martes, 16 de junio de 2015

¡LA TIRANÍA ES CONTRARIA AL DIÁLOGO!

Toda tiranía por su naturaleza y concepción ideopolítica es contraria al diálogo, porque está concebida por sus protagonistas para hacer todo lo contrario: el antidiálogo, la imposición antidemocrática y el uso de la fuerza bruta para reprimir y “aplastar” a los opositores, disidentes, críticos y, en general, a los ciudadanos indignados ante su aberrante forma de desgobernar. Así lo registra la historia desde hace muchos años y la misma historia viviente de hoy (Corea del Norte, Cuba o Venezuela, por ejemplo). Exigirles a los tiranos que se comporten como demócratas, es como esperar de una prostituta el comportamiento al símil de una virginal doncella entregada a la beatería y praxis del dogma religioso. Por lo dicho el régimen “Castro-chavo-madurista” es contrario al diálogo soñado por los integrantes de la MUD, por algunos militantes de la disidencia y por una gran mayoría de venezolanos deseosos de paz, armonía y convivencia humana. Sólo la presión social y las movilizaciones en el contexto nacional e internacional ha obligado al régimen a mostrar algunos dientes mediáticos de querer dialogar en determinados momentos políticos, pero cuando pasa la ocasión enseña sin miramiento alguno los colmillos auténticos del “lobo feroz” o mejor, del “gorilato militaroide” de las otrora dictaduras del Cono Sur.

Con el Chávez mediático el teatro del diálogo cobraba cierta vida, aunque su esencia de caudillo dictatorial lo mostraba a la luz, cuando amenazaba con cárcel o sometía al desprestigio público a quién osara discrepar de sus disparates reiterados por “Aló Presidente”. El rostro de ocasión con el disfraz de “Caperucita Roja”, nunca pudo ocultar totalmente su verdadera naturaleza de aquella bestia de terror de los cuentos de niños. Con Maduro no hay ocultamiento de la bestia y cuando pretende enseñar algunos dientes de “pinocho”, le sale el tiro por la culata. Por eso lo de “Mentira Fresca” encierra en síntesis su verdadera personalidad, con las muletillas de tirano aprendidas de Fidel y del mismo Chávez. Giordani, en su nuevo rol de limpiarse el rostro de la culpabilidad y hacer catarsis de mea culpa, le quita la máscara, cuando reitera sus denuncias públicas de la inexistencia de “liderazgo” por los predios de Miraflores, como queriendo decir: lo que hay es un impostor de tirano. Hay un enorme vacío en el ejercicio del poder genuino en Venezuela. Amén de la presencia del poder detrás del trono del cuestionado y despótico Diosdado.

El cacareado diálogo solo será útil, entonces, para materializar la etapa de transición de la tiranía a la democracia, porque ante las exigencias de cambio del modelo socio-político totalitario imperante, la respuesta del régimen ha sido más y más represión. Y se han atrevido a descalificas hasta los planteamientos críticos proveniente de la ONU, Parlamentos de Europa y América, prestigiosas personalidades del planeta y de más de cien ex -presidentes del mundo entero que –recientemente- le plantearon al Papa su preocupación por la violación DDHH, la existencia de presos políticos por criticar al régimen, convocatoria a elecciones transparentes y, abogan por buscar soluciones viables a la grave crisis socio-económica (y hasta humanitaria) por la cual atraviesa la República venezolana. Por eso, la consigna que cobra vigencia inestimable: ¡Insistir, resistir, vencer!



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