¡ALBOROTADOS ALACRANES EN EL SENO DEL MONSTRUO ROJO ROJITO!

El fallecido caudillo de Sabaneta tuvo la virtud de mantener con suma astucia la unidad en el seno de los alacranes rojos rojitos. El carisma innegable, lo aprendido e impuesto por los "dictadorzuelos" hermanos Castro de la Habana y la picardía teatral que mantuvo incólume como personaje destacado en ese medio, hicieron lo suyo en esa labor de unir a duras penas a Maduro, Aissami, Diosdado, Jaua, Giordani, Héctor Navarro, Ana Elisa Osorio, Isturiz, Cliver Alcalá, Jorge Rodríguez y otros de la jauría del entorno del gran fiasco y fracasada “Revolución Socialista del Siglo XXI” en Venezuela.

Pero, con la muerte del “Comandante Intergaláctico”, todo se derrumbó y los alacranes mencionados se atacaron entre sí como nunca y varios de ellos (Giordani, Navarro, Ana Elisa Osorio, Cliver Alcalá…) montaron su tienda aparte y le sacaron los trapitos al sol a los que se cobijaron bajo el manto protector de los grandes negocios, privilegios y corruptelas de todos los matices a nombre de la “revolución”, el “socialismo”, la “patria” y el “pueblo”. Sus cuestionamientos y críticas severas, no han tenido nada que envidiarle a los provenientes de los sectores opositores. Es más, con mucha frecuencia han sido más contundentes en sus declaraciones y posiciones públicas contra la cúpula podrida del poder de Miraflores, que los propios y naturales adversarios políticos a la tiranía.

Y los antiguos alacranes, junto a Marea Socialista, Aporrea y otros forman hoy la gran gama de disidentes al régimen y a sus procederes insólitos, especialmente en materia política y de la economía del país. Así, pues el nido de alacranes del entorno de Miraflores se dividió y, es evidente, que ello los debilitó y los colocó en el paredón del cáncer que es necesario extirpar para poder recuperar a la República que naufraga en aguas profundas.

Amén de que, ante la falta de absoluta de brillo y metedera de pata de todos los días del “mandamenos” de Miraflores, la lucha por el poder también atizó otro alboroto muy importante en el seno de los alacranes, que se pelean entre sí por el coroto del “supremo poder” y por ganarse el visto bueno del dictador octogenario Raúl Castro de Cuba. ¡El monstruo Frankenstein totalitario tiene también sus pies de barro!