lunes, 8 de julio de 2013

¡ANTE LA CRISIS NACIONAL, ASAMBLEA CONSTITUYENTE YA!

El “poder constituido” actual está bajo la influencia absoluta de la autocracia roja-rojita dirigida por los Castro, Maduro y su combo, por lo tanto esa realidad deja a merced de trampas y fraudes electorales la permanencia de esta élite de poder por tiempo indefinido en el ejercicio de este desgobierno ilegítimo, con lo cual se usurpan funciones en la toma de decisiones de Estado que afectan al colectivo nacional. Y en consecuencia, está circulando la propuesta de convocar a una Asamblea Constituyente para “Refundar a la República” en los términos del ejercicio de un conjunto de principios democráticos y del estado de derecho.

La Asamblea Constituyente es una salida pacífica y constitucional por la grave crisis nacional que padece la República y por el creciente descontento popular ante la falta de respuestas a la problemática socio-económica y política planteada diariamente por los ciudadanos. Ésta representa el “Poder originario”, la verdadera “soberanía popular”, cuyo objeto será la de promover cambios sustanciales en la estructura del “poder constituido”.

Ningún poder actual, ni siquiera el Tribunal Supremo de justicia, estaría por encima de este “poder constituyente” que emana del poder supremo, que en el pueblo soberano en ejercicio. Por lo tanto éste último no tiene límites, sino lo que decida el “mandato popular” para por ejemplo, cambiar, modificar o suprimir decisiones de Estado o de los “poderes constituidos”. También puede modificar o cambiar la Constitución Nacional, sí así lo lo decidiese esta Asamblea Constituyente por mandato del pueblo soberano.

En los artículos del 347 al 349 de la Constitución Nacional se establecen los mecanismos para convocar a una “Asamblea Constituyente”, es decir el 15% de los de los electores inscritos debidamente en el Registro Civil y Electoral, quienes acudiríamos ante el CNE a solicitar un Referéndum para la convocatoria a dicha Asamblea. Los integrantes de ésta serían postulados por organizaciones civiles, por grupos de ciudadanos organizados y partidos políticos. Y los mandatos que emanen de esta “Asamblea Constituyente” son de obligatorio cumplimiento por todos los “poderes constituidos” y por todos los ciudadanos de la República venezolana.

Dejar que las cosas se “derrumben” por su propio peso o permitir que los “poderes constituidos” sigan haciendo lo que les dé la gana, atendiendo directrices políticas de gobiernos extranjeros como el de Cuba; es dejar que la República se muera en nuestras propias manos, sin haber hecho nada para salvarla. O también estaríamos contribuyendo a abonar el terreno para un enfrentamiento físico entre los mismos nacionales, lo cual sería trágico, lamentable e inadmisible.

La Asamblea Constituyente, sin duda, constituye una salida pacífica, constitucional, electoral y rápida para salir de la crisis nacional actual. ¡Tú decides!




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