domingo, 31 de agosto de 2014

TSUNAMI SOCIAL SERIA AMENAZA EN VENEZUELA

Inducido o no, pareciera existir un ambiente indiscutible de tsunami social que arrasaría con todo en esta Venezuela kafkiana. La hipótesis del tsunami Inducido, es porque este desgobierno lo sabría y podría estar jugando con un “autogolpe” para que el militarismo pro cubano más rancio y “goriloide” termine de consumar su dominio absoluto sobre el Estado y la sociedad venezolana. Sí por el contrario, es un tsunami no inducido, sería porque la grave crisis socioeconómica en esta tierra de libertadores está generando una situación de ingobernabilidad tal, que el pueblo irredento se hartó a grado sumo de este desgobierno de Maduro, y dará al traste de una manera definitiva con todo lo que significa este totalitarismo procubano. Lo cierto es que, si nos inclinamos por la segunda hipótesis, al símil de la caída del muro de Berlín, Venezuela tendrá muchos años por delante para reencontrase y reconstruir de las cenizas una “nueva civilización” de bienestar, progreso, libertad y democracia.

En términos teóricos lo dicho suena “fácil”, pero cualquiera de las dos hipótesis que se dé, generaría una dramática situación de “sangre, sudor y lágrimas”, porque estarían presentes los enfrentamientos entre los actores sociales en pugna. Y porque las experiencias históricas toda una confrontación de esta magnitud, genera escenarios de pérdidas de vidas humanas y materiales de impredecibles consecuencias en lo cuantitativo y cualitativo. Pero, en esa mezcla de dolores y esperanzas, uno se aferra a los poemas de Pablo Neruda: “Por suerte en esta crisis de atmósfera iracunda/reuniste las vidas del mar con las del fuego,/el movimiento gris de la nave de invierno,/la forma que el amor imprimió a la guitarra./(…) y aún allá abajo el tiempo sigue siendo,/ esperando, lloviendo sobre el polvo,/ ávido de borrar hasta la ausencia./

Los indicadores del tsunami están a la vista de todos, con el “despelote” planificado en Venezuela en contra del “orden capitalista” desde las tierras de los Castro, quienes como aves de rapiña pretenden apoderarse por completo de la inmensa riqueza petrolera que subyace en el subsuelo venezolano. O porque su modelo totalitario fracasó, una vez más, por la grave crisis que ellos mismos padecen en esa isla del Caribe. O porque en la Venezuela actual, también ha sido un fracaso dado la escasez endemoniada de alimentos y otros rubros; la quiebra de la economía productiva, la hiperinflación irrefrenable, la destrucción del valor de la moneda nacional ante el dólar o; porque la corrupción de las mafias de poder cívico-militar se enriquecieron a grado sumo, a nombre de la “revolución” y el “antiimperialismo gringo”, en desmedro del “proletariado” y las grandes masas populares que viven en condiciones de absoluta miseria y desesperanzados de bienestar integral a la “vuelta de la esquina”.

La decisión final está entre todos los nacionales, sobre el camino que se desea para Venezuela. Y como dice el contenido de otro fragmento de un poema de Neruda: “Aquí está el pan, el vino, la mesa, la morada:/ el menester del hombre, la mujer y la vida:/ a este sitio corría la paz vertiginosa,/ por esta luz ardió la común quemadura”.

jueves, 21 de agosto de 2014

RACIONAMIENTO PROCUBANO PARA “MAL VIVIR”

Maduro, atendiendo a las órdenes de los hermanos Castro, a propósito de reciente visita a Cuba, anunció como una panacea ante la escasez de productos básicos de la dieta diaria (no dijo ni pio por la escasez infernal de incontables rubros de todo tipo) una libreta de racionamiento y sistema de control electrónico para las compras en los centros comerciales (sean públicos o privados), con el mismo perfil (copia al carbón) de esta medida totalitaria de control social y “mal vivir”, puesta en práctica en Cuba, desde hace más de 50 años.

Este Plan de racionamiento se inició progresivamente con el “Comandante Supremo” y a instancia de los dos octogenarios dictadores de la Habana. Maduro sólo le ha correspondido ejecutarlo, modernizarlo tecnológicamente, ampliarlo y masificarlo; porque se siente con la “soga al cuello” ante el caos socioeconómico reinante en el país. O porque ensayaron una y otra vez, a través de las gigantescas colas (inducidas o no) de controlar la salvaje escasez en el país, para hacerlo ver –ahora-como una necesidad obligatoria de este desgobierno de “toripollo” de “ordenar” el diluvio. O mejor: para responder al gran Plan Estratégico de imponer a ritmo adecuado, el parapeto fracasado –históricamente- del “Socialismo del Siglo XXI” en Venezuela. Esta suma de las partes nos arroja el todo del Estado totalitario que se está implantado en esta República de contraste, con la otrora bandera de la libertad de aquél Bolívar emancipador ante el colonialismo español.

Válidas o no las hipótesis planteadas, Venezuela se ha convertido en un verdadero infierno, en un auténtico estado de locura, que deja atrás los contenidos inimaginables y de fantasiosos pesadillas de las geniales obras literarias del siempre recordado Kafka. Incluso, no sé si me extralimito en mis apreciaciones, pero para el record Guiness no deberíamos estar muy lejos ante las situaciones demenciales, que nos ha tocado vivir a los nacionales, por las extravagancias inverosímiles de los dueños del poder absoluto, en este país que cuenta con una extraordinaria riqueza petrolera.

Pero ligado a lo anterior, se agrega el derrumbe estrepitoso de la economía nacional por la caída inducida de grandes, medianas y pequeñas empresas; por ese afán ideológico enfermizo de “acabar con el Estado burgués” y concentrar todo el poder en manos del “Estado Socialista”; es decir en las riendas de la boliburguesía, las castas de poder de los grandes enchufados en el Gobierno, los corruptos de toda laya; del régimen cubano y los imperios de China y Rusia. El racionamiento no es sólo alimentario, sino que cubre la soberanía nacional y será transformado en un mecanismo perverso de control de la conducta colectiva, especialmente destinado a asfixiar a la crítica, a la oposición y la disidencia en todas sus manifestaciones. ¡Si no estás con el desgobierno de Maduro, no comes!, pareciera ser el mensaje de trasfondo de este totalitarismo rojo procubano. ¡Dictadura o democracia!, sigue siendo nuestro dilema existencial! ¡Qué esperamos! ¡Tú decides!

domingo, 3 de agosto de 2014

¿DERECHO A LA SALUD EN COMA?

Es grave que los venezolanos nos habituemos a no reclamar nuestros derechos y más aún sí se trata del derecho a la salud claramente definido en la vigente Constitución Nacional, en la cual establece que el Estado está obligado a ser garante del cumplimiento de éste, porque está asociado íntimamente a promover y proteger el derecho a la vida de los nacionales. El deterioro y violación de este derecho social es evidente y es el espejo de la grave crisis nacional por la cual atraviesa el país y, sin duda, del mismísimo modelo socio-político totalitario rojo que se ha querido imponer desde 1999 hasta nuestros días.

La defenestración del proceso de descentralización en materia de salud, la dualidad gerencial, presupuestaria y toma de decisiones entre el sistema de atención institucional manejado por los cubanos (Barrio Adentro I y II) por un lado y por otro los venezolanos (hospitales), ha sido una contradicción estructural insalvable. Y dónde ha quedado en entredicho -por cierto- la soberanía nacional. Amén de que la concepción médico-asistencial sigue privando, por encima de la Promoción, Educación Para la Salud y lo Preventivo. El rol de participación y de control ciudadano se quedó en meras consignas para los actos “oficialistas” de ocasión o de formas solapadas para abultar el clientelismo del Psuv y de procesos de adoctrinamiento ideo-político sobre el pensamiento único.

La retórica repetitiva “anti-neoliberal” de los “gobierneros” rojo rojitos se convirtió en una tontería politiquera ante la realidad cruel, perversa, miserable y criminal del “Paquetazo” impulsado por el castro-chavo-madurismo, el cual pulverizó a grado sumo la calidad de vida de los nacionales, especialmente en materia de salud. Las devaluaciones sucesivas de la moneda nacional con respecto al dólar, la casi bancarrota financiera, el derroche, la ineficiencia, el deterioro de los salarios y la corrupción…han sido caldo de cultivo para el ahondamiento de la crisis en el sector, porque se minimizó la capacidad resolutiva del sistema de salud ante la centralización totalitaria, dualidad institucional (cubana- venezolana) y la creciente demanda de atención en los diferentes niveles por falta de fármacos, equipos, insumos, deterioro de la infraestructura, déficit de recursos humanos, deudas y bajos salario y, la infernal e insoportable inseguridad hasta en las salas de cirugías y hospitalización.

El modelo sociopolítico procubano fracasó en Venezuela y el sistema de salud actual ha sido una de sus víctimas. Paradójicamente las brechas sociales en el seno de la población no disminuyeron, muy por el contrario, se ensancharon. Los pobres ahora, son más pobres. El acceso a la red de atención en salud lo logran después de largas colas y citas que se prolongan en el tiempo. Y aun así cuando lo logran (después de ruleteos) no pueden adquirir las medicinas, porque no hay (escasez) o porque los costos son realmente abismales (hiperinflación). ¡Hasta la vida de todos está en juego! ¡O luchamos o pereceremos! ¡Dictadura o democracia!