domingo, 1 de diciembre de 2013

TAMPOCO LA CLASE MEDIA VA AL PARAÍSO

Al parecer el actual desgobierno del Castro-chavismo-madurismo en Venezuela, a escasos días para la realización de los comicios locales para elegir a alcaldes y concejales, ha comenzado a coquetear a “calzón quitao” con la clase media, al percatarse del proceso de alejamiento acelerado ideo-político con ésta y del grave daño que le ha hecho al desmejorarle sustancialmente su condición y calidad de vida. Así esta des-revolución “sin ton ni son” envió a la clase media a la manoseada categoría “marxistoide” de la “proletarización”, a través de las cuestionadas políticas de ocupación de todos los espacios de perfil privado, para entregarlos a manos de un Estado centralista, autocrático y “militarista”. A la clase media, pues, de las promesas del paraíso de este -“Socialismo del Siglo XXI”- la transfirió, sin vacilaciones, a las pailas del infierno de una progresiva ruina; sin posibilidades de futuro, progreso y superación.

El régimen cubano y su asesor e ideólogo francés, Ignacio Ramonet, debieron advertirles a los descerebrados delfines políticos del caudillo fallecido, la inconveniencia del no coqueteo con las sectores medios de la población, cuya formación profesional y académica, manejo hábil de las herramientas modernas de la información y comunicación; dueños todavía de algunas pequeñas y medianas empresa y, sobre todo, con fuerte ascendencia en el resto de la sociedad; pudieran echarles un “pajón” a sus consabidos planes de dominación y control absoluto sobre el tejido social y los ciudadanos. Amén del “culillo” que debe darles, habida cuenta la experiencia chilena, con una clase media beligerante que dió al traste, junto a militares “gorilas”, con el gobierno de Salvador Allende. O las lecciones aprendidas de los países europeos y del Medio Oriente con el oleaje de “indignados”, especialmente provenientes de las capas medias de la población, que han venido clamando por reformas económicas, sociales y políticas que satisfagan sus aspiraciones y exigencias de mayor bienestar y progreso.

En términos del análisis crítico, aun cuando la élite de poder en Venezuela tiene el control absoluto sobre todos los poderes públicos, requieren de las denominadas alianzas de clases que entran en contradicción y conflictos, por ejemplo, casi al mismo tiempo que Maduro anunciaba los “regalitos de navidad” -en específico para la clase media- con bajón impositivo de los precios de electrodomésticos y en las tiendas de ropas y calzados; de los vehículos y repuestos. O un aumento modesto de las tasas de interés en las cuentas de ahorro. Hordas de motorizados del “lumpen”, los “colectivos”, apoyados por el régimen, arremetían sin consideración alguna en contra de la indefensa humanidad de sectores de las capas medias de la población, integrada por jóvenes, adultos y ancianos. Porque se autoconvocaron en las principales plazas del país, para protestar en contra del régimen Castro-chavista-madurista y para exigir libertad y democracia, en concordancia con los principios e establecidos en la vigente Constitución Nacional.

Pero la complejidad del “proceso” y por supuesto de los análisis crítico que podamos hacer, nos lleva a otras consideraciones, en el seno de este casta de poder pro cubana, las contradicciones son evidentes, incluso por la naturaleza social de sus integrantes, salvo al desclasado de Miraflores, todos los demás miembros provienen de las capas medias de la sociedad e incluso ya son miembros de la bautizada “boliburguesía”, pudrimillonarios que se han enriquecido a la sombra del poder y privilegios de toda índole. En desmedro del resto de los estratos sociales del país, cuyas migajas económicas que reciben, ahora son otorgadas a través de los “saqueos inducidos y controlados”. ¡El cambio luce indetenible, más temprano que tarde, la clase media y las mayorías populares; lo liderarán abriendo las compuertas de la libertad, la democracia y el progreso!


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