jueves, 21 de agosto de 2014

RACIONAMIENTO PROCUBANO PARA “MAL VIVIR”

Maduro, atendiendo a las órdenes de los hermanos Castro, a propósito de reciente visita a Cuba, anunció como una panacea ante la escasez de productos básicos de la dieta diaria (no dijo ni pio por la escasez infernal de incontables rubros de todo tipo) una libreta de racionamiento y sistema de control electrónico para las compras en los centros comerciales (sean públicos o privados), con el mismo perfil (copia al carbón) de esta medida totalitaria de control social y “mal vivir”, puesta en práctica en Cuba, desde hace más de 50 años.

Este Plan de racionamiento se inició progresivamente con el “Comandante Supremo” y a instancia de los dos octogenarios dictadores de la Habana. Maduro sólo le ha correspondido ejecutarlo, modernizarlo tecnológicamente, ampliarlo y masificarlo; porque se siente con la “soga al cuello” ante el caos socioeconómico reinante en el país. O porque ensayaron una y otra vez, a través de las gigantescas colas (inducidas o no) de controlar la salvaje escasez en el país, para hacerlo ver –ahora-como una necesidad obligatoria de este desgobierno de “toripollo” de “ordenar” el diluvio. O mejor: para responder al gran Plan Estratégico de imponer a ritmo adecuado, el parapeto fracasado –históricamente- del “Socialismo del Siglo XXI” en Venezuela. Esta suma de las partes nos arroja el todo del Estado totalitario que se está implantado en esta República de contraste, con la otrora bandera de la libertad de aquél Bolívar emancipador ante el colonialismo español.

Válidas o no las hipótesis planteadas, Venezuela se ha convertido en un verdadero infierno, en un auténtico estado de locura, que deja atrás los contenidos inimaginables y de fantasiosos pesadillas de las geniales obras literarias del siempre recordado Kafka. Incluso, no sé si me extralimito en mis apreciaciones, pero para el record Guiness no deberíamos estar muy lejos ante las situaciones demenciales, que nos ha tocado vivir a los nacionales, por las extravagancias inverosímiles de los dueños del poder absoluto, en este país que cuenta con una extraordinaria riqueza petrolera.

Pero ligado a lo anterior, se agrega el derrumbe estrepitoso de la economía nacional por la caída inducida de grandes, medianas y pequeñas empresas; por ese afán ideológico enfermizo de “acabar con el Estado burgués” y concentrar todo el poder en manos del “Estado Socialista”; es decir en las riendas de la boliburguesía, las castas de poder de los grandes enchufados en el Gobierno, los corruptos de toda laya; del régimen cubano y los imperios de China y Rusia. El racionamiento no es sólo alimentario, sino que cubre la soberanía nacional y será transformado en un mecanismo perverso de control de la conducta colectiva, especialmente destinado a asfixiar a la crítica, a la oposición y la disidencia en todas sus manifestaciones. ¡Si no estás con el desgobierno de Maduro, no comes!, pareciera ser el mensaje de trasfondo de este totalitarismo rojo procubano. ¡Dictadura o democracia!, sigue siendo nuestro dilema existencial! ¡Qué esperamos! ¡Tú decides!

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