jueves, 31 de octubre de 2013

“SUPREMA FELICIDAD” O EL HALLOWEEN DE MIRAFLORES

Todos los versados en la materia coinciden en señalar que el fenómeno socio-cultural de Halloween es de origen celta, que data de hace más de 2000 años y que ha transitado por evidentes etapas de evolución hasta la actualidad. De su génesis de corte religioso y de antesala al día de los difuntos; hasta la hoy conocida mezcla de fantasías, cuentos de fantasmas y apariciones. Y en especial los disfraces que hacen de estas fiestas una verdadera expresión de la diversidad cultural especialmente de Europa, Canadá, EEUU y América Latina. Quizás por ello, cercano a la fecha de celebración de Halloween, la alta dirigencia de Miraflores decidió disfrazarse de antemano, para que no se viera el verdadero rostro de la crisis y caos nacional, con la fantasía que deja en el ambiente la creación de un Viceministerio de la “Suprema Felicidad”.

De esta manera, el Halloween del “desastre económico” lo llaman desde Miraflores, la “guerra económica” del “imperio y los apátridas”. No obstante que, algunos actores de Palacio, se quitan el disfraz y enseñan el rostro desnudo de la realidad por algunos instantes, cuando se escucha a Merentes hablar de las “perturbaciones de la economía nacional” y que están “asfixiando la sociedad: la inflación, la escasez y el sistema cambiario”. Quizás en Merentes hubo una evolución a lo Halloween, desde el inicio del Gobierno de Chávez hasta al presente de Maduro. No obstante con disfraz o no, todos los venezolanos padecemos en “carne propia” las “perturbaciones de la economía” cuando vamos al mercado y no encontramos la leche para los “chamos”, la harina pan apara hacer las arepas o el papel tualét para cumplir con las tareas obligatorias del aseo personal. O cuando “pegamos el grito en el cielo” y observamos los siderales precios de los productos básicos, bienes y servicios ante un menguado salario que no nos alcanza para cubrir las necesidades diarias del hogar.

El Halloween asociado al “día de los difuntos” es más que evidente con las cifras rojas de las miles de personas que son víctimas de los malandros. De los pranes de las cárceles con los cuales coquetea públicamente el régimen, pero quiénes tienen en su haber muchos muertos por encargo. Del sicariato que anda de rueda libre por el país asociado a la droga de la muerte. O de los propios “guardianes del orden” que, como gatillos alegres”, celebran a lo grande su Halloween con frecuencia, cuando descargan las balas de sus armas contra la vida de tantos y tantos inocentes nacionales.

El Halloween de Miraflores trata de hacernos ver de que son ejemplo de pulcritud, honestidad y sobre todo de ética en el manejo administrativo de los fondos públicos, pero sólo es una simple fantasía mediática o de comedia de teatro, porque allí están los 19 expedientes administrativos documentados contra un Diosdado que hizo desastre cuando fue Gobernador de Miranda. O los señalamientos persistentes, sin ser investigados a fondo, por la acumulación de inmensas fortunas mal habida del clan del mismo Diosdado o los clanes de pudrimillonarios rojo rojitos como el de Ramírez PDVSA, Merentes, V. Mora, Andrade y el de JVR; entre otros. Amén del Halloween de los “soles” verde oliva con el negocio del narco-tráfico.

De modo que, sobre los festines de Halloween hay demasiada tela que cortar. Mientras tanto, conscientes o no, muchísimos venezolanos también nos ponemos nuestras máscaras para no ver el despeñadero por dónde se enrumba el país. Pero las fiestas pasan y la realidad está allí incólume, sin Halloween. ¡A despertar!




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