domingo, 8 de septiembre de 2013

DECEPCIÓN DE LOS TRABAJADORES ANTE LA AUTOCRACIA ROJA

El fallecido encantador de serpientes supo colocar a una gran masa de trabajadores a favor de sus prédicas humanistas y de cambios radicales ante una sociedad y un estado enfermos. La consigna de “socialismo humanista” le abrió las puertas de la esperanza de importantes sectores del cacareado “proletariado”, que soñaba con alcanzar el paraíso prometido, con el supuesto derrumbe de los muros de la pobreza y las calamidades sociales que ésta concentra en sus entrañas.

Los cambios en la estructura económica, jurídica, instituciones, poderes públicos y en lo ideológico no se hicieron esperar. Chávez dejó al país como un campo de batalla, después de una lucha a muerte por la victoria ante los adversarios, o mejor ante los “enemigos” como solía calificarlos en los contenidos de sus mensajes en aquellas escenas teatrales mediáticas del “Aló Presidente” o las cadenas que, casi a diario, se le imponía a los nacionales para que fuesen escuchadas. Maduro, al decir de varios analistas, sólo heredó un montón de escombros de lo que ellos denominan “el capitalismo neoliberal burgués”.

En verdad con las Misiones Sociales y con las mentiras repetidas mil veces asomaron ciertos vestigios de cambios para alumbrar esperanzas de redención social en el seno de los desposeídos. Pero la realidad de la vida cotidiana de los “condenados de la tierra”, pasados 15 años, empezaron a abrirles los ojos, de que todo era una farsa, que una cosa era el discurso edulcorado y otro sentir en carne propia el despojo firme y progresivo de conquistas sociales y laborales, a través de largos años de lucha en las calles o en los procesos de diálogo con los patrones privados o de los entes públicos. O también se pudieron dar cuenta de que sólo con sangre, sudor y lágrimas era posible arrancarle beneficios a la actual dirigencia roja del supuesto poder “revolucionario” y “socialista”. Los cambios, entonces, estaban oliendo a estiércol, que no eran tales cambios o mejor, en el esquema “gatopardiano”, se cambió todo para no cambiar nada. Al símil del fracasado modelo autocrático de los Castro de Cuba, quiénes incluso hoy día, ante el referido fracaso, dan señales de acogerse a ciertos patrones del odiado “capitalismo”.

Hoy para los trabajadores venezolanos el panorama no puede ser más sombrío: se le desconocen las cláusulas económicas y sociales establecidas en los convenios colectivos, leyes laborales, Constitución Nacional y, subsiste un clima grave de hostigamiento, represión, despidos e incluso de cárcel para los dirigentes sindicales más firmes y consecuentes en la defensa de los intereses de la masa proletaria. Un testimonio indiscutible de lo dicho lo constituye lo que ocurre en el seno de los trabajadores de las Empresas Básicas de Guayana, Pdvsa, Corpoelec e instituciones públicas del sector salud, educación formal y universidades del país. Amén de lo que pasa en el entorno social de los trabajadores ante el dramatismo infernal de la inseguridad, escasez, alta inflación, los apagones, déficit de empleos, la corrupción y la falta de respuesta a los demás problemas referidos a los servicios públicos, deficiencias del servicio de agua, atención en salud, vialidad y la morosidad con los programas de vivienda; entre otros.

En fin, los trabajadores sienten que el manoseado concepto marxista de la “plusvalía”, que encerraba el dizque robo del esfuerzo de trabajo de horas por parte de los “empresarios capitalistas”; ahora resultaba quedar en manos del Estado rojo rojito, que aparte de despojar a los trabajadores de esa plusvalía, también les regatea sus derechos al no asumirlos o violarlos hasta la saciedad, sin que poder público alguno logre imponer el espíritu de justicia, que debería prevalecer y ajustarse al consabido principio de la dizque “humanización socialista”.

¡Los descamisados pues, se encargan hoy, de quitarle la máscara a esta autocracia de la ignominia y están abriendo de par en par las puertas al futuro de la democracia, para que flamee por siempre las banderas de la libertad, el bienestar y el progreso para todos!

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