lunes, 6 de octubre de 2014

¡LA AMENAZA ROJA BELICISTA ¡

Nadie puede pensar que el proceso de cambio en Venezuela sea una tarea fácil, no; por el contrario ha sido y seguirá siendo una tarea sumamente compleja y tortuosa, porque todo el aparataje del Estado totalitario –incluyendo el monopolio económico, militar y mediático- está al servicio incondicional de esta tiranía procubana, de la boliburguesía y de una casta de enchufados de gran poder decisorio en el rumbo de la Venezuela actual. La vanguardia cívico-militar que lidera la llamada transición hacia el paradigma del “Socialismo del Siglo XXI”- pese al fracaso evidente en todos los órdenes- no cesa en su empeño dogmático -a sangre y fuego- de satisfacer las directrices de los octogenarios “dictadorzuelos” que residen en la Habana, quienes ansían frenéticamente mantener sus manos neocoloniales sobre el Estado, la riqueza petrolera y la sociedad nacional.

La irresponsabilidad de los actores ideopolíticos del fracasado paradigma rojo es desmedida y, los sectores más radicalizados y fundamentalistas, pugnan por ejercer presión persistente para evitar cualquier retroceso de sus “leales” propósitos “revolucionarios”. Por eso las palabras “paz”, “negociación”, “derechos humanos”, “libertad” y “democracia”, les resulta una herejía inaceptable. Para ellos “Patria, Socialismo o Muerte” es su dogma de fe, al mejor estilo de ciertos “marxistas ortodoxos” que, con esa rara mezcla con militantes de la “santería cubana”, arrojan saldos criminales en algunos de sus rituales. Y, al parecer, ya cobró su primera víctima de notoriedad en la humanidad del recién asesinado joven diputado del Psuv. Quién –además- cumplía roles de liderazgo en el seno de los colectivos armados (¿armamentismo para la confrontación vs desarme ordenado por el heredero de palacio?).

Las contradicciones internas señaladas, pretenden opacarlas con los señalamientos grotescos (de conspiradores) contra la disidencia democrática y plural, para así tratar de golpearla políticamente, reagrupar las fuerzas rojas rojitas descontentas ante el caos reinante, distraer el colectivo nacional por la crisis infernal y, complacer el rancio “antiimperialismo gringo” de sus jefes supremos, los hermanos Castro de Cuba. Con esta direccionalidad táctica, que atiza el “odio clasista”, no debe descartarse la hipótesis de conducir a la nación hasta una confrontación bélica, donde –sin duda- el gran poder de las armas estaría de su lado. Con el ingrediente principista -dice uno- y del manejo de la razón y de la historia: de que todo enfrentamiento bélico trae consigo ruina, destrucción, pobreza y muerte. ¡Más de lo que tenemos y por lo cual sufrimos mucho los venezolanos!

Por eso, ante tanta tragedia e incertidumbre, una vez más, terminó estas reflexiones, aferrado como nunca a la poesía del inmortal de Neruda: ¡Qué mundo! ¡Qué profundo perejil! / ¡Qué nave navegando en la dulzura! / ¡Y tú tal vez y yo tal vez topacio! /Ya no habrá división en las campanas. / Ya no habrá sino todo el aire libre,/ las manzanas llevadas por el viento,/ el suculento libro en la enramada,/ y allí donde respiran los claveles/ fundaremos un traje que resista/ la eternidad de un beso victorioso/.








No hay comentarios:

Publicar un comentario