sábado, 19 de octubre de 2013

¿OFENSIVA O HUIDA HACIA ADELANTE?

Maduro y la élite cívico-militar de incondicionales vienen aplicando como loros las enseñanzas de los Castro de la Habana, el “legado” del fallecido “Comandante Supremo” y los contenidos de los manuales de la doctrina militar, cuando hablan -a diestra y siniestra- que pasarán a la “ofensiva política” para “derrotar” a los supuestos planes del “imperio” y de la “derecha apátrida”. Pero que, analizando con cierta frialdad a dicha “ofensiva”, ésta se distancia en su esencia de lo planteado por el padre de la estrategia militar Can Von Clausewitz, en eso de lograr los objetivos políticos, porque están dando mayor prioridad a la presencia militar que al componente civil. O quizás ello se deba a la situación de ingobernabilidad en que se encuentra hoy Venezuela, que no da para otra cosa y por eso aplican la estrategia al revés. O mejor dicho simplemente están huyendo hacia adelante, pero simulando que tienen el control político sobre todo.

Tampoco podríamos desdeñar las lecciones históricas en el “Arte de la Guerra” de Sun Tzu de aplicar correctamente la estrategia cuando se esté seguro de poder explotar la situación para sacarle provecho, según lo exijan las circunstancias, pero que lo anterior no estaría vinculado a procedimientos determinados. Sin duda, Maduro y su combo, están ansiosos porque la disidencia caiga en su estrategia de provocar una confrontación armada, para ellos operar con soltura, porque los dueños de las armas para la guerra son ellos y no cómo lo pretende hacer ver el inefable, mentiroso y manipulador José Vicente Rangel de que la cuestión es todo lo contrario.

Chávez, asumiendo el tutelaje político del régimen cubano, siempre repetía hasta el cansancio, a través de sus teatros mediáticos, que “la Revolución Bolivariana tiene armas y hombres dispuestos a usarlas en caso de necesidad para defenderla”. E insistía, como lo viene haciendo Maduro, en “radicalizarla”. Sólo que el “ilegítimo”, por aplicar un evidente fraude electoral y por haber nacido en Cúcuta, Colombia. O porque realmente ha mostrado una total incapacidad para gobernar al país y desprecio por el contenido de la Constitución Nacional, el tiro le está saliendo por la culata. Y en el ambiente lo que se huele es la presencia arrasadora de un verdadero tsunami social, más fuerte que el “Caracazo”, que daría al traste, sin duda, con este “gobiernito” de pacotilla.

Así mismo, no se trata tampoco de “taparear” la praxis política de la vanguardia de la disidencia que, es fácilmente demostrable, no ha estado a la altura de las circunstancias al mostrar flancos débiles en la direccionalidad política del proceso o porque también se le “olvidaron” de las lecciones de Clausewitz y Sun Tzu en la aplicación acertada y oportunas de las estrategias para lograr los objetivos políticos deseados, de dar al traste con esta pesadilla que encierra este modelo autocrático, militarista y pro cubano.

Las rectificaciones del liderazgo disidente se hace necesaria para enmendar la plana de conquistar, con la participación de todos, el sendero de la libertad, la democracia, un Estado de derecho y justicia; y se materialice la esperanza de poder contar con el país soñado productivo, con ética de trabajo; descentralizado, próspero, independiente y generador incesante de oportunidades, creatividad y bienestar para todos los nacionales.

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