martes, 6 de noviembre de 2012

LA SALUD PÚBLICA CONVALECE ENFERMA

Sólo basta con darse una “vueltica” por los hospitales, ambulatorios, consultorios de “Barrio Adentro” y hasta centros asistenciales privados en Venezuela; para uno mismo visualizar la gran cantidad de personas de todas las edades, que mantienen congestionados estas instituciones de salud, solicitando atención médica, ante diversas enfermedades y un entorno socio-ambiental crítico.

Un indicador incuestionable de que algo anda mal en materia de salud pública en el país son los registros epidemiológicos, que forman parte por cierto, del nuevo arsenal de la “confidencialidad discrecional” del modelo autocrático imperante. Con lo cual son maquillados los lunares de las enfermedades emergentes y re-emergentes, para proyectar sólo la sonrisa colectiva teatral del “mar de la felicidad” en que vive, supuestamente, la mayoría de los venezolanos.

No obstante, las gentes de las comunidades de la provincia venezolana, a través de los medios de comunicación social, reuniones vecinales y “radio bemba”; divulgan el incremento de las visitas a los centros asistenciales para solicitar atención médica ante los padecimientos en las vías respiratorias, diarreas de diversa naturaleza y dengue; desnutrición y malnutrición; accidentes de tránsito y heridas por causa de la violencia y por enfermedades crónicas degenerativas; entre otras.

Aun cuando la causalidad de estas patologías es múltiple, sin duda, el ambiente físico nacional presenta un cuadro deprimente, que determina la reaparición de estos padecimientos, por ejemplo, por aumento del desbordamiento de las aguas de cloacas y por la basura acumulada en calles, barrios y urbanizaciones. O la contaminación de las aguas, alimentos y el aire. Asociado a lo anterior, los actores institucionales actúan sin conciencia, compromiso social y sin adoptar medidas preventivas para estos casos, incurriendo en fallas y omisiones inaceptables; desvalorizando pues, la presencia de grupos humanos susceptibles de contraer las referidas enfermedades por la influencia de estos factores socio-ambientales.

En casi todas las gestiones de los gobiernos que defienden la descentralización se instalaron red de ambulatorios y hospitales, que con el concurso de Organizaciones Comunitarias y programas de Educación para la Salud y Prevención de Enfermedades, mantenían a raya muchos de esas enfermedades emergentes y re-emergentes. Pero con la criticada gestión gubernamental nacional, todo eso fue frenado y la atención en salud hacia los ciudadanos retrocedió a niveles importantes, entre otras cosas, porque todo fue centralizado, “politizado” y pasó a depender del dedo del caudillo de Miraflores.

Revertir esta situación crítica en el ámbito del sector salud nacional, implica retomar el concepto de la descentralización, desarrollar procesos de modernización bajo el principio de la gerencia estratégica, “despolitizar” el sector, cumplir y ampliar los beneficios laborales al personal; coordinar esfuerzos multi-institucionales y multidisciplinarios y, profundizar el tema de la participación comunitaria en la toma de decisiones en la gestión. ¿Quién le pone el cascabel al gato? …¡Amanecerá y veremos!



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