miércoles, 9 de diciembre de 2015

¡HISTORIA ESCRIBEN PUEBLOS, NO TIRANOS!

Chávez y su heredero Maduro, pretendieron borrar de un plumazo la historia heroica del pueblo venezolano en su lucha constante por la libertad, democracia y bienestar, queriendo suplantarla por sus guiñapos totalitarios, corruptelas, perversidades criminales, caos socioeconómico y entreguismo cínico en los brazos del régimen dictatorial cubano y a los “imperios” de China y Rusia. Con las recientes elecciones parlamentarias, el tiro les salió por la culata, porque el pueblo expresó mayoritariamente su descontento e indignación, otorgándole un triunfo contundente a la oposición democrática, la cual logró una mayoría calificada con 112 diputados vs 51 del “oficialismo” (faltan todavía resultados sobre varios diputados en reñida disputa).

Así mismo, pese al ventajismo descarado (todo el Estado nacional contra el pueblo), poder mediático, recursos financieros indeterminados para comprar “conciencia”, “guerra sucia” (de que la oposición quitaría beneficios sociales a los sectores más excluidos y a los trabajadores), planes criminales de los colectivos armados y demás mentiras; hasta en las zonas más emblemáticas del “chavismo”, éste recibió una paliza electoral monumental (Caracas, Barinas, Monagas, Bolívar, Aragua…). Con lo cual, la oposición podría legalmente defenestrar a altos representantes del desgobierno, convocar a un referéndum revocatorio a Maduro e incluso convocar a una Constituyente para re-institucionalizar a todos los poderes públicos del país. O mejor, desarrollar una agenda, adónde se prioricen leyes consensuadas con la gente para dar respuestas y soluciones al grave deterioro de la calidad de vida de los venezolanos.

No obstante, las primeras reacciones del dúo maléfico Maduro y Diosdado es una abierta “declaración de guerra” en contra de la mayoría calificada del nuevo parlamento y de no aceptar el claro y contundente mensaje del pueblo venezolano ante la adopción incondicional del paradigma fracasado de Estado y sociedad del régimen cubano, políticas económicas totalitarias y sus aderezos básicos de manifiesta incompetencia gerencial, corruptelas, narco-estado, colas de la escasez, empobrecimiento, hiperinflación, inseguridad…y pare usted de contar. Amén de los bajones terribles de los precios del petróleo, escasez de dólares para las importaciones, endeudamiento infernal, devaluaciones de la moneda, caída del PIB y de las reservas del fondo nacional. La situación socio-económica es muy grave y delicada. Y están latentes reacciones populares, al símil o peor que el famoso “Caracazo”.

El pueblo venezolano despertó, pero todos sabemos que no es suficiente y mucho menos si una parte de la vanguardia más tenaz y combativa se encuentra bajo las rejas represivas del régimen. Solicitar su liberación inmediata debe ir en paralelo con la agenda socio-económica. Por eso la tiranía, al parecer, lo ha entendido así y ya aseveró que no les daría su libertad. La lucha no ha cesado y nuevos enfrentamientos son atizados por el despotismo manifiesto de Maduro, Diosdado, los narco-soles y sus jefes políticos, los hermanos Castro de la Cuba sometida. Verbigracia que todavía la Alternativa Democrática, no cuenta con el diseño de un Proyecto común de país que entusiasme a todos los nacionales y termine de enterrar el Proyecto “comunistoide”, harto fracasado en todas partes del mundo.

El resonante triunfo logrado por la disidencia en Venezuela fue una tarea titánica al pasar de lo considerado imposible a lo posible. Preservar y ampliar con el pueblo organizado esa hermosa victoria constituye un reto y un desafió insoslayable. ¡Sigamos despiertos y luchando sin desmayar!




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