lunes, 9 de enero de 2017

¡REIMPULSEMOS EL CAMBIO DEMOCRÁTICO PARA SALIR DEL INFIERNO TOTALITARIO!

Los ciudadanos activados, junto al liderazgo ampliado disidente y opositor, somos los llamados a romper con el cerco infernal impuesto por la tiranía castro-chavo-madurista, que se resististe al proceso de cambio democrático que brota del alma nacional. La gente en la calle y por todos los lados grita a todo pulmón: “esto no lo aguanta nadie”. Porque no se consiguen los alimentos, medicinas y otros productos y servicios básicos. Y cuando éstos se consiguen los precios de éstos se encuentran inalcanzables al bolsillo del salario de los que menos tienen, por los altos costos, sin parangón mundial. La ruina del país y la pobreza, a límites insospechados, se extienden como fuerza de huracán en cada rincón de esta Venezuela humillada, hasta más no poder, por la barbarie roja rojita, desde hace 18 años. Todos los indicadores económicos y sociales proporcionados por agudos analistas nacionales e internacionales señalan que, sí el año 2016 fue muy malo para los venezolanos, este año 2017, será peor. El cese a la violación descarada de los derechos humanos y libertad para todos los presos políticos sigue siendo un clamor nacional e internacional ante la sordera totalitaria de los amos del poder de Miraflores.

Y lo más grave: la élite que desgobierna no acepta su responsabilidad en el desmadre de la República. Por el contrario, se escuda en factores y agentes externos al señalarlos como los culpables del desastre nacional. Maduro y su combo son el Poncio Pilatos de esta época contemporánea, que se lavan las manos ante los graves errores y desaciertos en la conducción del país. No obstante, todos sabemos que el control absoluto del Estado, la economía y la sociedad ha estado descansando –a sangre y fuego- bajo el rigor prusiano de los fusiles rusos y chinos del totalitarismo “comunistoide” hambreador, corrupto, inepto y “malandro”.

Los cambios en el gabinete de Maduro, son el maquillaje de siempre, donde los miembros de la cúpula podrida, son rotados cada cierto tiempo, pero que son en esencia los mismos rostros de la podredumbre. Ya ni cuidan las formas, porque es el mismo modelo de la dictadura cubana, donde los Castro siempre han gobernado durante 58 años, junto a una camarilla incondicional, cuyos miembros son rotados cada cierto tiempo. En Venezuela, la tiranía castro-chavo-madurista repite el mismo guion: Los Cabello, los Flores, los Aissami, los Chávez, los Ramírez, los Istúriz…el mismo nepotismo y castas de poder cívico-militar grotesco, que se reparten el poder institucional y la riqueza nacional, cual piratas contemporáneos los botines después de los asaltos planificados sobre determinados objetivos de sus repudiables fechorías, en desmedro de los ciudadanos de a pie y del país en su conjunto.

Ponerle el cascabel al gato implica (para el lado de la disidencia opositora) muchas convicciones democráticas, voluntad política, firmeza, coraje, sabiduría, habilidad para conformar alianzas con toda la gama opositora (incluyendo sectores disidentes del chavismo) y, para sortear situaciones adversas e identificación plena con el sentir nacional ante las penurias sociales y violación descarada de los derechos humanos de los nacionales. Pero también para colocarse en la ofensiva política, con el manejo inteligente de tácticas y estrategias apropiadas. Y sobre todo a sabiendas que, los adversarios a vencer no tienen ética política, ni principios, ni valores ni nada parecido… ¡son “malandros” sin escrúpulos!

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