lunes, 26 de mayo de 2014

GEOPOLÍTICA DEL ENTREGUISMO DE VENEZUELA

El proceso de involución ideo-política de la élite de poder totalitaria en Venezuela es un hecho indiscutible, aun cuando conserve el disfraz de “antiimperialista” o mantenga la retórica teatral de abogar por la “redención de los pobres”. Su propósito terminal es mantenerse en el poder a toda costa, así tenga que pactar con el mismo lucifer de los infiernos. Los pactos, acuerdos y convenios soterrados o no con los “imperios” (chino, ruso y gringo) están a la orden del día. El destape asumido para el entreguismo total de la soberanía nacional y riqueza petrolera, no dejó siquiera al imaginario colectivo la reserva de una discreta moralidad virginal perdida; cuando observamos a esta élite caer en el foso sin retorno del oscuro negocio de la prostitución económica-política “salta fronteras”, privilegiando en esos “avatares promiscuos” (antes que a los “imperios” señalados) a los “chulos barbudos” de la Habana.

Las frondosas chequeras financieras del “imperio chino” y ante la sed insaciable de recursos de “dinero fresco”, para tapar los cráteres fiscales por el derroche y corruptelas generados por los enchufados de Miraflores; los chinos son presentados como los grandes “salvadores de la Patria”, a cambio de millones y millones de barriles de petróleo a futuro, alícuotas significativas en la explotación de la Faja Petrolera del Orinoco, de las industrias básicas de Guayana y de otros proyectos faraónicos industriales y de infraestructura. Además, con el “imperio chino”, los “amos del poder” en Venezuela, le coquetean a “calzón quitado” para copiarse del modelo centralista y de tiranía sobre el Estado y la sociedad en su conjunto, en desmedro de la descentralización, protagonismo mayoritario de los ciudadanos, derechos civiles y la democracia plural.

Con el “imperio ruso”, el heredero “a dedo” del fallecido caudillo de Sabaneta, y bajo el manto del “secretismo” al estilo del régimen cubano, ha realizado incontables transacciones leoninas a los intereses del país y contraria a la falsa “paz” pregonada en eventos públicos y mediáticos; cuando el “ilegítimo” firma convenios para el armamentismo indiscriminado de la República y, para fortalecer la represión contra la disidencia y la población civil ( con aviones, tanques, fusiles, gases tóxicos…). Y se deja a un lado aquellos acuerdos positivos para superar la cacareada pobreza, el atraso tecnológico y la escasa formación científica universal posmoderna en el seno de los jóvenes universitarios.

Con el “imperio del norte” y transnacionales mantiene acuerdos comerciales y económicos en el más absoluto misterio, pero es sabido que desde Miraflores y Pdvsa, se imparte las instrucciones de comprar gasolina a los EEUU, por el déficit de ésta para abastecer el mercado interno. Amén de la entrega religiosa de las cuotas convenidas en barriles diarios de petróleo…
Con el régimen cubano es harto conocida la injerencia política y geopolítica en todas las áreas estratégicas del país (seguridad y defensa, lo militar, la economía, relaciones internacionales, comunicación, educación, salud, cultura, deporte…y pare de contar).

En el fondo el promocionado “Socialismo del Siglo XXI” es la máscara con que se cubre la entrega del país a los imperios indicados y al régimen cubano. Bolívar en su tumba estaría gritando: “¡Vámonos! ¡Vámonos! Esta gente no nos quiere en esta tierra…O mejor, diríamos nosotros, ¡Qué esta Patria no se pierda en nuestras manos!... ¡Viva la Libertad! ¡Abajo la tiranía entreguista!


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