martes, 5 de mayo de 2015

¡CRECE EL DESCONTENTO, CRECEN LAS PROTESTAS!

Para quienes realizamos o intentamos realizar análisis socio-políticos este desgobierno de Maduro y las castas de poder que le son incondicionales perdieron la brújula desde hace un buen tiempo y sólo se han dedicado a mantenerse en el poder como sea, con la ayuda de sus socios de la “hermandad de sangre” de la dictadura Castrista. Cuyo juego estratégico es salvar, por lo menos, los escombros de su fracasada “revolución” con la apertura de relaciones diplomáticas y comerciales con el “odiado imperio gringo”. Y por otro lado, la de no cesar en su afán enfermizo de apoderarse por completo de la riqueza petrolera venezolana, contando con esa vergonzosa conducta entreguista e indigna de altos enchufados cívico-militares de Miraflores. Y en contraste, las mayorías nacionales viviendo en el peor de los infiernos socio-económicos en las colas de la pobreza mendingando pan y medicinas para medio sobrevivir. O jugando a la ruleta rusa, para que el azar los salve del tiro de gracia de los “malandros” que, con o sin uniforme, acechan sin contemplaciones en cualquier calle o casa de Venezuela. O presionando con protestas de calle para que los incompetentes rojo rojitos que administran los servicios de agua, luz, aseo urbano, aguas servidas y vialidad; solucionen o se dignen a renunciar ante el grave drama luciferino que presentan estos servicios públicos.

Las protestas sociales y las acciones insurgentes contra este desgobierno “castro-chavo-madurista” jamás han cesado y se han expresado con contundencia en incontables barriadas, urbanizaciones, empresas e instituciones públicas calles y vías nacionales, que han sido tomadas o trancadas por diversos sectores sociales identificados con trabajadores públicos, de las empresas básicas de Guayana, petroleros, de la electricidad, comunicaciones; mineros, indígenas; estudiantes, docentes, empleados y obreros de las universidades públicas; productores y trabajadores del campo: moto taxistas y trabajadores del transporte público, del aseo urbano…y pare usted de contar. Es una falacia inaceptable la tesis del conformismo y sumisión del pueblo venezolano. El profuso poder mediático de la tiranía se han encargado de ocultar y manipular la realidad de la arrechera nacional. Pero la verdad, siempre saldrá a flote, para despecho de los incondicionales al régimen y de algunos periodistas tarifados y vendidos al poder de la élite corrupta, hambreadora, inepta y represora.

La rebelión social de las mayorías nacionales es reflejada, además, por todas las encuestas que se han realizado en el seno de la sociedad venezolana, cuyas muestras confiables rechazan por encima del 80% al desgobierno totalitario de Maduro y a su modelo sociopolítico de la ruina, la pobreza, la corrupción, el derroche y el fracaso. En consecuencia, ese “caramelito de cianuro” de la mísera compensación salarial del 30% (con pagos fraccionados y una inflación irrefrenable devora salarios)) para los trabajadores públicos y del sector privado, no podrá calmar jamás esta marcha indetenible del pueblo venezolano en aras de su redención social, la libertad, la democracia y el progreso.

¡No hay vuelta atrás: dictadura o democracia!

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