sábado, 21 de enero de 2012

LA NUEVA “OLIGARQUÍA DEL DINERO”

Quien iba a pensar que, pasado casi tres quinquenios, bajo las banderas de un dizque nuevo modelo de estado y sociedad del “Socialismo del Siglo XXI”, con cambios inusitados de carácter estructural que harían añicos los factores de poder de la denominada IV República, entre los cuales destaca la “Oligarquía del Dinero”, denunciada por Domingo Alberto, en un libro testimonial con ese mismo nombre; aparezca hoy una nueva “Oligarquía del Dinero”, que amasa inmensas fortunas en sus conexiones con el estado; pulverizando la retórica del caudillo de Miraflores, de que su gestión de gobierna privilegia a los descamisados de siempre.

Las denuncias formulados por un sinnúmero de ciudadanos en contra de los nuevos amos del poder económico, ya no encuentran tinta ni papel en los procedimientos exigidos de recabar y sustanciar los expedientes, que hace a éstos cómplices en aquello de lesionar el patrimonio de la República por los señalamientos de riqueza mal habida y corruptelas de toda laya, valiéndose de los nexos con actores de poder en el seno del “nuevo estado”. Las distintas instancias de los poderes públicos, sumisos al caudillaje, se hacen de oídos sordos o dejan que las polillas hagan lo suyo con la documentación formalmente entregada.

Al decir del periodista Miguel Salazar, ducho en estos menesteres de investigación y seguimiento en estos casos, pasados 40 años, los apellidos de la “vieja oligarquía” Mendoza, Domínguez, Vollmer, Zuloaga, Boulton y Delfino…son unos niños de pecho ante los privilegios por las fortunas acumuladas por la nueva “Oligarquía del Dinero”, en tiempos de “Socialismo y Revolución”. Resaltando los apellidos Betancourt López, Ceballos, Rojas, Gurruciaga, Trebaou, Orta, Romero Navas, Guzmán López, Alvarado, Villalobos, León, Margulis y Velázquez. Obras inconclusas de una planta eléctrica en Sidor, permuta de dólares, negociaciones de oro y cabilla, colocaciones bancarias y pólizas de seguros; son entre otras las evidencias de sus pillerías bajo el amparo del cacareado “Estado Socialista”.

Paralelo a lo anterior, al símil de la barricadas de París en 1848, los alzamientos sociales de carácter regionales y locales en la Venezuela del presente constituyen “el pan de cada día” ante las carencias e ineptitud oficial para dar respuestas a las demandas de las masas populares irredentas que claman seguridad, control de la inflación y escasez, empleo digno, educación y salud de calidad, servicios públicos decentes, agua, luz, cloacas, aseo urbano, transporte público; viviendas, derechos humanos y laborales arrebatados; y pare usted de contar.

Así el déspota acentúe, en esta coyuntura electoral, la aplicación de su concepción autocrática, militarista y populista… ya brota en la garganta de millones de venezolanos la necesidad de un cambio radical en el manejo del estado y la sociedad. Vientos de democracia, libertad y justicia ya están a la “vuelta de la esquina”. ¡Así sea!

1 comentario:

  1. Muy bueno. Quienes hasta ahora apoyan a este régimen deben recapacitar y votar en octubre en su contra, para castigarlos. Este saqueo no debe quedar impune.

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