martes, 3 de noviembre de 2015

¡MONSTRUOS FASCISTAS!

Hay un consenso nacional de que los venezolanos estamos viviendo una terrible pesadilla. Al símil de Gregorio Samsa, el personaje central de la gran obra literaria de Franz Kafka “Metamorfosis”, quien despertó una mañana, convertido en un monstruoso insecto. En esa obra, Kafka relata con maestría, el mundo de lo absurdo, en una mezcla de pesadillas, situaciones fuera de control, el ejercicio del poder absoluto y la búsqueda de la identidad; entre otras. ¿No es acaso, ese mismo mundo de lo absurdo, lo que vivimos hoy los venezolanos? Con la añadidura de que una gran mayoría nos dejamos encantar por las “caperucitas rojas”, transformadas por el transcurrir del tiempo, en “monstruos fascistas”. Y si Kafka viviera, quizás le sobrarían elementos para el contenido de otra gran obra literaria, extraída de la pesadilla colectiva de los nacionales: “Metamorfosis II”.

No sólo se trata de mirar en retrospectiva de los tiempos mejores, antes de la llegada de la “metamorfosis revolucionaria”, porque también como Samsa, los sueños del ayer, se convertirían en otra mortificación ante la desesperanza de hoy. Chávez, el caudillo militar barinés, se encargó de vender exitosamente la idea de la “revolución socialista” para beneficiar a los sectores más pobres de la sociedad venezolana, para lo cual había que arrasar con el Estado, leyes, ideología y la economía capitalista neoliberal. De esta forma, promovió una alianza cívico-militar. Las fuerzas armadas “como agente de cambio”, que copió de Claus Héller – y él repetía-. No obstante en ese juego estratégico perverso, en una primera fase de su desgobierno, insistió para el público de galería, en el concepto de “democracia participativa y protagónica como gobierno del pueblo” y lo asociaba a los “derechos humanos como derechos del pueblo”. Era el tiempo del disfraz de “caperucita roja”.

Su formación y praxis militar influyó sobre el “Comandante eterno” para idealizar el paradigma de un gobierno militarista por encima de lo civil. Además de nutrirse de las experiencias de otrora gobiernos militares como el de Torrijos (Panamá), Velasco Alvarado (Perú), Pinochet (Chile), Perón (Argentina) y de Fidel y Raúl Castro (Cuba). Y quiérase o no; al aceptar la influencia de estos fallidos desgobiernos de corte militar, con mezcla de populismo y fascismo; Chávez estaba aceptando la tesis del totalitarismo de Estado y el despotismo más descarado, de violación sistemática de los derechos humanos hacia los ciudadanos, en especial contra los que pensaban distinto a la cúpula de poder. De “caperucita roja” se pasó, entonces, al proceso de metamorfosis de “monstruos fascistas”. Y el Maduro de Miraflores heredó esta doctrina y la aplica “sin ton ni son”, sin siquiera mostrar un ápice de diferencia. Al contrario, la fortaleció: él es más fascista que los propios fascistas, aunque se disfrace de “revolucionario humanista”.

¿Cuándo terminaremos de despertar de esta pesadilla, sin la presencia horrorosa de ese monstruo de la “Metamorfosis” de Kafka, hecha realidad en Venezuela? ¿Será el comienzo de este gran despertar este 6D? ¡Ver para creer!





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