“GARIMPEIROS” CHAVISTAS Y CHINOS DESTRUYEN GUAYANA POR ORO

Desde la gestión del “Comandante Intergaláctico” ha existido un profundo y sostenido proceso de entreguismo total de la soberanía nacional a grandes potencias y grupos foráneos, aun cuando en las recurrentes funciones del circo mediático rojo y el desarrollo de una intensa propaganda oficialista, se proyectó la imagen de que todo lo que hace la tiranía es para beneficiar a la “Patria”, defender la “soberanía” y los “intereses del pueblo”. Maduro, sin rechistar, ha hecho lo mismo y, peor. Su postura entreguista es tan vergonzante que palidece a cualquiera de sus antecesores que se le haya señalado de “apátrida”.

Y los cuentos siempre han sido los mismos para defender tan deleznables posiciones: la imposibilidad de pagar la deuda externa y la sobresaturación de problemas socio-económicos colectivos sin respuestas. Pero jamás dijeron ni pio sobre los escandalosos casos de corrupción, derroche saudita y la ineptitud gerencial. Así, el Chávez de ayer, se endeudó y entregó a cambio de préstamos en dólares (¿?) importantes tajadas de la Faja del Orinoco a los chinos. O a través de la firma de convenios leoninos con China Petroleum para la instalación de la planta de Orimulsión en el Orinoco. O para la explotación de gas en la Plataforma Deltana. Siempre, por cierto, disfrazó estos convenios de “inversiones productivas”, que nadie ha visto los resultados. Desde esa etapa, el “Imperio” Chino ha hecho y deshecho en tierras venezolanas.

Ese proceso de expansionismo del “imperio chino” en Venezuela luce indetenible, porque Maduro e incondicionales no han dejado de imitar en todo a su “Comandante Supremo”. Y por la misma razón profundizaron su entreguismo (por más deudas y préstamos: petróleo, hierro, oro, territorios y accionistas en grandes proyectos de infraestructura). La extraordinaria biodiversidad de Guayana está sometida hoy a la más bestial e inmisericorde destrucción por el “imperio amarillo”, que con endemoniada osadía se llevan el oro que brilla en el subsuelo, faldas de bosques vírgenes y grandes acuíferos. Y la denunciada fragilidad de sus ecosistemas y nichos de subsistencia de los pueblos indígenas parecieran no importar para nada. Y más bien, son rotos con estos proyectos desarrollistas imperiales de los nuevos “garimpeiros” chinos y sus cómplices chavo-maduristas, que están acabando con la continuidad de la vida y el futuro de generaciones enteras.

De esta manera los discursos, propaganda mediática, leyes, normativas y hasta estructuras burocráticas del dizque “ecosocialismo” y por la defensa de los derechos de los pueblos indígenas originarios en Venezuela (y en especial de Guayana) quedaron pulverizados por el hacer cotidiano destructor de estos planes “desarrollistas” del “imperio asiático” en esta tierra venezolana neocolonizada, con la venia y complicidad de esa casta de poder cívico-militar entreguista de Miraflores. Así mismo, todo un historial de conocimientos recabados por los especialistas del área y la sabiduría de los pueblos indígenas que habitan en la Guayana venezolana, también fueron convertidos en polvo cósmico. O mejor, con esos procesos de aprendizajes acumulados de verdadera “resistencia indígena” y aliados vendrán nuevos amaneceres. Y ni el imperio chino y sus mequetrefes rojos rojitos, podrán impedir que brille el sol de progreso socio-ambiental y socio-antropológico, abrazado de las vertientes de la biodiversidad ecológica, cultural y étnica de esta Guayana hermosa de todos los venezolanos. ¡Viva Venezuela libre! ¡Viva la democracia!