TIRANÍA: ¿APLICA LA TEORIA DEL CAOS EN VENEZUELA?

Resulta sumamente sospechoso que, a propósito de la enorme presión internacional (entre ellas la de la OEA) y en menor medida la presión nacional, la tiranía se estaría jugando a “rosalinda”, aplicando con desparpajo la Teoría del Caos, que es manejada con mucha habilidad por los verdugos “fascistoides” del régimen castrista-cubano. La conjetura viene a colación ante las evidencias inocultables de la sincronización de hechos socio-políticos desestabilizadores que apuntarían en esa dirección y mantener así a los ciudadanos ocupados en su problemática social compleja y cotidiana; que la tiranía y sus mentores políticos de la Isla del Caribe, estarían atizando con singular maestría. Apoyados, sin duda, de un proceso de mapeo socio-político claro de las regiones (y de todo el país como conjunto), que, por sus características, brindan condiciones específicas para la focalización de la aplicación de la referida “Teoría del Caos”.

Por lo anterior, no debería sorprendernos el caos creado por la falta de gasolina en casi todo el país. Así, incontables gasolineras están impedidas de suministrar el preciado líquido a decenas de miles de vehículos particulares, del transporte público, transportes de alimentos, etcétera. Una parálisis escalofriante de Venezuela, que lleva en sus extrañas, nada menos que la etiqueta (y raya a la vez) de ser uno de los principales países productores de petróleo y sus derivados. Y esté desabastecimiento de gasolina traería consigo, además, se paralice no sólo el parque automotor, sino también los “emporios” industriales, electricidad y comerciales, convirtiendo al país en un auténtico “Macondo”, al símil de una de las grandes novelas de García Márquez.

Amén de la focalización de una situación de grave conflicto con las panaderías y en consecuencia la indignación colectiva ante el escamoteo insólito del producto más apreciado por los ciudadanos, el popular pan de las costumbres y tradición nacional. Y peor: confiscar panaderías y entregárselas para que sean “gerenciadas” -sin ton ni son- por la barbarie roja rojita, integrada por “colectivos de la muerte” y” malandros de toda laya”. Medida, por demás absurda, que pone hasta “patas para arriba” la teoría del mismísimo Marx, de dejar a un lado al lumpen (para él la “escoria social”) por ser desclasados, aventureros, oportunistas, delincuentes; que no tienen valores, principios y no respetan normas, ni leyes, ni nada. Los nacionales están reaccionado con protestas de calles, con mucha indignación colectiva contra la tiranía.
Verbigracia que, en cada región y localidad del país, hay cadenas de protestas sociales de calles ante la falta de alimentos, medicinas; por seguridad, servicio de agua, servicio de electricidad…Hoy, por ejemplo, la capital del Estado Sucre amaneció de protestas por todos lados por alimentos, medicinas, seguridad y porque suspendieron el servicio de agua por 18 horas y no consigue gasolina por ningún lado… ¡la ciudad vive una situación de caos total! Y, en algunas ciudades del país, de importante población estudiantil, las universidades están asediadas por las fuerzas “orden” y “colectivos armados”. A los estudiantes no se les garantiza su derecho al estudio y seguridad personal. ¡El caos en las universidades es evidente!

La Teoría del Caos encuentra asidero por las condiciones objetivas del drama social luciferina que reina en todo el país, pero también ésta cumple su propósito estratégico al servicio de la tiranía, al plantearnos esta interrogante: ¿ante esta ola de conflictividad social focalizados y sin articulación con los movimientos disidentes y opositores, cuántos de los nacionales están pendientes e incorporados activamente a las movilizaciones y acciones de apoyo a las propuestas de la OEA (aplicación de la Carta Democrática) y de las otras propuestas que han surgido de la comunidad internacional y nacional anti-tiranía, por la restitución del hilo constitucional y democrático; contra la represión brutal y la libertad de todos los presos políticos?.

¡Amigos, para la reflexión y el debate crítico!