jueves, 5 de marzo de 2015

¡EJES ESTRATÉGICOS FRACASADOS “CUBANOIDES” EN VENEZUELA!

Cualquiera que hurgue un poco más sobre el cacareado proceso dizque de la mal llamada “revolución bonita” se encontrará con los llamados “cinco ejes estratégicos” diseñados en la época del fallecido “Comandante Supremo” (a propósito del homenaje de sus incondicionales) para darle direccionalidad o rumbo a la supuesta “transición” hacia el denominado modelo fracasado “cubanoide” en Venezuela. En lo sustancial, no se encontró correspondencia entre la realidad y los objetivos y metas de los fulanos “Ejes Revolucionarios”, en lo referente a la conducción al país, hacia esa repetitiva y fastidiosa utopía del “mar de la felicidad” roja rojita; a saber:

EJE POLÍTICO: destinado a construir la “democracia bolivariana”. Y ésta nunca ha aparecido por ningún lado. Muy por el contrario, lo que se construyó fue un modelo político centralizado, antidemocrático y “militarista”; bajo la conducción de un “Comando Cívico-Militar de la Revolución” y, del cual se han derivado esa retahíla de “Estados Mayores” hasta por quítame esa paja. Por eso cada vez que hay una situación crítica en un área determinada del país -Chávez y ahora Maduro- nombra un rimbombante “Estado Mayor” que, a la larga, se convierte en un cascaron burocrático y vacío, con el cual se desangra aún más los recursos del erario público.

EJE ECONÓMICO: destinado a la dizque construcción de un “modelo económico productivo, humanista, sustentable y diversificado”. Y en estos 16 años ha ocurrido todo lo contrario: el modelo económico construido ha sido improductivo (nada se produce y todo es importado). Amén de la destrucción adrede del aparato productivo nacional por etiquetarlo como “burgués”, “capitalista” y “proimperialista”. De “humanista” no tiene nada y muy por el contrario ha sido extremadamente “deshumanizado” al llevar a millones y millones de nacionales a vivir en condiciones precarias y miserables de mayor pobreza. La desesperación de los venezolanos por alimentos y medicinas básicas, en las colas de la pobreza, es el mejor mentís a los resultados “revolucionarios” buscados. Verbigracia que el modelo económico de esta tiranía roja jamás se preocupó por la diversificación de la producción, sino que persistió en el error de la dependencia petrolera. El bajón de los precios del petróleo ha sido como la soga al cuello del modelo centralista al no ser ni sustentable, ni diversificado. A lo cual se le suma el derroche infernal evidente, la corrupción irrefrenable y ese proceso de endeudamiento externo abismal (con China, Rusia y de otros países). No hay dólares para satisfacer la ingente demanda de importaciones de productos e insumos requeridos y la moneda nacional quedó pulverizada ante el valor del patrón dólar. Las reservas internacionales se redujeron y el PIB sufre de recaídas graves. Y la inflación es la más alta del mundo.

EJE SOCIAL: destinado a “cancelar la deuda social y lograr la justicia social”. Al contrario de este objetivo: se ha incrementado la deuda social con los millones de pobres y la clase media (hoy empobrecida). La gente deambula como zombis en la azarosa actividad nueva de “bachaquear” productos para poder sobrevivir. El déficit de atención en salud, educación, vivienda, seguridad, empleo y servicios públicos; ha impactado considerablemente. Y las injusticias sociales se han disparado a niveles insólitos ante el derrumbe del modelo económico centralista. El Estado totalitario le debe a los trabajadores hasta lo más elemental: la cancelación completa del salario real ya que éste se ha deteriorado a grado extremo. En estos días, para coronar los éxitos “revolucionarios”, Venezuela asumió el liderazgo del país más miserable del mundo.

EJE TERRITORIAL: que pretendía la “desconcentración del poder y equilibrio en el desarrollo territorial”. La realidad: todo se decide en Caracas, en el seno de la gran élite de poder centralizado. Los Gobernadores y alcaldes son unos simples “jarrones chinos” que nada deciden. La descentralización del poder y transferencias de competencias a las regiones fue hecha añicos. Las acumulaciones de problemas y demandas populares desbordan a este desgobierno. No hay respuestas y soluciones a nada. Y el desequilibrio en el desarrollo territorial ha crecido como nunca antes. Los tsunamis sociales por regiones se convierten más bien hoy en una seria amenaza contra este Estado centralista y totalitario rojo rojito.

EJE INTERNACIONAL: Para “fortalecer la soberanía nacional en un marco de un mundo pluripolar”. La dependencia política del régimen cubano es obvia e indiscutible. Desde la Habana se diseñan y monitorean los grandes planes y estrategias en la conducción política del país. Y el plano económico pasamos a depender del “imperio chino”. A los chinos les debemos hasta el modo de andar. Por años se continuará suministro de petróleo a China a bajo costo, por el pago de grandes deudas contraídas con ese país. El “imperio chino” sin un pelo de tonto, recibe además de este desgobierno de Maduro beneficios sustanciales por la firma de convenios “chimbos” para la explotación de la faja petrolera del Orinoco, minas de oro de Guayana y del área de infraestructura. Lo de lo pluripolar con todos los países del planeta es una gran mentira, por aquello de las conductas de hostilidad constante hacia EEUU, Europa y Colombia. La violación constante de los DDHH contra ciudadanos nacionales de la disidencia, mantiene a este desgobierno en la mira de varios organismos internacionales sobre la materia y de varios países del “mundo pluripolar”.

Ante esos famosos Ejes de la derrota y el fracaso, los venezolanos de a pie. Debemos anteponerlo el Eje Único de la unión y la lucha persistente por un cambio estructural de claro perfil democrático, de libertades públicas, soberano, con poderes públicos autónomos; de economía productiva y ética de trabajo; adónde impere la justicia social, se respeten los derechos humanos y se reconstruya el proceso de descentralización de poderes y competencias hacia las regiones… ¡sol de vida plena democrática, decente, moderna, de progreso y libertad!




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