores activos.
No así, para la gran legión de pensionados que no disfrutan del beneficio del ticket de alimentación. Es decir, se encontrarán en peor situación de minusvalía económica para afrontar la luciferina hiperinflación. Además, se conjugarán otros diablos de los males de la economía venezolana: la escasez de productos y las devaluaciones sucesivas de la moneda nacional con respecto al dólar. Corolario: un ciclo infernal azota a la economía criolla que, sin duda, arrojará un cuadro dramático de impredecibles consecuencias catastróficas. No es casual, entonces, que ocupemos los primeros lugares con los peores índices inflacionarios del mundo y el primer lugar en el planeta con el peor índice de país “miserable”, muy por debajo de Irán que lo secunda.
La otra cara de la moneda: los enchufados del alto desgobierno y la boliburguesía que amasan más y más privilegios y capitales a su favor. La corrupción que campea a sus anchas por todos lados, que deja el mal olor de la pudrición, sin que autoridad alguna haga algo por frenarla y evitar la total contaminación del cuerpo social de la República. Así, las promesas oficiales de castigar a los responsables de usufructuar millonarias divisas, a través de una serie de “empresas fantasmas” del otrora Cadivi, se quedaron en la pura retórica y el sempiterno blablablá oficial de Miraflores. ¡Por eso, contra el modelo autocrático procubano, represivo, corrupto y hambreador han luchado y luchan los estudiantes venezolanos aún a costa de sus propias vidas!
Otra etapa se avecina para potenciar la protesta cívica, al unirse el Movimiento Estudiantil con el Movimiento Sindical, mediante una “agenda común” para enfrentar el caos nacional y la criminalización de la protesta (“Terrorismo de Estado”)…¡Dictadura o democracia es el gran dilema! ¡Tú decides!
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