lunes, 8 de junio de 2015

“GUERRA ASIMÉTRICA” CONTRA EL PUEBLO

La paranoia del fallecido “Comandante Intergaláctico” de acabar con el “imperialismo gringo” y todo lo que oliera a sistema capitalista no tiene antecedentes en la historia de la psiquiatría moderna. Es la misma patología que heredó de los castros, cuyo saldo (después de 56 años de “revolución”) ha sido mayor pobreza, ruina y miseria para toda la población cubana. Pero de los Castro, como muchacho con juguete nuevo, se copió no sólo el modelo socio-político; sino también de los condimentos estratégicos para conservarlo (“Guerra estratégica”). Y a su vez (al igual que los nombrados) configurar una especie de cruzada “antiimperialista” de carácter mundial, con la ayuda y cooperación de países con similares banderas totalitarias (Irak, Irán, Libia, China, Rusia, Corea del Norte, Bielorrusia, Nicaragua, Bolivia; entre otros). El heredero del “Comandante Supremo” (Maduro) ha seguido al pie de la letra lo dictaminado por éste y, por supuesto, por los dos octogenarios “dictadorzuelos” de la Habana.

La “Guerra asimétrica”, “guerra popular” o “guerra de cuarta generación” es radicalmente diferente a la concepción convencional sobre este tema de las confrontaciones armadas. Su filosofía, doctrina, formas de lucha y organización son distintas a las aplicadas por las fuerzas armadas tradicionales. Las operaciones encubiertas, el uso de la inteligencia operacional y lo mediático, por ejemplo, sustituyen los enfrentamientos bélicos con aviones, tanques y otros equipos de la gran industria militar moderna en los campos de batalla. Esta modalidad de “guerra irregular” se aplica con maestría a través de operaciones sorpresas, en concordancia con las debilidades y fortalezas de los catalogados como “enemigos” (“pitiyanquis”, “apátridas”, “burgueses”, “capitalistas”). Con Chávez la concepción de la “Guerra asimétrica” fue adoptada como nueva doctrina en el seno de las Fuerzas Armadas Venezolanas, con el ingrediente de la alianza cívico-militar, adónde los “colectivos armados”, bandas organizadas y mafias de toda laya; cobraron inusitado poder en la estructura del Estado y la sociedad en general.

El enfermizo afán antiimperialista contra los gringos, tanto del régimen cubano, como su íntimo aliado el régimen venezolano, pasaron por alto o mejor fracasaron rotundamente en la concepción y manejo de la economía. El paradigma del totalitarismo económico no ha dado pie con bola en ninguna parte del mundo. Pretender manejar las leyes y actores de la economía como un cuartel, lo cual ha sido la muerte progresiva de este modelo del “Socialismo del Siglo XXI”. Por eso arruinaron a los productores del campo, a empresas y comercios. Ahora no hay alimentos, ni medicinas, ni repuestos, ni bienes, ni servicios, porque además se carece de dólares para las importaciones. Y el bajón de los precios del petróleo, el derroche, la corrupción, la ineptitud y la inseguridad han terminado por enterrar el cacareado “paraíso terrenal” propuesto mediáticamente por los protagonistas de la inefable y criminal “revolución socialista bolivariana”.

La “guerra asimétrica” “antiimperialista” terminó siendo una “guerra asimétrica” contra las condiciones y calidad de vida de las grandes mayorías nacionales que hoy ni siquiera tienen cómo alimentarse, ni curar sus enfermedades y mucho menos empleo, remuneración y educación dignos. A la “guerra asimétrica” de la tiranía “comunistoide” contra el pueblo hay que anteponerle la antítesis: un modelo socio-político democrático, en libertad y pensamiento plural; de economía productiva moderna y ética de trabajo; de respeto a los derechos y valores humanos; de auténtico estado de derecho, con poderes públicos autónomos y sentido de justicia; descentralizado y de participación ciudadana...¡Este es el camino para salir de este infierno!

No hay comentarios:

Publicar un comentario