¡RESISTENCIA ANTE EL CONTROL DICTATORIAL ROJO!

Desde Cuba y Venezuela recibimos constantemente testimonios fotográficos e historias contadas de ciudadanos sobre las vivencias infernales de la situación de miseria en que se encuentran hoy. En la isla durante los 54 años de los desgobiernos de los Castro y en Venezuela con los 15 años de Chávez y sus delfines políticos incondicionales, como el Maduro tutelado desde allá. La misma esclavitud, las mismas mentiras y manipulaciones, la misma queja, el mismo drama social. También el mismo sistema de controles del Estado sobre los ciudadanos, la misma represión envilecida y los mismos barrotes que privan a los disidentes de la libertad por pensar distinto. Pero por igual, la resistencia civil con sus matices de diferencias, deja a los vientos que recorren al mundo, los gritos comunes y firmes de ¡libertad!

¿Cuántos testimonios de entrega absoluta de mártires por causas justas registra la historia? Allí, a propósito de estos días de navidad, el ejemplo de Jesucristo, el hijo de Dios, acosado, vilipendiado, azotado, encarcelado, torturado y asesinado por mantener incólume su fe por un mundo posible de unión, justicia y fraternidad. El Mandela legendario e inmortal que luchó en la resistencia por más de 50 años, desde la cárcel de los sátrapas, contra el apartheid del racismo y la más espantosa discriminación social, para luego triunfar ante los ojos incrédulos del mundo. Las “Damas de Blanco” en Cuba, por décadas, no han dejado de luchar un sólo día, pese a la represión de los esbirros castristas, las torturas y la cárcel casi cotidiana.

Más testimonios: El Franklin Brito venezolano, quién prefirió la muerte y no dejarse doblegar por sus carceberos del uniforme verde de la complicidad roja y el deshonor. El Simonovis y el Baduel de la grandeza y de la lucha, con coraje inaudito, por proteger el símbolo de la dignidad de los que luchan en resistencia contra la más cruel y cínicas de las tiranías entreguistas que se conozcan en la historia de la República. ¡Qué se callen, por favor, los que lloriquean que no se puede hacer nada! ¡Es hora del coraje y los testimonios en esta lucha contra el despotismo rojo del Proyecto Venecuba…y por una Venezuela libre, soberana, democrática, de derecho y justicia, de paz y progreso para todos.

La propaganda “gobbeliana nazi-fascista” ordenada por Maduro, con el uso grotesco de los recursos públicos y la corrupción irrefrenable, pretende disfrazar la victoria política-electoral obtenida por la disidencia democrática en los recientes comicios locales en Venezuela, por una derrota. Cuando ha sido todo lo contrario. El Proyecto Venecuba tiene ahora menos alcaldías y concejos municipales a su favor. Y la oposición ganó en 20 alcaldías más con respecto al evento local de 2008. Triunfó en ciudades de mayor población como Maracaibo, área metropolitana de Caracas, Valencia, Barquisimeto, San Cristóbal, Mérida y Maturín. Y en la ciudad emblemática de Barinas, cuna del liderazgo del “chavismo”. Amén de triunfar en ciudades importantes como Valera, El Vigía, Valle de la Pascua y Puerto Ayacucho; entre otras.
Aunque, sin duda, el Proyecto Venecuba obtuvo la mayoría de los votos rurales y por ende de las alcaldías con cobertura de menor población de todo el país.

Nada cambiará con respecto al drama socio-económico del país. Y todos los análisis serios indican que empeorará la escasez, altos precios, inseguridad y desempleo continuarán a ritmo enloquecido. La pobreza y los pésimos servicios no encuentran tampoco el faro de luz con este desgobierno, pero sí los “apagones” de la calidad de vida para todos. La concentración de poder en manos del Estado y sus perversidades no será detenida, sí no despertamos a una porción de las mayorías nacionales que permanecen todavía aletargadas, alienadas y entrampadas en la desesperanza. ¡Vamos pues a ampliar los apoyos colectivos a esta caudal inmensa de resistencia civil y militar! ¡Triunfaremos de eso no puede haber dudas!