martes, 30 de septiembre de 2014

¡AL RÉGIMEN SE LE CAYÓ LA HOJA DE PARRA!

Mientras la canasta básica para los venezolanos se incrementó un 188% en este periodo y con claras posibilidades de pasar por encima de esa cifra de aquí a diciembre, 2014 y; con la seria amenaza de agravarse la escasez de productos primordiales de alimentos y medicinas para la vida de todos; el desgobierno de Maduro en una demostración indiscutible de encontrarse de espalda a la infernal crisis que padece el país, derrocha a granel los recursos patrimoniales de la República, en pagos desmedidos en millones de dólares en viáticos para él, para su frondosa comitiva de 170 “enchufados” y para hacer propaganda internacional a favor del régimen (dado a su reciente viaje al propio seno del odiado “imperialismo gringo”). Y no satisfecho con ese derroche saudita, prometió –además- “ayudar con programas sociales” al barrio Bronx de Nueva York. Amén de la donación de 5 millones de dólares a África para combatir el ébola. ¡Record Guiness en tales despropósitos -diría uno- ante un país sumido en la más espantosa crisis nacional, de la cual se tenga conocimiento históricamente!

A lo anterior se le suma: la presencia inocultable de graves epidemias de dengue y chikungunya, con su secuela de muertos y entre 65000 a 110.000 personas infectadas, una de las cifras records y de liderazgo en América Latina. Sin duda, que éstas se pudieron haber prevenido y controlado, mediante la organización y ejecución de campañas socio-sanitarias, educativas y los correspondientes cercos epidemiológicos. Pero el desgobierno sólo se ocupa de la politiquería barata, para engañar incautos o para reprimir a la disidencia, en sus más variadas expresiones. Así mismo, la publicitada “guerra bacteriológica” y “secretismo informativo” para paliar el impacto negativo de las epidemias mencionadas, fueron hechas para tapar la incompetencia oficialista en materia de salud pública.

Verbigracia la violación descarada del derecho constitucional a la salud y a la vida de la población y -no se diga- de la aplicación de un conjunto de protocolos de salud certificadas por la OMS/OPS para atender estas epidemias y sobre el reporte adecuado de las cifras rojas en morbimortalidad por estas causas. También, la falta servicios de agua en millones de hogares venezolanos, los promontorios de basura por doquier o el colapso del sistema de cloacas, se convierten en testimonios irrefutables en pro de las endemias señaladas; que tienen -además hoy- de ser caldo de cultivo idóneo para se queden en las zonas marginales, como flagelos de arraigo por muchos años. El ascenso de la pobreza, con sus enfermedades asociadas, dejará pues al descubierto, la desnudez del cacareado y falso “Socialismo del Siglo XXI”.

No hay una varita mágica para salir de este túnel oscuro y de incertidumbre luciferino, pero todos los nacionales debemos saber –a esta altura del juego- que sin lucha, organización, unión y perseverancia jamás hallaremos la luz resplandeciente de la libertad, la democracia, la justicia y el progreso individual y colectivo. ¡Tú decides!

jueves, 25 de septiembre de 2014

JUGANDO CON LA SALUD Y VIDA DE LA GENTE

Se necesita ser bien cara dura o irresponsable en grado sumo, para dejar que los nacionales se mueran de mengua o de sufrimiento terrible ante la aparición de enfermedades emergentes o re-emergentes (dengue, chikungunya, malaria, tuberculosis o desnutrición) y; se hagan los locos para no hacer nada, por la compra de fármacos, equipos e insumos médico-asistenciales. O por el contrario se muestren ante el mundo como “populistas” y “ricachones”, por aquello de los festines a diestra y siniestra, con la riqueza petrolera perteneciente a todos los venezolanos. Nos referimos a la desfachatez de Maduro, a propósito de su reciente visita a los EEUU, al ofrecer $5 millones de dólares para combatir el ébola en África o el anuncio público de reforzar los programas sociales en barrios pobres del mismísimo y “odiado imperio”.

Estratégicos o no con estos desafueros “populistas” del actual desgobierno, las epidemias se expanden con fuerza inusitada en cada pueblo del país. Los estados febriles muy altos y los intensos dolores musculares vienen quebrantando, sin lugar a dudas, la indefensa humanidad colectiva de los oriundos de esta Patria libertaria. Se estima que, entre los parámetros epidemiológicos establecido entre 65.000 a 110 mil personas son las personas afectadas por la contaminación de los agentes transmisores -los zancudos- que, como azotes del ambiente territorial, se mezclan con las aguas blancas, pero también proliferan al compas de los inmensos promontorios de basura, que se encuentran en cada esquina de una urbanización o barrio de Venezuela. Es decir, entre el Maduro que cacarea positivamente sobre “Barrio Adentro”, la realidad es el cuadro infernal del Sistema de Salud, que se encarga de recordarle el desmejoramiento abismal e integral de este sector en pocos años.

La reciprocidad de los males del sector salud (privado y público) se viene retroalimentando con creces, con indiscutible pragmatismo, pero siempre con la espada de Damocles “revolucionaria” ansiosa por cobrar más víctimas entre los nacionales. Porque se fue de bruces lo preventivo, la educación para la salud y planes serios de control epidemiológico. Mientras que, la cultura de la improvisación, ideologización partidista y la corrupción, levantan sus voces para diagnosticar que, algo muy grave está ocurriendo en Dinamarca. Y que, por cierto, las acciones de censura y autocensura gubernamental, jamás impedirán que se propaguen las epidemias y todos los males de salud que agobian al sufrido pueblo de Venezuela.

Tampoco se trata de reprimir con saña brutal, a quienes han denunciado lo obvio de las epidemias, que golpean sin freno a la salud individual y colectiva de todos. Además, como dice ese viejo refrán: “aunque la mona vista de seda, mona se queda”.



martes, 23 de septiembre de 2014

¿FRACASÓ LA MISIÓN “BARRIO ADENTRO” CUBANA?

Resulta realmente inaceptable ver morir de mengua a nacionales por la dramática situación de salud que se presenta en la actualidad en el país. Enfermedades que en el ayer no aparecían porque se lograron controlar con el esfuerzo del Estado y la sociedad, hoy (bajo las políticas y ejecutorias de este desgobierno) recobraron energía inusitada para romper records con las sumatorias en las cifras de las estadísticas rojas, en los cuadros demostrativos de morbi-mortalidad de la salud pública nacional e internacional (dengue, chikungunya, malaria, enfermedades respiratorias, diarreas y desnutrición). En la relación costo-beneficio en materia de salud, tendríamos entonces que llegar a la conclusión de que millones y millones de dólares (provenientes de la riqueza petrolera), fueron dilapidados o entregados a los cubanos sin ton ni son (Misión “Barrio Adentro”); con estos resultados tan miserables en medicina preventiva, epidemiología participativa comunitaria, educación para la Salud e indicadores de salud aceptados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Da vergüenza ajena que las patologías señaladas, estén asociadas íntimamente al ascenso de los cuadros de pobreza a lo largo del territorio nacional y que, paradójicamente, la élite de poder oficialista mantenga el discurso mentiroso y manipulado de que vivimos en el “mar de la felicidad”, con el cacareado modelo cubano del “Socialismo del Siglo XXI”. Amparados en ese lenguaje “cantinflérico” y esa praxis ideo-política del odio de clases y de destruir todo lo que huela a “capitalismo”, terminaron por acrecentar –más bien- las desigualdades sociales y la exclusión social. La gente con mayores niveles de pobreza son los más afectados con esas enfermedades y son los que se están muriendo en las puertas de los centros asistenciales de “Barrio Adentro”, hospitales o mucho antes de llegar a tocar sus puertas. Las cifras exactas de enfermos y muertos por estas causa jamás las conoceremos, porque el totalitarismo de Estado “venecubano” ha impuesto (a través de amenazas, acoso y la cárcel) el “secretismo” de la información y la mordaza, contra quienes osen apartarse de la línea gubernamental.

Los subterfugios del desgobierno de Maduro (“Guerra económica”, “psicológica” o “bacteriológica” del “imperio” y “disidencia”), para confundir a los ciudadanos o trasladar las culpas a otros, ante su ineficiencia y corruptelas, no podrán sustituir la verdad con la realidad aterradora de montañas de basura, cloacas colapsadas, falta de agua o luz en cada rincón del país que, son fuentes inagotables para potenciar criaderos de zancudos, agentes transmisores de las epidemias que nos azotan, enferman o matan. Verbigracia el déficit de controles sanitarios con la entrada y salida de personas que provienen de zonas endémicas de otros países.

El “Barrio Adentro” cubano y toda la red sanitaria paralela, también cubana, que se impuso en el país como panacea a los males de salud del colectivo nacional, fue sólo una ilusión ideo-política, cultivada desde la dizque “felicidad socialista” para los más pobres. La ruina de la República es la misma ruina del Sistema Nacional de Salud. ¡Un cambio estructural ante esta grave situación resulta inevitable!


sábado, 20 de septiembre de 2014

¡LA TIRANÍA ROJA DESTRUYE A VENEZUELA¡

Desde hace un buen tiempo, las denuncias infames y sin pruebas sobre supuestos planes “conspirativos” y “desestabilizadores” contra el desgobierno de Maduro, resultan no creíbles. Es más, en el presente forman parte del folclor de la picaresca política venezolana. Pero el oficialismo gubernamental insiste en esta estrategia por tiempo indefinido, para intentar defenestrar por completo a la disidencia crítica y opositora al Proyecto entreguista “Venecuba”. Se trata de aplicar el mismo guión dizque “antiimperialista” de la tiranía cubana, que le ha funcionado desde hace 56 años, para mantener el control ideopolítico absoluto y esclavizante sobre la mayoría de la población de esta isla del Caribe, tan famosa por los dislates totalitarios monstruoso que allí se cometen.

Esta élite de poder del Proyecto referido, aparte de perder el rumbo y toda perspectiva de cambio profundo hacia adelante, aniquiló por completo la ética y valores de autenticidad política e ideológica, porque sustituyó el concepto sagrado de la verdad por la mentira y las falsificaciones de la realidad. Para ésta, por ejemplo, no existe la escasez de los productos básicos, ni medicinas, ni de otros rubros. Ni tampoco la inseguridad, ni el desempleo, deterioro del salario y; muchos menos el caos, miseria y ruina del país. Todo este desastre -para los enchufados- es culpa del “imperio gringo”, de la disidencia democrática o del contrabando de siempre. No asumen ni por un ápice de dignidad una sola responsabilidad. Trasladan las culpas a terceros. ¡Qué miserables son!

Con el artificio de que están “destruyendo el Estado burgués” concentran todo el poder para su beneficio y la de una serie de clanes cómplices de las vagabunderías, corruptelas y violación de los derechos humanos y constitucionales. Adrede impusieron la partidización “roja rojita” anteponiéndola a la verdadera politización de los ciudadanos, la cual sí representa la toma de conciencia individual y colectiva en pro de los intereses nacionales y la auténtica emancipación de los nacionales. Jamás este proceso significa la aceptación de la “alienación ideológica” por imposición del “totalitarismo de Estado”.
La tragedia de este país es que la clase política dominante procubana usurpó el rol protagónico de las grandes mayorías nacionales, para la toma de decisiones y de opinión ante los grandes asuntos de la sociedad y el Estado. En el fondo las protestas sociales y descontento que recorre al país se debe al rechazo a estas prácticas politiqueras y mediocres de los amos del valle. Amén, por supuesto, de la tragedia socio-económica que esta dizque “revolución bonita” ha generado.

Las tareas políticas de los que estamos al lado de cambiar este drama luciferino, lucen verdaderamente complejos, porque no se le puede dar tregua a la tiranía. Y ello implica riesgos al combinar diversas formas de lucha y organización, cuya esencia tienen un claro sello pacífico, democrático y constitucional. ¡Sólo así la victoria política contra el régimen estaría asegurada!


miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿”SOCIALISMO DEL SIGLO XXI” O “CUARTO MUNDO”?

A los venezolanos, al parecer, nos está costando mucho vencer la maldición de Sísifo de cargar y cargar una enorme piedra sobre nuestros hombres hasta la cima de una montaña por tiempo indeterminado, como castigo ante nuestra indiferencia o cobardía ante un régimen que nos oprime con criminal saña endemoniada. Cómo esas paradojas históricas conocidas “Los Miserables” de ayer somos “Los Miserables” de hoy.

Es la misma verdad de que nos habló Ernesto Sábato en la presentación de los tomos de una nueva edición del libro de Víctor Hugo, “Los Miserables”, la cual se contradice con ese mamotreto propagandístico de la “Revolución” con el “Socialismo del Siglo XXI”, porque sigue en Venezuela: “el abismo de la desigualdad social, el fundamentalismo económico, la corrupción de las clases políticas, el creciente índice de desempleo o las inhumanas condiciones de trabajo…la degradación de la justicia…hombres y mujeres abandonados a su sufrimiento y a su indigencia”. Todos los indicadores económicos y sociales nacionales e internacionales sostienen una verdad indiscutible: Venezuela está involucionando hasta las peores condiciones en calidad de vida. Vamos, sin duda, hacia el abismo de un país del “Cuarto Mundo”, superando al “Tercermundismo”. El modelo totalitario procubano dominante nos llevó hasta este infierno infrahumano: “El Socialismo del Siglo XXI”. ¿Quién lo duda?

No hay un rincón de la Venezuela de hoy, adónde no se observe a la gente desesperada a la “caza” de alimentos o productos básicos que desaparecieron de los anaqueles del comercio, porque se carecen de las divisas para importarlos o mejor porque este país no produce ni una aguja de alfiler. O porque en esa mezcla de realidades infernales que nos azotan: enfermedades emergentes y re-emergentes tocan las puertas de la muerte, a través de epidemias vergonzantes, que pudieron ser prevenidas o controladas, al poner en práctica los protocolos conocidas de la Organización Mundial de la Salud para estos casos. Así el dengue en sus diferentes variantes (incluyendo el dengue hemorrágico), la Chikungunya o enfermedades “raras” no diagnosticadas aún, hacen estragos en la indefensa humanidad del colectivo nacional.

Un país en bancarrota económica, social y moral ante clanes de poder del modelo totalitario procubano que se enriquecen a la luz de todos y desangran con total impunidad el erario público. Un país entregado e hipotecado a futuro ante los imperios de China y Rusia, mediante la firma de convenios “chimbos” de endeudamientos gigantescos, para tener acceso, a corto plazo, a “dinero fresco”. Y continuar así la rumba de un dispendioso derroche de la riqueza petrolera o el manejo ruin de las corruptelas con transacciones soterradas con el Estado. ¡Quieran algunos o no, el cambio luce inevitable para poder vencer así la maldición de Sísifo! ¡Qué nadie lo dude!

sábado, 13 de septiembre de 2014

TIRANÍA PERVERSA PROCUBANA

Algunos idealistas y soñadores del ayer llegaron a pensar utópicamente en una íntima relación entre socialismo, libertad, democracia, bienestar colectivo y ética política. El tiempo y la realidad socio-política por la caída del muro de Berlín, la URSS y satélites; amén de las experiencias con China, Chile, Nicaragua; los 56 años de la tiranía cubana y ahora 16 años de la tiranía venezolana; se encargaron de enrostrar que “del dicho al hecho hay mucho trecho” y que, son indiscutibles, -al contrario- los lazos indisolubles entre totalitarismo de Estado antidemocrático, militarismo represivo, destrucción económica, ruina, pobreza extrema y los antivalores del odio de clases y las perversiones de la ética política; para usufructúo del poder para el beneficio de clanes cívico-militares mafiosos y multimillonarios, en detrimento de las mayorías nacionales oprimidas.

La cacareada destrucción del “aparato de Estado burgués” en Venezuela para construir el “poder popular”, en lo que bautizaron como una “nueva etapa de transición política”; degeneró hoy en la actual contradicción con una boliburguesía y altos enchufados corruptos del desgobierno de Maduro y, los ciudadanos de a pie, despojados del poder de decisión y control sobre las decisiones unilaterales gubernamentales. La otrora descentralización de espíritu democrático conquistada con años de luchas ciudadanas, le impusieron el viejo caudillismo militar totalitario que resurgió con Chávez y continuó con la actual imitación grotesca del actual inquilino de Miraflores, que depende absolutamente de una élite del “gorilato militarista” y de los Castros octogenarios de la Cuba dictatorial.

La “transición económica” hacia el “paraíso socialista” ha sido otra burla más o, más bien un completo desastre: quebraron el aparato productivo nacional y las políticas de importaciones, que sustituyeron la base productiva y exportaciones en varios rubros; está convertida hoy en una fuente inagotable de corruptelas, derroche de recursos nacionales a granel e improductividad ociosa. No han sido capaces siquiera de garantizar la cesta básica a los nacionales, precios justos, moneda equilibrada y mucho menos empleo y un salario digno; el derecho a la salud y a un sistema educativo de calidad. La burocracia parasitaria y corrupta se encargó de darle un puntapié en el trasero a la supuesta propiedad social, colectiva y gestión directa de los trabajadores. Miles y miles de talentos nacionales han emigrado o hacen largas colas en embajadas de diferentes países ante el pánico que les produce los desaciertos del desgobierno procubano entreguista de Maduro y el caos nacional.

No obstante, el país está encendido por todos lados, como esos volcanes en plena erupción. La gente se siente engañada y en su rostro aparece la furia contenida. Las protestas sociales estremecen los cimientos de la sociedad y al Estado totalitario “militarista” opresor. Maduro acude a la represión para calmar a las masas enardecidas. No podrá contenerlas porque el desencanto y el infierno de la realidad queman las entrañas e intereses colectivos. Ni los captahuellas de la humillación y control “cubanizado” para aliviar el hambre atajarán a las multitudes indignadas, que claman por un cambio y enarbolan las banderas de la libertad, la democracia y el progreso para todos. ¡El “Don Quijote” del pueblo libertario venezolano, al parecer, se decidió enterrar al agónico modelo del dizque “Socialismo del Siglo XXI”.

lunes, 8 de septiembre de 2014

LA MUERTE RONDA HOSPITALES DE VENEZUELA

Muy, pero muy atrás quedaron las palabras vacías de la retórica mediática de los voceros del “Castro-chavo-madurismo” ante la infernal realidad del sector salud en la Venezuela de hoy. La gente se muere de mengua en las puertas de los centros asistenciales por la falta de atención, equipos, insumos y fármacos. Sólo basta asomarse o visitar las emergencias de los principales hospitales para uno darse cuenta de este dantesco cuadro inhumano, que nos remonta a imágenes de siglos pasados o, de un país en plena guerra. Es tan cruel lo que se vive, que no creo que haya mucha diferencia entre el drama de la salud-muerte de la Palestina en el conflicto bélico de hoy y la Venezuela presente del dizque “Socialismo del Siglo XXI”. Por eso sí las estadísticas hablaran, parafraseando a Neruda, la muerte no sería piedra del olvido...y la leña sí haría mucho fuego en la montaña.

Con “Emilia”, mi sobrina, vivimos–recientemente, en parte- el vía crucis de apelar al derecho constitucional a la salud como así está establecido en la vigente carta magna, al solicitar atención en varios de los componentes del sistema de salud en Cumaná, estado Sucre. Un dolor intenso en el área abdominal la condujo al primer nivel de atención cercano a su domicilio, el cual lo administran los cubanos en el sector “El Peñón” de la ciudad. Grageas para el dolor y medicamentos para supuestos problemas gástricos fue la solución, sin haber hurgado mucho en el problema o poner el acento en los dictámenes del “ojo clínico”.

Se agudizó el dolor y vuelve a solicitar atención médica, pero ahora en un centro de mayor complejidad, un hospital tipo I, “Salvador Allende” en el sector Caigüire. Una médica venezolana le pre-diagnóstica “apendicitis”, por la sintomatología, pero le señala que no cuenta con el equipamiento necesario para corroborar el “diagnóstico” o posible operación. Y la refiere al hospital universitario de la ciudad primogénita del continente, “Sahuapa”. La ingresan por emergencia y vuelve otra etapa del vía crucis: el hacinamiento deshumanizado y de no contar con equipos modernos para certificar la presunción de la galena venezolana. Pasan las horas y los fuertes dolores no cesan y en nosotros, los familiares, pensamos en lo más grave: la posibilidad de una “peritonitis”…y (¿?). El “pote económico familiar” y de amigos resolvió con un “ecosonograma” en laboratorio privado (diagnóstico: apendicitis). Y finalmente, en horas de la tarde, de un tercer día del drama, es felizmente operada de emergencia.

La panacea del régimen rojo ante este drama del Sistema Nacional de Salud, son los sucesivos cambios burocráticos de ministros en el sector. Pero ello no paliará la crisis que tiene raíces profundas por el fracaso del modelo sociopolítico totalitario que impera en este país kafkiano. Sin embargo, una vez más –Neruda- nos anima con su poesía inmortal: “Y cuando esté recién lavado el mundo/nacerán otros ojos en el agua/ y crecerá sin lágrimas el trigo” (…) Hay que volar a cada instante como/ las águilas, las moscas y los días, / hay que vencer los ojos de Saturno/ y establecer allí nuevas campanas”. /


domingo, 7 de septiembre de 2014

INSEGURIDAD ALIMENTARIA Y AMENAZA DE HAMBRUNA

Es difícil no recordar al discurrir sobre este tema, algunos aspectos puntuales de las peroratas demagógicas y populistas mediáticas del “Comandante Supremo”, ahora endiosado por la propaganda gobbeliana del “Castro-madurismo”, cuando en términos contradictorios llegó a decir: “dura el amor aún con hambre, claro, para siempre seguramente no dura”. Y que su praxis socio-política “cantinflérica” se encarga hoy de enrostrarle su irresponsabilidad histórica de navegar sólo con la brújula ideopolítica del modelo “castrista”. O mejor dando “bandazos” sobre el tema de la “seguridad alimentaria”: expropiando fincas, tierras y empresas agroalimentarias productoras a diestra y siniestra y, a su vez, derrochó abismales recursos de la nación en los fracasados proyectos de las “fincas zamoranas, gallineros verticales, cooperativas o empresas socialistas”.

Por ahí comenzó el desbarranco y se fortaleció la amenaza de la hambruna colectiva con la actual presencia del inepto heredero de Miraflores, que nos agobia a todos de incertidumbre y desesperanza. O peor aún: deja en manos de otros países la vergonzante panacea de la “ayuda humanitaria”, para que muchos nacionales no mueran por el impacto infernal del flagelo del hambre. Amén de observar hoy la agonía del proceso de descentralización, que abrió las compuertas de aires renovadores con proyectos regionales sobre seguridad alimentaria (agrícolas, pesca, ganadería y empresas agroalimentarias). También el caudillo de Barinas y su heredero a dedo se encargaron de defenestrarlos, con el argumento luciferino de que representaban “proyectos neoliberales capitalistas” y, en consecuencia, se constituían en enemigos de la “revolución socialista”.

La centralización totalitaria, se constituyó así en la herramienta estratégica de la hegemonía de la actual tiranía militarista, con lo cual el concepto de la economía productora daba paso al “asistencialismo populista”, que creo las bases del sostén político-electoral del régimen. En síntesis, así fue como nació el macro-proyecto Venecuba, como “alternativa” al dizque “neoliberalismo”. Pero hoy, sin duda, ha sido todo lo contrario al discurso politiquero de ocasión, porque es en esencia: despótico, antihumanista, anti-desarrollo humano, discriminatorio, represivo y hambreador. Los testimonios y pruebas están “a flor de labio”: Decrecimiento económico y del riesgo país, endeudamiento abismal y dependencia económica de China y Rusia; escasez e inflación de las mayores del mundo, devaluación constante de la moneda y sin divisas; ruina absoluta del aparato productivo nacional y desempleo galopante; deterioro del salario real de los trabajadores y amenaza seria de hambruna colectiva.

Al contrario de lo dicho por Simón Rodríguez: no inventaron y erraron demás. ¡Luchar por cambiar esta locura luce inevitable!… ¡En eso estamos, pero faltan muchos!... ¡Tú decides!

viernes, 5 de septiembre de 2014

¿“SACUDÓN” CONTRA EL PUEBLO Y DISIDENTES?

Al parecer se está ejecutando un vasto plan (el verdadero “sacudón” y no el de las apariencias mediáticas) con ramificaciones internas y del exterior para intentar atajar el tsunami social y democrático que amenaza con derrumbar el muro del totalitarismo mafioso procubano en Venezuela. Los “pudrimillonarios” del mundo cívico-militar, agrupados en los diferentes carteles de poder (incluyendo “el cartel de los sapos”) no están dispuestos a ceder un ápice ante los logros y privilegios alcanzados a través de ese submundo asqueroso de las mafias delictuales y los negocios ilícitos, en soterrada convivencia con los hilos institucionales de los desgobiernos que se prestan para estas vagabunderías, por demás inaceptables sí hurgamos un poco en las reglas establecidas en las leyes nacionales e internacionales; ética y moral ciudadana.

Los testimonios sobre lo dicho sobran, pero los escándalos recientes de las deportaciones abruptas de los dirigentes democráticos venezolanos Lorent Saleh de Colombia y al Ex -embajador Milos Alcalay de Nicaragua, con la complicidad manifiesta del Presidente Santos (Colombia), del Presidente Daniel Ortega (Nicaragua) y del Presidente “ilegitimo” de Venezuela; son pruebas irrefutables del auténtico “sacudón” contra todo lo que huela a disidencia democrática. Y en contraste, las mafias del contrabando, el narcotráfico y las guerrillas hacen lo que les da la gana en las desguarnecidas fronteras de esos países, ante las narices o complicidad de los custodios cívico-militares de los hitos de las demarcaciones territoriales entre estas naciones. La cacareada soberanía nacional y defensa de los valores democráticos se vuelve triza en ese choque de intereses, en dónde la riqueza material petrolera o de transacciones ilícitas, pasa por encima de principios y normas de obligatorio cumplimiento en el ámbito internacional.

El desgobierno de Maduro, ya agotado por los fracasos de sus políticas y del modelo sociopolítico de la tiranía castro-cubana, no da pie con bola ante el derrumbe holístico que se le avecina en materia económica (escasez, hiperinflación, devaluaciones y recesión) y en materia social (hambre, pobreza, ruina, desempleo; violencia e inseguridad, deterioro infernal de los salarios, derecho a la salud, vivienda y a la educación; entre otros). Los micro-tsunamis que se han visto en los últimos días en parte del territorio nacional, son el anuncio de un tsunami de grandes proporciones.

Micro-tsunamis ocurrieron en San Cristóbal, Caracas, Lara, Mérida, Guayana, Sucre, Carabobo…y varios Paros Cívicos (micro-Tsunamis) se muestran como indicadores del malestar social en: Upata, Cumaná, Carúpano, Cariaco, Guasipati, El Pilar…Y contra estas protestas sociales legítimas, Maduro sólo ha acudido al “sacudón” de la represión militar y de sus bandas armadas (“colectivos”) para tratar de frenar la “rebelión democrática de las masas”… ¡amanecerá y veremos!

miércoles, 3 de septiembre de 2014

¡SIGUEN CAMBIANDO TODO, PARA NO CAMBIAR NADA!

El anunciado “sacudón” del inquilino de Miraflores terminó siendo un caricaturesco slogan publicitario del rancio laboratorio procubano y gobbeliano, porque sólo fue un maquillaje mediático para un enroque burocrático ministerial, ratificación de los mismos rostros de los actores del fracaso y de la paja teórica de siempre, con la añadidura de ciertos aliños de corte “castrista”(de cinco “revoluciones” dentro de la “revolución”), para continuar con los guisos que les arroja el privilegio del uso desenfrenado e impune de la riqueza petrolera venezolana. O por el manejo totalitario del Estado y la sociedad. O para colocar ante el mundo y aliados incondicionales una alfombra roja teatral de supuestos cambios, cuya esencia “gatopardiana” es cambiar todo para que todo siga igual o; peor.

Por eso el “Jirafales” de Miraflores no dijo ni pío ante los males estructurales que aquejan a la economía, al ámbito sociopolítico y sobre todo de la ética y moral pública. Para él no existe la escasez de productos alimentarios y medicinas; ni la recesión, ni la hiperinflación, ni la carencia de divisas, ni la improductividad nacional, ni la devaluación de la moneda ante el dólar, ni el proceso de endeudamiento sideral con China y Rusia. N abordó el tema de la violencia e inseguridad; ni de los apagones del sistema eléctrico; de los pésimos servicios públicos y vialidad e infraestructura destruida; ni sobre los problemas y crímenes carcelarios; ni referente al grave del narcotráfico.

Nada dijo en relación al aumento compulsivo de las tarifas de la electricidad…y mucho menos habló sobre la corrupción descarada de altos funcionarios del mundo cívico-militar. O con respecto al control mediático del Estado y restricciones constantes de la libertad de expresión. Tampoco tocó el tema del secuestro por parte de la tiranía de la autonomía de los poderes públicos y de una administración de justicia idónea e imparcial, que frene y controle la violación obscena de los derechos humanos y ciudadanos, tal cual se contempla en la vigente Constitución Nacional.

No obstante la actitud del heredero del caudillo de Sabaneta de desconocer la realidad y pretender que vivamos su fantasía procubana, la procesión social va por dentro. No podrá ocultar nada, ni siquiera intentando callar con la represión criminal las protestas, que al símil de un volcán en erupción se expresan con determinación en cada rincón del país. Lo dice la calle y lo dicen todas las encuestas serias de opinión: este desgobierno rojo rojito se desbarranca por la cuesta de la impopularidad y el caos. La disidencia de todo calibre y los ciudadanos indignados están obligados a reencontrarse para alumbrar el camino de la libertad, la democracia y el bienestar…¡nada será fácil!…¡El dilema a enfrentar: democracia o dictadura procubana, tenemos que resolverlo con la decisión firme de cada uno de nosotros!…! No hay vuelta atrás!