CUBA Y CHINA PISOTEAN LA SOBERANÍA NACIONAL

La historia siempre implacable enrostraría a los protagonistas de este régimen cuestionado hoy hasta la saciedad por tirios y troyanos, de haber desperdiciado tres quinquenios en gestiones de gobiernos absurdas e inadmisibles y mucho más allá, para una variedad de analistas, de sobrepasar el límite de lo ridículo. Tan diestros en la retórica y praxis del camuflaje, no sé cómo podrían escaparse del hondo contenido de la frase de Bolívar: “hemos arado en el mar”,- la cual repetían una y otra vez en coros teatrales de los actos proselitistas. Pero con la singularidad –ahora ellos- para esconderse en el lugar que les corresponde: el basurero de la historia, dado a los procesos acumulados de ser los principales responsables del actual desastre nacional que asfixia a la República.

El caudilló fallecido, en sus arrebatos “antiimperialistas”, que hoy corean sus delfines, con Maduro a la cabeza, se cansaron de despotricar contra la dependencia política y económica de cualquier país del “Tercer Mundo” y se rasgaron las vestiduras por Mercosur y porque éste debía asumir un papel protagónico, llevando por delante siempre el factor ideopolítico y atrás, en la retaguardia, todo lo referente a la economía. Se satanizó a más no poder al “imperio del norte” cómo el Lucifer de los males que padecen los pueblos de América Latina y en especial de Venezuela.

Pero esa no priorización por el factor económico y por no enfrentar con políticas y planes serios al fenómeno de la pobreza, sustituyéndolos por la retórica insulsa “marxistoide” y pro modelo cubano dejó al país sin siquiera poder contar con las hojas de parra para esconder la desnudez de una catástrofe socio-económica, institucional, moral y ética. De allí que Maduro, incapaz de llenar el vació histriónico del caudillo de Sabaneta, se perdió en los vericuetos infernales de la devaluación de la moneda, carestía de productos básicos de la dieta diaria, hiperinflación incontrolable, la corrupción sideral, la violencia e inseguridad y la incapacidad manifiesta para resolver los problemas que demandan cotidianamente los diversos sectores de la sociedad; cayó arrodillado y sin aliento en los brazos del “imperio chino”, bajo las directrices políticos del régimen cubano, que aprovechándose de las circunstancias afianzó sus tentáculos invasivos hacia todo el tejido del estado y la sociedad venezolana.

En esta voltereta de la historia y en la búsqueda de un camino de futuro con progreso, bienestar para todos, en libertad y democracia…estamos obligados a luchar con denuedo para romper con los lazos de la dependencia y recolonización ante Cuba y China, países que violan descaradamente nuestra soberanía nacional…nuestra riqueza nacional petrolera, oro e inmensa riqueza hídrica y fabulosa biodiversidad de nuestra flora y fauna…debemos ponerla al servicio de todos los nacionales, sin discriminaciones odiosas….no obstante deberá imperar la justicia, la garantía del respeto a los derechos constitucionales y los poderes públicos deben gozar de autonomía e independencia…la descentralización debe resurgir como una poderosa herramienta para enfrentar juntos los desafíos y retos contra la pobreza en todas sus manifestaciones…¡Viva Venezuela! ¡Abajo la dependencia con Cuba Y China! ¡Viva la libertad! ¡Viva la democracia!