¿SECUESTRO DE MENORES PARA ADOCTRINARLOS Y ARMARLOS?

Ayer, por esta misma vía, escribí un artículo de opinión titulado: “Secuestro de menores en las dictaduras”, a propósito de la denuncia pública de un grupo de damnificados que protestaron en los predios de Miraflores, por el incumplimiento de la Misión Vivienda; obteniendo como respuesta oficial el secuestro de 18 de sus menores hijos por parte de la Guardia Nacional Bolivariana; siendo la explicación de este componente militar: “fue para protegerlos”.

¿De quiénes se pregunta uno? ¿De sus padres? Reflexioné sobre ese hecho inédito, indagando un poco más en relación a los comportamientos de los regímenes autocráticos hacia los menores hijos de los padres sometidos a violaciones sistemáticas de sus derechos humanos. Y a las pocas horas de haber escrito el mencionado artículo estalla el escándalo con la imagen fotográfica de “niños armados en el 23 de enero”, en Caracas, en un acto político del colectivo “La Piedrita”, que como todos sabemos, es un grupo armado que respalda incondicionalmente al denominado proceso “revolucionario” liderado por actual Presidente de la República, Hugo Chávez.

Todos los regímenes autocráticos, dictaduras fascistas o militares, conocidas históricamente sean de “derecha” o de “izquierda”, total los extremos se unen (fascismo alemán o español; dictaduras militares de Argentina, Chile y Uruguay o el modelo del “socialismo real” ruso o cubano…) no tuvieron escrúpulos en pisotear los derechos humanos más elementales hacia grupos o estratos sociales objeto de procesos genocidas, asesinatos, represión, torturas, cárcel; hostigamiento y secuestro de hijos menores para asesinarlos, confinarlos en sitios de reclusión especial o; para adoctrinarlos y posteriormente convertirlos en miembros de grupos armados civiles o militares; entre otras miserias humanas.

Aplicaban la máxima de Maquiavelo: “el fin justifica los medios”, para aferrarse al poder y cambiar modelos de estado y sociedad, pero no para avanzar hacia escalas superiores societarios en aras de producir bienestar integral, justicia, equidad, convivencia, estado de derecho, ética, democracia y libertad; sino para retrotraer a estas sociedades hacia las figuras del odio, divisiones, conflictos permanentes, ruina, corrupción y mayor pobreza e infelicidad colectiva.

En la Venezuela de hoy, bajo el manto obscuro de un régimen autocrático y “militarista”; sino volteamos la tortilla los nacionales; jamás volveremos a ver los niños dedicándose a ser formados como hombres libres y democráticos o, volando los “papagayos” de la paz; sino como esos niños de la fotografía del colectivo “La Piedrita”, que los forman para la violencia y la guerra…para el desamor, pues. ¡Los venezolanos tenemos la palabra y el poder de decisión para este presente y el futuro: autocracia “militarista” o democracia!