sábado, 29 de agosto de 2015

¡PLANES LUCIFERINOS!

En la Habana los Castros, junto a la Farc y el desgobierno de Maduro, han puesto en marcha un “plan maquiavélico” para tratar de mantenerse en el poder en Venezuela, manejando a su antojo la política de Estado y la economía del país; que arroja luces a cada rato a través de los principales voceros rojos rojitos en los shows mediáticos “populistas”, con la denominación de la “transición hacia el socialismo”.

En ese proceso introducen variables estratégicas que causan conmoción nacional e internacional, porque la “revolución socialista” dialécticamente la mueven en distintos escenarios (incluyendo lo internacional), en correspondencia con el momento político y el manejo de las piezas del ajedrez para avanzar en esa dirección (atizar problemas fronterizos con Guyana, el “imperio” o lo más reciente con Colombia). Además, en esos análisis, siempre está presente lo que ellos denominan la “ofensiva o contraofensiva revolucionaria” ante los supuestos planes del “imperio y oligarquías aliadas” (de “promover” el descontento socio-político en Venezuela.

De tal manera que, en esa especie de “subcultura paranoica” de que son perseguidos por todos los flancos por “enemigos contrarevolucionarios”, estimulan siempre las confrontaciones violentas (la “lucha de clases”, dicen) y allí dejan claro que no les importa para nada al ser humano, quién es el blanco de los abusos de poder, se les despoja de la libertad, de la vida. O lo convierten en un ser sin conciencia de la realidad, esclavizado, tonto útil y “carne de cañón” de sus “planes luciferinos”. “El terrorismo de Estado” pasa a ocupar un lugar privilegiado para frenar o inmovilizar a los contrarios (la cárcel, las acciones criminales de los paramilitares/”colectivos” rojos rojitos; las injusticias de los tribunales del terror, el acoso permanente de la policía política o las amenazas públicas y directas del gran “zar de Miraflores”).

No obstante, ese supuesto manto de invulnerabilidad, presenta los cráteres de la inviabilidad de ese modelo totalitario, registrado por la historia y por el presente de una Venezuel con “el agua al cuello” por el caos nacional y el desastre socioeconómico, político y ético. Venezuela presenta resultados de una gestión catastrófica, de una verdadera tragedia humana sin precedentes (escasez crónica de alimentos y medicinas; inseguridad y violencia infernal; hiperinflación con record mundial, corrupción galopante y una imagen fotográfica de un país en ruina y pobreza inigualable, que no cuenta ni con los dólares básicos para paliar el hambre que ya está azotando a miles y miles de hogares venezolanos.

La cortina de humo dizque de lucha contra el “paramilitarismo colombiano”, es para tapar el fracaso estruendoso de ese modelo castrista-farc-chavo-madurista, suspender las elecciones parlamentarias que tienen ya perdidas y crear una crisis de repercusión nacional e internacional para justificar sus planes diabólicos totalitarios y criminales (“Estados de excepción”). Sin embargo, la procesión social va por dentro y no habrá tiranía alguna que la ataje en ese rumbo de conquistar la luz de la libertad, la democracia y el progreso.