sábado, 19 de marzo de 2016

CAMBIOS EN CUBA: ¡VIVA OBAMA! ¡VIVA EL IMPERIO!

Parafraseando a mi buen amigo y hombre de las academias y de las letras, Gustavo Luis Carrera, al referirse a la “izquierda política”, ha servido entre otras cosas, para manipular ingenuos y beneficiarse ellos mismos en lo económico y carrera política. Y cuyo término se viene usando por comodidad o por conveniencia. Y peor son falsarias. Para muestra un botón, agrega uno: la profunda crisis de la Izquierda cubana, la venezolana y la brasilera, por ejemplo. Que los franceses, al decir de Gustavo, la denominan la “izquierda exquisita”, la del “caviar regado con champaña”. Es esta misma “dirigencia de izquierda” que uno observa de los países mencionados convertidos hasta el fondo en vulgares pillos, corruptos y que son hasta capaces de vender a su país, arruinarlo, violar derechos humanos o conducirlo a conflictos criminales extremos a nombre del “pueblo”, la “patria”, "la “igualdad”, la “justicia” y “defensa de la soberanía”. En síntesis: anteponen el modelo fracasado dizque “revolución socialista”, por la miseria infernal en que vive la gente.

De ahí, los escándalos delictuales del presente, adónde aparecen involucrados los Castro, Maduro o Lula y Dilma. Y paradójicamente las mayorías nacionales de esos países, estén denunciando y protestando en las calles ante los padecimientos socio-económicos, pérdida escandalosa de calidad de vida, corruptelas, represión inaceptable y férreo control totalitario del Estado sobre los ciudadanos, sin hacer caso omiso a las constituciones nacionales y al estado de derecho. El estereotipo ideo-político de la “revolución” y el “socialismo” se ha querido imponer frente a una realidad inobjetable: la dramática situación de empobrecimiento creciente de los excluidos sociales. Y por ello, no nos debe extrañar, por ejemplo, luego de 57 años de fracaso del régimen castrista, esa voltereta abrupta y recibir ruidosamente, con entusiasmo inusitado, en su propio territorio al Presidente de los EEUU, con los gritos de ¡Viva Obama! (es decir, ¡Vivan los “odiados yanquis”!).

Sin duda, a los ojos de cualquier analista y aprendiz de la Sociología, ese creciente malestar social (mejor, indignación) en el seno de la población de los susodichos países, aparte de lo intenso de la conflictividad social que trae consigo, esto se asocia a la necesidad sentida de cambio social. De que los paradigmas utilizados para el engaño y la manipulación ya no tienen los efectos de otros tiempos. Qué ya resulta una farsa los discursos, las promesas y las ilusas expectativas de los personajes políticos de la “izquierda” mencionados en este escrito. Y más aún: los Padres (los Castro) impulsores históricos y “vendedores” reconocidos de este modelo de “socialismo”, nadaron y nadaron por más de cinco largas décadas, para terminar en la orilla, casi diríamos, “rodilla en tierra”, pero para pedirle cacao al “imperio”, a través de la aceptación de empresas norteamericanas para invertir en significativas áreas de la economía cubana ¡Inimaginable¡

Palabras más o palabras menos, con los matices de diferencias entre los procesos del “socialismo “cubano, venezolano o brasilero, tienen algo en común: el derrumbe absoluto en materia económica y en consecuencia en materia social, política, institucional y sobre todo ética. Por lo tanto, las repetidas y fastidiosas excusas de la “guerra económica”, “golpes del imperio” y supuestos planes desestabilizadores de la “derecha”, no gozan de credibilidad. Y en razón de ello, los resultados de las encuestas, para medir la capacidad resolutiva de estos desgobiernos en las áreas señaladas, son de total desaprobación por la gente. Por esa razón, son tildados por la vindicta popular de ineptos, corruptos, mentirosos y falsos. ¡Y los pueblos en las calles exigen sus dimisiones ya! ¡Amanecerá y veremos!

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