jueves, 26 de enero de 2017

DIETERICH: VUELVE TRIZAS AL CHAVO-MADURISMO

Con recurrencia oportuna y argumentos contundentes, el creador de la doctrina del “Socialismo del Siglo XXI”, el sociólogo de origen alemán, Heinz Dieterich, nuevamente le da hasta con el tobo, a la camarilla que él mismo denomina de “inepta e incapaz” de llevar a puerto seguro al “titanic”, que naufraga, porque carece (tomando sus palabras) de un programa nacional de saneamiento económico y sobrevivencia, una narrativa de esperanza y un equipo humano excepcional. Y seguidamente, argumenta, que el nombramiento de El Aissami y otros, y la creación del “Comando anti-golpe” son las improvisaciones tácticas de las políticas de Maduro de siempre, “sin estrategias y perspectivas”, para entretener a “gladiadores y payasos”, dónde el gran perdedor político (según él) es Diosdado, porque no goza de la confianza del régimen cubano, sin apoyo geopolítico y sin proyección de ninguna naturaleza. Sostiene Dieterich que el régimen no podrá detener su agonía, ni su crisis terminal, aunque acuda a la represión estatal.

Pero hay algunos aspectos del análisis largo y profuso de Dieterich que no deja de llamarnos la atención, porque va por delante su prestigio en el mundo académico y de la sociología crítica en el orden internacional. Prácticamente deja muy clara la siguiente confesión, al referirse al recién nombrado Vicepresidente de la República de Venezuela: de ser de nacionalidad “libanés-sirio”. Y de formar parte del poderoso “eje geo estratégico Putín-Irán-Irán-Hezbollah-Turquía en el medio oriente”.

Es decir, para asombro de todos los nacionales tenemos que, el Presidente y el Vicepresidente de la República tienen doble nacionalidad. Y eso, sin duda, viola con descaro increíble el texto de la Constitución Nacional, que descarta toda posibilidad, de que dichos cargos públicos, sean ocupados por personas con doble nacionalidad (me entero, a ultima hora de escribir esta notas, que entre gallos de medianoche el tsj legitimo este despropósito). Y para colmo han impuesto al país que éste aparezca en los referidos “ejes del mal” de impacto mundial “antimperialistas y anti-occidentales”. Estamos pues, expuestos a esa guerra sin fin entre los dos grandes ejes geoestratégicos del poder mundial. ¡Que Dios nos agarre confesados!

En otras aristas de su contundente análisis de cuestionamiento al chavo-madurismo y a sus políticas fracasadas agrega que, ante la parálisis estructural del Estado, del sistema partidista y de los movimientos sociales independientes, advierte que el cambio de rumbo en Venezuela (no sucederá por la vía electoral e institucional), sino por tres vías distintas: una mayor intervención de Washington, levantamiento popular y /o de la clase media o por un cambio en la correlación de fuerzas en el aparato militar. Cuestión que él considera inevitable, porque nada detendrá la caída del “titanic” rojo. Amén –diría- Uno.


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