“SUPREMA FELICIDAD” O EL HALLOWEEN DE MIRAFLORES

Todos los versados en la materia coinciden en señalar que el fenómeno socio-cultural de Halloween es de origen celta, que data de hace más de 2000 años y que ha transitado por evidentes etapas de evolución hasta la actualidad. De su génesis de corte religioso y de antesala al día de los difuntos; hasta la hoy conocida mezcla de fantasías, cuentos de fantasmas y apariciones. Y en especial los disfraces que hacen de estas fiestas una verdadera expresión de la diversidad cultural especialmente de Europa, Canadá, EEUU y América Latina. Quizás por ello, cercano a la fecha de celebración de Halloween, la alta dirigencia de Miraflores decidió disfrazarse de antemano, para que no se viera el verdadero rostro de la crisis y caos nacional, con la fantasía que deja en el ambiente la creación de un Viceministerio de la “Suprema Felicidad”.

De esta manera, el Halloween del “desastre económico” lo llaman desde Miraflores, la “guerra económica” del “imperio y los apátridas”. No obstante que, algunos actores de Palacio, se quitan el disfraz y enseñan el rostro desnudo de la realidad por algunos instantes, cuando se escucha a Merentes hablar de las “perturbaciones de la economía nacional” y que están “asfixiando la sociedad: la inflación, la escasez y el sistema cambiario”. Quizás en Merentes hubo una evolución a lo Halloween, desde el inicio del Gobierno de Chávez hasta al presente de Maduro. No obstante con disfraz o no, todos los venezolanos padecemos en “carne propia” las “perturbaciones de la economía” cuando vamos al mercado y no encontramos la leche para los “chamos”, la harina pan apara hacer las arepas o el papel tualét para cumplir con las tareas obligatorias del aseo personal. O cuando “pegamos el grito en el cielo” y observamos los siderales precios de los productos básicos, bienes y servicios ante un menguado salario que no nos alcanza para cubrir las necesidades diarias del hogar.

El Halloween asociado al “día de los difuntos” es más que evidente con las cifras rojas de las miles de personas que son víctimas de los malandros. De los pranes de las cárceles con los cuales coquetea públicamente el régimen, pero quiénes tienen en su haber muchos muertos por encargo. Del sicariato que anda de rueda libre por el país asociado a la droga de la muerte. O de los propios “guardianes del orden” que, como gatillos alegres”, celebran a lo grande su Halloween con frecuencia, cuando descargan las balas de sus armas contra la vida de tantos y tantos inocentes nacionales.

El Halloween de Miraflores trata de hacernos ver de que son ejemplo de pulcritud, honestidad y sobre todo de ética en el manejo administrativo de los fondos públicos, pero sólo es una simple fantasía mediática o de comedia de teatro, porque allí están los 19 expedientes administrativos documentados contra un Diosdado que hizo desastre cuando fue Gobernador de Miranda. O los señalamientos persistentes, sin ser investigados a fondo, por la acumulación de inmensas fortunas mal habida del clan del mismo Diosdado o los clanes de pudrimillonarios rojo rojitos como el de Ramírez PDVSA, Merentes, V. Mora, Andrade y el de JVR; entre otros. Amén del Halloween de los “soles” verde oliva con el negocio del narco-tráfico.

De modo que, sobre los festines de Halloween hay demasiada tela que cortar. Mientras tanto, conscientes o no, muchísimos venezolanos también nos ponemos nuestras máscaras para no ver el despeñadero por dónde se enrumba el país. Pero las fiestas pasan y la realidad está allí incólume, sin Halloween. ¡A despertar!

¿PLAN MUERTE SEGURA?

Pareciera que los venezolanos han asimilado con creces el contenido de esa inmortal novela del ruso Nikolai Ostrovski, “Así se templó el acero”, para hacer frente con valentía increíble a ese eclipse del modelo autocrático de Gobierno de Maduro, al tratar éste de imponer a lo Jalisco sus fallidos y fracasados planes, como el de “Patria Segura”, en lo relativo al tema de la violencia e inseguridad, que viene azotando al país entero y se transforma en baños de sangre cotidianos y pérdidas incalculables en bienes y propiedades de los ciudadanos.

Una muestra de lo dicho son los habitantes del Estado Sucre que, en un ejercicio claro de velar por el respeto de la soberanía popular contemplada en la actual Constitución Nacional se declararon de hecho en “rebeldía civil”, ante las amenazas frecuentes de perder la vida por las incursiones del hampa y para colmo ¡increíble! de manos de los propios dizque “guardianes del orden” y de la “seguridad ciudadana”. Por eso los nativos de Cumaná y Cariaco (con Paros Cívicos) y más recientemente los de Carúpano (con su tsunami social) -por ejemplo- se hastiaron de contemplar esa especie de paz miserable o de la muerte, con la cual a través de la mentira y la manipulación oficial -la élite que desgobierna- trata de oscurecer ese futuro de hermosos cardúmenes de sueños en libertad, democracia, esperanza y progreso de una vida colectiva diferente y de calidad para todos los nacionales.

Hay muchas dudas sobre las causas de este fenómeno social en Venezuela, pero sí hurgamos en el análisis psico-social, con apego a la variable socio-histórica, determinamos la construcción de la categoría -Autoimagen Negativa- de los venezolanos, referida a la “cultura de la violencia”. Que se remonta a esa herencia de los conquistadores de siglos pasados –según Rufino blanco Fombona- citado por el escritor cumanés, Jesús Torres Rivero, en su obra “La Huella Insondable”, cuando relata de cómo ¨las pasiones, la violencia y el crimen” se conjugaron para que se expresará esa “mentalidad anárquica” de los nacionales.

Así mismo, los ciudadanos podemos identificar a esa actitud de “brazos cruzados y no tan cruzados del “Estado Rojo” ante este fenómeno socio-cultural de la violencia y la inseguridad, al convertirlo en “caldo de cultivo” para expandirlo a niveles inimaginables y sobre todo incontrolable en cada rincón del país. O mejor cuando observamos de cómo ese mismo Estado “va con todo” en eso de la manipulación del “lumpen”, al convertirlo en sujeto social de apoyo al poder dominante del “chavecismo” o del castro-madurismo . De allí que no son inocentes las medidas permanentes de dejar en libertad a miles y miles de malandros, sin cumplir con la rigor técnico-legal que exige cada caso. O al ver a la “fosforito” en plenas labores de comulgar con los pranes para negociaciones mafiosas a trastienda, con claro fines politiqueros.

Sólo que, muchas veces, estos planes maquiavélicos centralistas e inconsultos chocan con los intereses de las comunidades y se producen los rechazos inevitables. El caso de un pueblo de Cariaco rebelado (mediante un Paro Cívico y movilizaciones múltiples) contra un Proyecto de construcción de una cárcel en la zona, obligando –al final al Gobierno- de dejar a un lado dicho proyecto. O cuando la “Sociedad Civil” de la capital de Sucre, Cumaná, convocó a un exitoso Paro Cívico en contra de la violencia y la inseguridad, logrando que voceros al alto gobierno se sentaran con la Dirigencia Civil (organizadora del Paro) a tomar medidas inmediatas.

O lo más reciente con el tsunami de Carúpano, sector de Playa Grande, cuando una poblada enardecida decidió tomar la “administración de justicia” con sus propias manos, al quemar la sede del CICPC y a varios vehículos oficiales. Motivo: funcionarios de ese cuerpo policial asesinaron con alevosía indescriptible, a cuatro pescadores de ese sector por motivos aparentemente insulsos. En fin, a manera de síntesis de este escrito: el Plan del oficialismo rojo, no es “Patria Segura”, sino más bien un “Plan Muerte Segura”. ¡Luchar por un cambio socio-político en Venezuela luce inevitable…eso sí con el concurso de todos!

SUCRENSES SE REBELAN CONTRA LA VIOLENCIA E INSEGURIDAD

Apoyado en vivencias, fuentes de información diversas y reflexiones he escrito varios artículos de opinión sobre el fenómeno de la violencia e inseguridad en Venezuela. Y sin duda, lo seguiré haciendo porque el drama social que éstas generan deja secuelas indescriptibles de luto y dolor, especialmente para los grupos familiares y comunidades que son afectadas terriblemente por este cáncer social.

El Estado Sucre es la muestra palpable de la gravedad de esta patología social que, ha llegado al límite de desbordamiento, cuando los ciudadanos han tenido que recurrir a recursos extremos de la protesta social (paros cívicos, marchas, trancas de vías, tomas de instituciones oficiales, quemas de cauchos …) para hacerse escuchar, porque los personeros del Gobierno sólo se han limitado a colocar ineficaces "pañitos calientes", mientras el problema se mantiene allí incólume o, peor aún, expandiéndose y cobrando sin contemplaciones vidas humanas. O dejando en el desconcierto, terror o miedo a miles y miles de personas que han tenido que cambiar sus hábitos cotidianos propios de la vida moderna, para encerrarse en sus viviendas, trancando puertas y ventanas desde tempranas horas de la tarde, para intentar evadir de ser la próxima victima del crimen o del mosaico de delitos de toda laya (asesinatos, robos, violaciones, atracos, secuestros, extorsiones…).

Pero lo más grave de lo dicho, es que ya con mucha frecuencia, en el estado Sucre, son funcionarios policiales y de seguridad del gobierno, los señalados en ser cómplices o de participar directamente en acciones delictivas, en las cuales han resultadas muertas personas a balazos o a través de la aplicación de procedimientos crueles y antihumanos; ciudadanos de “carne y hueso” miembros de comunidades ubicadas en la jurisdicción de esta entidad regional.

Lo más reciente (hace pocas horas) y con niveles de escándalo público: un alto funcionario del CICPC de Carúpano asesinó a tiros, a cuatro (4) personas, pescadores de la comunidad de “Playa Grande”, contigua a Carúpano, por motivos subalternos o porque –según la versión vecinal- se encontraba en total estado de ebriedad. Semanas atrás dos jóvenes de la Comunidad de El Tacal, cerca de Cumaná, también fueron encontrados asesinados, cuando fueron detenidos con antelación, por funcionarios de la policía del Estado. La lista de casos es larga y recorre silvestre la información entre familiares y amigos, víctimas de estos atroces crímenes. Crímenes que quedan impunes ante los ojos de instituciones que dizque administran justicia en el país. Y quizás por ello –justificada o no- esa reacción violenta de los vecinos de “Playa Grande”, que optaron por tomar la justicia por sus propias manos quemando un vehículo del CICPC, incendiando cauchos y trancando enardecidos la vía nacional Carúpano-Cumaná y otras vías aledañas.

El Gobierno de Maduro se ha mostrado ciego, sordo y mudo ante esta dramática situación de descomposición social e institucional del país. Sigue echándoles la culpa a otros. Los estallidos sociales están ocurriendo regionalmente y son el preludio de un tsunami nacional de grandes proporciones. ¡El que tenga ojos que vea…y el que tenga oídos que escuche!

LA PROSTITUIDA VIOLACIÓN A LA SOBERANÍA NACIONAL

El Gobierno de Maduro, siguiendo los pasos del fallecido “Comandante Supremo”, mantiene doble cara en eso de la “defensa de la soberanía nacional, independencia y autodeterminación”, porque por un lado se muestra acérrimo enemigo del “imperio” ante este tema, con amenazas y acciones constantes que mantienen en vilo y complicadas las relaciones con los EEUU, pero por otra parte ante los ojos de los nacionales y el mundo se muestra complaciente y estableciendo hasta lazos de dependencia y subordinación, por demás inaceptable, con países cómo Cuba y China, en el área política y económica respectivamente. Amén de lo que ocurre, de una manera insólita ante las narices de todos y en especial por el dizque Gobierno “supranacionalista” rojo rojito, con respecto a la violación sistemática de la soberanía nacional con el tema de las concesiones de exploración otorgadas por Guyana, o la permanencia en territorio nacional, haciendo lo que les viene en gana, de la guerrilla colombiana y los “garimpeiros” de Brasil.

En efecto, muy recientemente, un grupo de diputados disidentes conformaron “La Movida Parlamentaria” para hacer seguimiento a estos asuntos y denunciar las reiteradas amenazas a la soberanía nacional, con la clasificación y concreción de la siguiente información, a manera de síntesis.
1.-La existencia entre 70.000 y 150.000 cubanos en territorio venezolano, con presencia –incluso- de militares cubanos de alto rango, que imparten órdenes a militares venezolanos de los cuadros medios y bajos. Identificando a los Generales cubanos Herminio Rodríguez, Frank Yánez y Leopoldo Cintra Frías en estos menesteres. Así mismo señalan a las cubanas Rosa Campo Alegre, que elabora pensum de estudio de las policías del país y a Bárbara Castillo de encargada de compras en Pdvsa. De igual modo denuncian la presencia de a un alto funcionario cubano, Ramiro Valdés, de responsable de “solucionar la cris eléctrica” y de instalar un sistema de espionaje telefónico a disidentes, a través del cable submarino Cuba-Venezuela.

2.-La presencia de grupos guerrilleros extranjeros en la zonas de fronteras venezolanas, quienes “cobran vacunas”, extorsionan y hasta asesinan personas consideradas por éstos de “enemigos”. Aseguran que lo más grave es que setos grupos irregulares hasta son aceptados para que “impartan justicia”, ente la ausencia de las instituciones del Estado. Verbigracia de que guerrilleros participan en acciones de intimidación a electores en comicios electorales que son celebrados en el país.

3.-La falta de contundencia de la Cancillería venezolana ante las concesiones de exploración otorgadas por Guyana en la fachada atlántica de la zonas en reclamación. Pero, mostraron su satisfacción por la contundente reacción por parte de la Armada Venezolana, al detener a uno de los buques de exploración petrolera en la referida zona.

Para todos es sabido, que en las zonas de la Guayana Venezolana y el Estado Amazonas, son constantes las incursiones de “garimpeiros” de Brasil en territorio venezolano para extraer oro y diamantes, para operar con actos genocidas y de etnocidios contra pueblos y comunidades indígenas. O contra la flora, fauna y ríos; es más que cotidiano. Y el Gobierno de Maduro con mutis absoluto, haciéndose el loco o, participando cómo cómplice, a trastienda, con actores de los países extranjeros señalados en esas descaradas y humillantes conductas antinacionales. ¡La retórica “nacionalista” y "antiimperialista" roja rojita es pura paja!.

LA FUERZA ROJA EN “PICADA”

Siguiendo el guión de los Castro y los manuales de la clásica doctrina militar –Maduro- lanza dardos envenados por todos lados, para tratar de frenar el desmoronamiento de su desgobieno y fuerzas de apoyo ante la crisis heredada de su “Comandante Supremo” en materia económica, política, social, institucional y sobre todo ética. Por supuesto, esto no lo exime de corresponsabilidades frente al desastre nacional, porque él ha sido desde el inicio de la gestión oficial del “chavecismo” una de las figuras protagónicas e incondicionales del mesías de Sabaneta.

La muerte del caudillo, sin duda, dejó sin habla a los delfines del entorno de confianza por mucho tiempo. Después lo que han hecho es balbucear sobre algunos asuntos trascendentes para el país, pero jamás sin la “pegada” del otrora de la “liga mayor”. Por eso cómo nunca esta tarea política y de direccionalidad estratégica del dizque proceso “revolucionario-socialista”, la asumen con pasión de beatos marxistas y por intereses económicos y geopolíticos los “barbudos” de la Habana. Han avanzado un poco en imponer su modelo de país, pero no lo suficiente por la complejidad de la sociedad y el Estado venezolano. Por ese fuerte arraigo en los venezolanos por los valores y principios democráticos. Y Por esa capacidad inmensa de los nativos para resistir los embates represivos y descalificadores provenientes de la autocracia roja-rojita.

Amén de lo que se siente en el ambiente nacional de posibles estallidos sociales ante la inaguantable situación por la carestía de alimentos. Déficit de dólares para importar medicinas, repuestos e insumos de toda índole. El grave cuadro hiperinflacionario que pulverizó los salarios de los trabajadores. La violencia e inseguridad irrefrenable. La destrucción del aparato productivo nacional. La corrupción y el narcotráfico galopante. El entreguismo descarado de la soberanía nacional ante Cuba y China. El dramatismo colectivo por los apagones y los graves problemas con los servicios de agua y por el deterioro evidente de los servicios públicos de salud, educación, transporte y de un largo etcétera.

Por todo lo anterior, las fuerzas cívico-militares del proceso castrista lucen menguadas en cantidad y calidad, con el añadido del desgaste natural en el poder por más de 14 años. Una muestra de lo dicho: Maduro, Diosdado, Jaua y Ramírez lucen como “bueyes cansados” y hasta señalados por sus propios partidarios de ineptos, corruptos, déspotas, impositivos y de cuestionada credibilidad. La procesión va por dentro y las protestas por descontento social es rutina. En gran parte del territorio nacional van divididos para las elecciones municipales del 8D, con candidaturas disidentes independientes o por miembros del mismo GPP (PCV, MEP…)

Verbigracia los desprendimientos que han sufrido de sus fuerzas de apoyo con la salida de organizaciones nacionales que hoy son opositoras y respaldan a líderes de la talla de Ismael García, Henri Falcón (Lara), Liborio Guarulla (Amazonas), José Albornoz, entre otros. Y no se nos puede olvidar que, en las pasadas elecciones nacionales, Capriles le ganó a Maduro (está en el poder por fraude), porque gran parte de los “chavistas” apoyan ahora de una manera voluntaria y consciente a la opción disidente de Capriles. ¡Qué paradoja de la historia y de la política, porque ahora resulta que la fuerza de cambio de la masa está en movimiento acelerado, consciente y moral (¿constituyente?), pero para dar al traste con esta pesadilla autocrática, militarista y pro cubana…liderada por Maduro y sus enchufados!

¿OFENSIVA O HUIDA HACIA ADELANTE?

Maduro y la élite cívico-militar de incondicionales vienen aplicando como loros las enseñanzas de los Castro de la Habana, el “legado” del fallecido “Comandante Supremo” y los contenidos de los manuales de la doctrina militar, cuando hablan -a diestra y siniestra- que pasarán a la “ofensiva política” para “derrotar” a los supuestos planes del “imperio” y de la “derecha apátrida”. Pero que, analizando con cierta frialdad a dicha “ofensiva”, ésta se distancia en su esencia de lo planteado por el padre de la estrategia militar Can Von Clausewitz, en eso de lograr los objetivos políticos, porque están dando mayor prioridad a la presencia militar que al componente civil. O quizás ello se deba a la situación de ingobernabilidad en que se encuentra hoy Venezuela, que no da para otra cosa y por eso aplican la estrategia al revés. O mejor dicho simplemente están huyendo hacia adelante, pero simulando que tienen el control político sobre todo.

Tampoco podríamos desdeñar las lecciones históricas en el “Arte de la Guerra” de Sun Tzu de aplicar correctamente la estrategia cuando se esté seguro de poder explotar la situación para sacarle provecho, según lo exijan las circunstancias, pero que lo anterior no estaría vinculado a procedimientos determinados. Sin duda, Maduro y su combo, están ansiosos porque la disidencia caiga en su estrategia de provocar una confrontación armada, para ellos operar con soltura, porque los dueños de las armas para la guerra son ellos y no cómo lo pretende hacer ver el inefable, mentiroso y manipulador José Vicente Rangel de que la cuestión es todo lo contrario.

Chávez, asumiendo el tutelaje político del régimen cubano, siempre repetía hasta el cansancio, a través de sus teatros mediáticos, que “la Revolución Bolivariana tiene armas y hombres dispuestos a usarlas en caso de necesidad para defenderla”. E insistía, como lo viene haciendo Maduro, en “radicalizarla”. Sólo que el “ilegítimo”, por aplicar un evidente fraude electoral y por haber nacido en Cúcuta, Colombia. O porque realmente ha mostrado una total incapacidad para gobernar al país y desprecio por el contenido de la Constitución Nacional, el tiro le está saliendo por la culata. Y en el ambiente lo que se huele es la presencia arrasadora de un verdadero tsunami social, más fuerte que el “Caracazo”, que daría al traste, sin duda, con este “gobiernito” de pacotilla.

Así mismo, no se trata tampoco de “taparear” la praxis política de la vanguardia de la disidencia que, es fácilmente demostrable, no ha estado a la altura de las circunstancias al mostrar flancos débiles en la direccionalidad política del proceso o porque también se le “olvidaron” de las lecciones de Clausewitz y Sun Tzu en la aplicación acertada y oportunas de las estrategias para lograr los objetivos políticos deseados, de dar al traste con esta pesadilla que encierra este modelo autocrático, militarista y pro cubano.

Las rectificaciones del liderazgo disidente se hace necesaria para enmendar la plana de conquistar, con la participación de todos, el sendero de la libertad, la democracia, un Estado de derecho y justicia; y se materialice la esperanza de poder contar con el país soñado productivo, con ética de trabajo; descentralizado, próspero, independiente y generador incesante de oportunidades, creatividad y bienestar para todos los nacionales.

¡MILITARISMO AUTOCRÁTICO…ENGAÑIFA CONTRA EL PUEBLO!

No es mi intención de irrumpir contra las instituciones militares y del conjunto de sus componentes señalándolos como los únicos responsables de la grave crisis nacional que padece la República. Pero hay un nivel de corresponsabilidad que no puede ser soslayado y menos aún escudarse en aquello de la doctrina obediencial que priva en las Fuerzas Armadas, donde el verticalismo en las líneas de mando podría alejar cualquier consideración sobre el espíritu democrático que privaría a la hora de la toma de decisiones, en el contexto en una determinada gestión de Gobierno.

El fallecido caudillo de Sabaneta se encargó, con esa habilidad endemoniada para domesticar disensos, de imponer su tesis de la presencia de militares en casi toda la estructura del Estado con el argumento de que son “eficientes y disciplinados” y porque la gente –según él- no estaba preparada todavía para los “procesos de participación transformadora”. De esta forma, el otrora Plan Bolívar 200 fue el gran comienzo de la participación de los militares en la gestión de gobierno “chavecista”. Pero, también el inicio de un fuerte olor al azufre de la corrupción de individualidades militares en estos programas sociales destinados a favorecer a los pobres de Venezuela, aunque se solapó con explicaciones públicas dudosas del propio Chávez -de “pequeños errores”- siendo que fue evidente los desvíos de recursos para determinados fines, hacia otros gastos no determinados o justificados.

Con el tutelaje de Fidel y Raúl Castro de Cuba, Chávez y la élite de incondicionales de la denominada dizque “Revolución Bolivariana y Socialista” se ve fortalecida, aún más, la presencia de militares en todo el aparato institucional del Estado venezolano, quienes son designados por el dedo del caudillo, a ocupar importantes cargos desde Ministros, Gobernadores, Diputados hasta Alcaldes de cualquier municipio del país. No obstante, sin exagerar, los delitos contra el Fisco Nacional, crecieron exponencialmente. A tal punto que, con excepciones de la regla, en la mayoría de los casos de corrupción detectados aparecen involucrados funcionarios militares incondicionales al mismo Chávez. Y él mismo justificaba estos ilícitos con el razonamiento de que estos procesos de “cambio revolucionario” traía consigo muchas “imperfecciones”, muchos vicios, pero que esta “nueva estructura naciente había que cuidarla, potenciarla y fortalecerla”.

Pasado el tiempo, su heredero Maduro, se sienta sobre las bayonetas de los uniformados verde oliva y le es imposible dar un paso sin contar con la venía de esta élite militar. La cual sin duda, es la que posee las riendas del poder de la República. Así mismo por los desvaríos de Maduro y su evidente incapacidad para manejar con destreza los asuntos del Estado y la sociedad, las contradicciones internas han aflorado y en los círculos sociales se habla de un gran descontento, porque la crisis nacional con fuerte inclinación de rumbo al despeñadero económico, social y político; los coloca en una difícil situación.

El rumor de fuertes estallidos sociales por el tsunami de los altísimos índices inflacionarios, las devaluaciones sucesivas de la moneda nacional con respecto al dólar, la grave escasez de productos, bienes y servicios; la irrefrenable violencia e inseguridad; los escandalosos casos de corrupción y narcotráfico. Amén de la abierta incapacidad para dar respuestas a las demandas populares; no deja duda de la factibilidad de otro “caracazo”. Así pues, el militarismo autocrático se juega sus cartas para mantenerse en el poder en Venezuela, bajo el mecanismo de la Habilitante neo tiránica impulsada por Maduro y los Castros. En contraste, una gran masa crítica y beligerante de ciudadanos se expresa en las calles mediante protestas sociales de toda laya, amparados en lo contemplado en la Constitución Nacional de luchar por garantizar derechos intransferibles en pro de la justicia, la equidad, la libertad, la democracia y el progreso para todos. ¡Habrá mucha luz en el túnel!

LOS MISERABLES CON PODER

Jamás pensaron los dueños del poder rojo en Venezuela que, Víctor Hugo, el escritor inmortal de esa extraordinaria obra, “Los Miserables”, a 14 años del cacareado “Socialismo del Siglo XXI, por esas paradojas de la historia y los desvaríos de los hombres, le enrostrara por la lectura de sus contenidos, sus inconsecuencias y deslealtades con los oprimidos o, excluidos sociales como suelen repetir los voceros oficiales de esta rimbombante retórica teatral dizque “revolucionaria”.

Las críticas que solían hacer (y hacen) por las cadenas mediáticas en contra de las desigualdades y el supuesto fundamentalismo económico del modelo neoliberal capitalista, hoy se estrella salvajemente con la realidad y la verdad de un paradigma autocrático militarista, represivo y cruel que hizo añicos la ética pública al nadar en el mar de la más espantosa corrupción. La degradación extraordinaria y evidente del sistema de justicia. Por promover inhumanas condiciones de vida, trabajo y salariales del proletariado que decían defender. Por generar altos niveles de pobreza, clima de violencia, muerte y desesperanza de miles y miles de nacionales sometidos al más espantoso de los desamparos. O porque el aparato de Estado en la actualidad, se convirtió en una maquina trituradora de todos los derechos constitucionales. Y las palabras “libertad”, “democracia” y “progreso” son calificadas de “subversivas y desestabilizadoras” ante los ojos incrédulos de las desamparados y discriminados por este régimen despótico pro cubano miserable.

Maduro, heredero de Chávez, ha sido corresponsable de que varios grupos de poder expandieran sus tentáculos por todo el tejido institucional y social de la República, para que un Diosdado, Merentes, Ramírez, Andrade, Rangel o El Aissami; en desmedro de los condenados de la tierra, acumularan inmensos capitales, a través de empresas fantasmas o formación de negocios a trastienda, bajo el amparo de mafias enquistadas en esferas del poder del Estado. Víctor Hugo, en sus acciones contra el poder que representaba Napoleón III, lo menospreció con sus escritos satíricos, bautizándolo como “Napoleón el pequeño”. No sé, pero guardando las distancias históricas y de los personajes, Chávez y Maduro han sido tan “pequeños” o mejor tan “miserables”, que algún día este pueblo de noble corazón y de infinita grandeza ante las adversidades, los colocará en el sitio que merecen, muy cercanos sin duda, a los lugares adónde Lucifer dejó plantado para siempre las semillas y formas de castigo ante la maldad y la traición.

Por eso, vamos atrevernos a acompañar a uno de esos personajes históricos de Víctor Hugo, en esta memorable obra “Los Miserables”, para imaginarnos el porvenir: “calles de la ciudad inundadas de luz, ramos verdes en los umbrales, las naciones hermanas, hombres justos, los ancianos bendiciendo a los niños, los pensadores en completa libertad…extinguido el odio, la fraternidad del taller y de la escuela…el trabajo, el derecho, la paz para todos, no más sangre vertida, no más guerras, ¡las madres dichosas!”.

¡UNIDAD Y LUCHA DEL PUEBLO DE CARIACO DERROTÓ IMPOSICIÓN CENTRALISTA!

Uno se imagina la reacción encolerizada y de desconcierto de la Ministra del Sistema Penitenciario de Maduro, Iris Varela, ante la firme, valiente y unitaria actitud de la mayoría del pueblo de Cariaco, Estado Sucre, de no permitir la construcción de una cárcel en una zona productiva y tranquila donde conviven una porción importante de habitantes del Municipio Ribero. De esta manera, obligados por la presión popular, todos los diputados del Consejo Legislativo Regional, tomaron la decisión histórica de echar para atrás el Proyecto de Construcción. Una victoria sin precedentes de este glorioso pueblo sucrense, que logró trascender por encima de las fronteras ideopolíticas; en especial, por encima de la posición originaria del partido de gobierno (Psuv) que se colocó al lado de la postura oficialista y centralista, para finalmente aliarse con el espíritu colectivo y unitario que privó en el seno del pueblo de Cariaco.

De nada valieron las poses autosuficientes de la referida miembro del Gabinete Ministerial de Maduro ante los medios de comunicación nacional y regional o, de las reiteradas visitas al estado Sucre para hablar sobre el Proyecto de Construcción de una cárcel en territorio sucrense, que jamás fue consultado con los pobladores y dirigentes sociales de esa localidad. Ese proyecto iba y punto era su mensaje impositivo, que parecía contar con la venia de los Dioses del Olimpo. Sólo que nunca llegó a imaginar que ese pueblo bravío, sólo conocido por aquel famoso terremoto de años atrás, que desapareció vidas, arruinó sembradíos, viviendas, escuelas e infraestructura variada; se colocaría de nuevo en la palestra nacional, pero ahora con la valiente y firme decisión de impedir que se construyera una cárcel, que a los ojos de todos los nacionales es sinónimo de delitos, muertes, drogas y vicios de impredecibles consecuencias negativas para la tranquilidad social de ese colectivo local.

Cualquier mundano poco observador podría pensar que todo fue fácil, pero hay decir a todo pulmón a través de “radio bemba” y por distintas vías alternativas de comunicación , que fue una lucha muy dura, porque no fue cualquier cosa enfrentarse a las amenazas, hostigamientos, persecuciones y “militarización” de la zona por órdenes del poder central y regional. Los pobladores y sus dirigentes naturales con sabiduría e inteligencia pusieron en práctica distintas formas de lucha, organización y movilización. Desde el envío de correspondencias, solicitud y presencia en entrevistas, reuniones y visitas a instituciones involucradas regionales y del nivel central; hasta las marchas pacíficas, tomas de calles y vías nacionales. O el impedimento con la presencia física y firme de la gente, para impedir que las maquinas de los movimientos de tierra dejaran sembrada la semilla de esa cárcel del ocio, del odio y de la muerte.

Una batalla simbólica de este hermoso y heroico pueblo de Cariaco en las tierras del Gran Mariscal y prócer de la independencia nacional. Cuánto aprendizaje para todos los nacionales o, mejor cuánta dignidad y moral encontramos de reserva en este país, que está obligado a resurgir de las cenizas impuestas por el despotismo rojo y sus aliados del neocoloniaje de Cuba y China. ¡Viva el pueblo de Cariaco…carajo!

AUTOCRACIA MILITARISTA Y NEOCOLONIALISMO CHINO-CUBANO EN VENEZUELA

Todo pareciera indicar que vivimos un retroceso histórico cómo aquella época del “gorilismo” militar que sufrieron varios países del Cono Sur, pero qué por esas paradojas de los fenómenos sociales hoy ocurre en Venezuela, bajo el liderazgo cuestionado de Maduro, uno de los operadores protagónicos del cacareado “Socialismo Revolucionario Bolivariano”. Lo cierto es que, casi todo el aparato de Estado en Venezuela, se encuentra bajo el control casi absoluto de los militares. Y el mismo Maduro, sin que nada le quede por dentro, con gran desparpajo anuncia en la actualidad, una reestructuración de su Gabinete, siguiendo la concepción del paradigma militar.

Nada novedosa esta medida por cierto, porque cuándo Chávez ejerció la Presidencia de la República jamás se apartó del uso del enfoque y doctrina militar, en ese manejo muy personal, caudillista de la administración del Estado y con repercusiones innegables en la sociedad venezolana en su conjunto. Maduro por las carencias propias de su formación académica, por tratar de hacer lo mismo que Chávez, en una burda y grotesca imitación de su padre político o; por seguir al pie de la letra las recetas a sus mentores políticos militaristas los hermanos Castros de Cuba; se le entiende el por qué adoptó el perfil de los uniformador verdes para aplicarlos cómo beato religioso a la institucionalidad criolla. La mezcla, sin duda, de esos componentes señalados, la realidad es que, en este país y con las experiencias obtenidas en los procesos vividos en América Latina, el “militarismo gorila” ha sido un gran fracaso.

A lo anterior le añadimos la conducta sumisa y entreguista de esta cúpula “militaroide” venezolana en pro de los intereses geoestratégicos y económicos del “imperialismo chino”, con la excusa inaceptable de fondo, de cambiar de la “dependencia” del “imperialismo gringo” por la del “imperialismo asiático”. Cuya muestra ilustrativa es la firma, por parte de Maduro, del más reciente convenio China-Venezuela, en el cual se hace entrega de las reservas de oro más grande de Venezuela, “Las Cristinas” en Guayana, la número dos en América del Sur y colocada como sexta de mayor importancia del mundo. Amén de los convenios leoninos en materia petrolera por millones y millones de barriles de petróleo a futuro, a cambio de pagos por deudas e intereses siderales que estos generan.

El régimen cubano, tras bastidores, se presenta como el más grande artífice de estos negocios “chimbos” contra los intereses nacionales, pero que en estas jugadas de alto tenor, una Cuba en crisis permanente, se ve aliviada económicamente por las tajadas que recibe, en su papel de comodín, por la materialización de estas transacciones. Amén del tutelaje político que ejerce directamente el “Castrismo” hacia la cúpula roja nativa e intromisión descarada en las diferentes áreas estratégicas de nuestro país.

Por eso no es tiempo de titubeos: ¡A luchar, sin desmayo, contra el “gorilismo autocrático militaroide” y por la independencia definitiva de nuestra nación ante el “imperio chino” y ante el régimen cubano! ¡Conquistemos una Venezuela dónde impere la libertad, la democracia y el progreso!

CUBA Y CHINA PISOTEAN LA SOBERANÍA NACIONAL

La historia siempre implacable enrostraría a los protagonistas de este régimen cuestionado hoy hasta la saciedad por tirios y troyanos, de haber desperdiciado tres quinquenios en gestiones de gobiernos absurdas e inadmisibles y mucho más allá, para una variedad de analistas, de sobrepasar el límite de lo ridículo. Tan diestros en la retórica y praxis del camuflaje, no sé cómo podrían escaparse del hondo contenido de la frase de Bolívar: “hemos arado en el mar”,- la cual repetían una y otra vez en coros teatrales de los actos proselitistas. Pero con la singularidad –ahora ellos- para esconderse en el lugar que les corresponde: el basurero de la historia, dado a los procesos acumulados de ser los principales responsables del actual desastre nacional que asfixia a la República.

El caudilló fallecido, en sus arrebatos “antiimperialistas”, que hoy corean sus delfines, con Maduro a la cabeza, se cansaron de despotricar contra la dependencia política y económica de cualquier país del “Tercer Mundo” y se rasgaron las vestiduras por Mercosur y porque éste debía asumir un papel protagónico, llevando por delante siempre el factor ideopolítico y atrás, en la retaguardia, todo lo referente a la economía. Se satanizó a más no poder al “imperio del norte” cómo el Lucifer de los males que padecen los pueblos de América Latina y en especial de Venezuela.

Pero esa no priorización por el factor económico y por no enfrentar con políticas y planes serios al fenómeno de la pobreza, sustituyéndolos por la retórica insulsa “marxistoide” y pro modelo cubano dejó al país sin siquiera poder contar con las hojas de parra para esconder la desnudez de una catástrofe socio-económica, institucional, moral y ética. De allí que Maduro, incapaz de llenar el vació histriónico del caudillo de Sabaneta, se perdió en los vericuetos infernales de la devaluación de la moneda, carestía de productos básicos de la dieta diaria, hiperinflación incontrolable, la corrupción sideral, la violencia e inseguridad y la incapacidad manifiesta para resolver los problemas que demandan cotidianamente los diversos sectores de la sociedad; cayó arrodillado y sin aliento en los brazos del “imperio chino”, bajo las directrices políticos del régimen cubano, que aprovechándose de las circunstancias afianzó sus tentáculos invasivos hacia todo el tejido del estado y la sociedad venezolana.

En esta voltereta de la historia y en la búsqueda de un camino de futuro con progreso, bienestar para todos, en libertad y democracia…estamos obligados a luchar con denuedo para romper con los lazos de la dependencia y recolonización ante Cuba y China, países que violan descaradamente nuestra soberanía nacional…nuestra riqueza nacional petrolera, oro e inmensa riqueza hídrica y fabulosa biodiversidad de nuestra flora y fauna…debemos ponerla al servicio de todos los nacionales, sin discriminaciones odiosas….no obstante deberá imperar la justicia, la garantía del respeto a los derechos constitucionales y los poderes públicos deben gozar de autonomía e independencia…la descentralización debe resurgir como una poderosa herramienta para enfrentar juntos los desafíos y retos contra la pobreza en todas sus manifestaciones…¡Viva Venezuela! ¡Abajo la dependencia con Cuba Y China! ¡Viva la libertad! ¡Viva la democracia!