domingo, 1 de noviembre de 2015

¡ROMPER CADENAS, IMPULSANDO EL CAMBIO!

Casi dos décadas perdidas lleva Venezuela bajo las cadenas del control hegemónico (Estado y sociedad) de una tiranía “militarista” (copia del modelo ideo-político totalitario cubano) con mezcla de populismo fracasado. Los resultados están a la vista de todos: ruina económica, social, política, institucional, ambiental, cultural, ética y espiritual. Sólo basta mirar nuestro entorno social con los ojos de la realidad y la razón para comprender lo mal que estamos y transitando por el camino del peor de los infiernos, sino reaccionamos a tiempo para evitar la segura caída hacia el abismo del nunca regreso. La hora de la ingenuidad o de hacernos los locos para no mirar lo obvio ya pasó. O como afirma John Berger: “quién mira por encima, quien mira hacia otro lado o quien cierra los ojos es, como mínimo, cómplice de lo que sucede”.

No hay excusa posible para sólo mirar el sufrimiento de millones y millones de nacionales por los alimentos o las medicinas cada día más inalcanzable, ante la escasez brutal o por los altísimos precios. O del dolor de tantos venezolanos por la pérdida de un ser querido, abatido a tiros por el hampa con o sin uniforme en una esquina cualquiera, porque en este país el derecho a la vida es letra muerta. O la quiebra inducida de empresas y comercios, dejando a miles de humildes ciudadanos sin derecho al trabajo y de llevar el sustento diario a sus hogares. O la persecución, cárcel, tortura y hostigamiento constante de las personas que piensan distinto, a la hegemonía del pensamiento ideo-político único de los miembros de la casta cívico-militar del alto poder en Venezuela. Tampoco podemos estar ciegos y callados ante los hechos insólitos de escándalos tras escándalos de corrupción y derroches insólitos de los escasos recursos públicos para una carrera armamentista desenfrenada y con ello satisfacer caprichos y negocios subterráneos de miembros disociados de los amos del poder de la tiranía. No podemos, parafraseando a José Saramago: Quedarnos ciegos. O como ciegos que ven. Ciegos que, viendo no ven.

El ¡basta ya! No es algo emocional, sino racional. El cambio estamos obligados a impulsarlos con todas nuestras fuerzas conscientes como un proceso socio-político inevitable, para romper con las cadenas de la tiranía que nos oprime y nos cierra el camino hacia el futuro de progreso, el desarrollo, la libertad, la democracia plural, la justicia, respeto a los derechos humanos y el bienestar integral. Esa necesidad de cambio se siente, se expresa y se promueve en todas partes de Venezuela. Esa necesidad de cambio tocó las fibras de todas las clases y estratos sociales. La tiranía se opone y resiste para mantenerse en el poder y continuar usufructuando de las riquezas mal habidas y privilegios de toda índole. Y para mantener a Venezuela como un peón de los grandes intereses geopolíticos y económicos de Cuba, China y Rusia. La correlación de las fuerzas sociales favorables al cambio es superior a los de la tiranía y sus aliados externos. La tiranía no podrá seguir sentada sobre las bayonetas de la casta militar. El 82% de la población rechaza la gestión del totalitarismo chavo-madurista, durante estos 16 años de ejercicio desquiciante del poder.

El 6D tú decides: ¡Democracia y libertad o la tiranía de las cadenas! Pero, nunca olvidar, las palabras sabias de Antonio Machado: “Hay que tener los ojos muy abiertos para ver las cosas como son, aún más abiertos para ver las cosas de lo que son, más abiertos todavía para verlas mejores de lo que son”.

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