SECUESTRO DE MENORES COMO POLÍTICA DE LAS DICTADURAS

Las recientes denuncias públicas por parte grupo de damnificados del secuestro de sus menores hijos por parte de la Guardia Nacional Bolivariana, como medida de retaliación ante la protesta pacífica que éstos realizaron en las inmediaciones del Palacio de Miraflores, exigiendo cumplimiento a los ofrecimientos oficiales de viviendas, debe llamarnos profundamente a la reflexión y a la activación beligerante, porque son indicios del accionar natural de los regímenes autocráticos en la aplicación de políticas de “terrorismo de Estado”.

Este hecho, por demás inaceptable porque viola el estado de derecho y normativas legales suscritas por Venezuela en las diversas instancias internacionales; se produce cuando por esas coincidencias de la vida, los dictadores militares argentinos Jorge Videla y Reynaldo Bignone, están siendo procesados por la administración de justicia de ese país, por el secuestro de 34 niños, cuyos delitos son tipificados de “sustracción, ocultamiento de menores y sustitución de sus identidades” durante la dictadura en ese país. En opinión de los entendidos en esta materia, ello formaba parte de una política, de planes de esta dictadura para apropiarse de los hijos nacidos en cautiverio de los detenidos y desaparecidos por el régimen.

En historia de la dictadura franquista en España se hace mención a la desaparición de los hijos pequeños de los republicanos y la separación forzosa de sus familias por parte de la represión de ese régimen nefasto en ese país. Es decir, no sólo apresaban a los adultos opositores al franquismo, sino también a los niños que nacieron o que ingresaron a prisión con sus padres y que pasaron años privados de la libertad. Estas prácticas inhumanas de esta dictadura, se nutrió de la ideología del nazi-fascismo alemán, liderada por Hitler, con el pretexto de “descontaminar la raza pura y su degeneración”. O también el secuestro de menores se explicaba con el propósito de “adoctrinarlos en el nuevo modelo de Estado”.

Este régimen autocrático de Chávez viene adaptando elementos de las políticas de “terrorismo de Estado” de las otrora dictaduras militares de América Latina, de la dictadura del franquismo español y del propio nazi-fascismo del Hitler alemán, para aferrarse en el poder como sea y consolidar su nuevo modelo de Estado y Sociedad.

Por eso la implementación de acciones del “chavecismo oficial” del secuestros a opositores, disidentes y luchadores sociales, quienes por decenas están privados de libertad en las cárceles venezolanas o, sometidas a regímenes de presentación en las instancias institucionales incondicionales a estas políticas de cercenar, día a día, los derechos de los ciudadanos.

Por eso el secuestro de los 18 menores hijos de los damnificados que protestaron en las cercanías del palacio del benemérito de Barinas, aunque se amparen en la engañifa de estar “velando por su protección”, para tapar este grave delito de “terrorismo de Estado”. ¡Por eso, por nuestros hijos, hoy más que nunca, salir de esta pesadilla se convierte en la tarea inequívoca y sin vacilaciones de todos los venezolanos que amamos la democracia, la libertad y la justicia!