AUTOCRACIA MILITARISTA Y NEOCOLONIALISMO CHINO-CUBANO EN VENEZUELA

Todo pareciera indicar que vivimos un retroceso histórico cómo aquella época del “gorilismo” militar que sufrieron varios países del Cono Sur, pero qué por esas paradojas de los fenómenos sociales hoy ocurre en Venezuela, bajo el liderazgo cuestionado de Maduro, uno de los operadores protagónicos del cacareado “Socialismo Revolucionario Bolivariano”. Lo cierto es que, casi todo el aparato de Estado en Venezuela, se encuentra bajo el control casi absoluto de los militares. Y el mismo Maduro, sin que nada le quede por dentro, con gran desparpajo anuncia en la actualidad, una reestructuración de su Gabinete, siguiendo la concepción del paradigma militar.

Nada novedosa esta medida por cierto, porque cuándo Chávez ejerció la Presidencia de la República jamás se apartó del uso del enfoque y doctrina militar, en ese manejo muy personal, caudillista de la administración del Estado y con repercusiones innegables en la sociedad venezolana en su conjunto. Maduro por las carencias propias de su formación académica, por tratar de hacer lo mismo que Chávez, en una burda y grotesca imitación de su padre político o; por seguir al pie de la letra las recetas a sus mentores políticos militaristas los hermanos Castros de Cuba; se le entiende el por qué adoptó el perfil de los uniformador verdes para aplicarlos cómo beato religioso a la institucionalidad criolla. La mezcla, sin duda, de esos componentes señalados, la realidad es que, en este país y con las experiencias obtenidas en los procesos vividos en América Latina, el “militarismo gorila” ha sido un gran fracaso.

A lo anterior le añadimos la conducta sumisa y entreguista de esta cúpula “militaroide” venezolana en pro de los intereses geoestratégicos y económicos del “imperialismo chino”, con la excusa inaceptable de fondo, de cambiar de la “dependencia” del “imperialismo gringo” por la del “imperialismo asiático”. Cuya muestra ilustrativa es la firma, por parte de Maduro, del más reciente convenio China-Venezuela, en el cual se hace entrega de las reservas de oro más grande de Venezuela, “Las Cristinas” en Guayana, la número dos en América del Sur y colocada como sexta de mayor importancia del mundo. Amén de los convenios leoninos en materia petrolera por millones y millones de barriles de petróleo a futuro, a cambio de pagos por deudas e intereses siderales que estos generan.

El régimen cubano, tras bastidores, se presenta como el más grande artífice de estos negocios “chimbos” contra los intereses nacionales, pero que en estas jugadas de alto tenor, una Cuba en crisis permanente, se ve aliviada económicamente por las tajadas que recibe, en su papel de comodín, por la materialización de estas transacciones. Amén del tutelaje político que ejerce directamente el “Castrismo” hacia la cúpula roja nativa e intromisión descarada en las diferentes áreas estratégicas de nuestro país.

Por eso no es tiempo de titubeos: ¡A luchar, sin desmayo, contra el “gorilismo autocrático militaroide” y por la independencia definitiva de nuestra nación ante el “imperio chino” y ante el régimen cubano! ¡Conquistemos una Venezuela dónde impere la libertad, la democracia y el progreso!