jueves, 30 de abril de 2015

¡DESTROZADA CONDICIONES DE VIDA TRABAJADORES!

Con el “caramelito” del paraíso para la clase trabajadora a la vuelta de la esquina, Chávez y Maduro, bajo las instrucciones del “castrismo” cubano y el tutelaje económico del “imperio chino”, a lo largo de estos 16 años de desgobierno dizque “socialista” y “revolucionario”, lo que han hecho -más bien- es arrinconar a la clase trabajadora, a la clase media y al empresariado hacia las propias pailas del infierno del empobrecimiento absoluto, la ruina y hasta la mendicidad para conseguir alimentos y medicinas y, medio sobrevivir para no morir de mengua. O de las balas asesinas del hampa, cuyo poder en el manejo de armas, habilidades y técnicas, deja como “niño de pecho” a los protagonistas de las grandes películas sobre esta temática. Mientras el propio Marx, Lenin o Mao –quizás-se retuercen en sus propias tumbas ante las locuras de sus ignorantes discípulos. O mejor de sus aventajados alumnos, pero de dudoso “pragmatismo”, desviados hacia el arte de la pillería, las mentiras y manipulaciones para mantenerse en el poder por el poder mismo. Y amasar inmensas fortunas familiares (nepotismo) a costa del erario público y la riqueza petrolera.

Las protestas e insurgencia social de los trabajadores organizados, no han dejado de sentirse nunca en la calle y el seno de empresas e instituciones públicas, con un claro mensaje de que no están dispuestos a que sobre sus hombres descanse todo el peso de la crisis nacional y del desastre del modelo socio-político impuesto en Venezuela por los actores de poder señalados anteriormente. Pese a que, esta postura firme y combativa, a muchos de los líderes sindicales y gremiales les ha costado ser privados de la libertad, reprimidos, acosados, despedidos o sometidos a largos periodos de régimen de presentación ante instancias judiciales. E incluso hasta de haber perdido la vida, por las acciones de los verdugos “cooperantes” de los colectivos armados y uniformados policiales y militares. Guayana, por ejemplo, es el símbolo más emblemático de la violación de los derechos humanos y constitucionales de connotados líderes y miembros de base de la clase obrera venezolana.

El cierre y confiscación de empresas y comercios privados han sido la punta de lanza para gritar al país y al mundo, el supuesto advenimiento de nuevo modelo socio-económico e ideo-político identificada con el cacareado “Socialismo del Siglo XXI”, adónde la clase obrera asumiría la vanguardia del proceso, en pro de la utopía fracasada de un paradigma societario que no ha visto luz en ninguna parte y, cuyo último bastión en la Cuba de los Castro, hoy capitula ante imposibilidad de sustentabilidad en ninguna área trascendente del quehacer humano, conduciéndolo a abrazarse con desesperación al odiado “imperialismo gringo”. Pero por otro lado, el régimen castrista, no ha cesado en sus deseos de experimentar su modelo, hasta adónde le sea posible en Venezuela, dado la postura entreguista y de genuflexión a éste de Maduro y acólitos, en ese afán compartido de aprovechamiento desmedido y corrupto del “oro negro” venezolano. La clase trabajadora nacional se quedó con los crespos hechos ante ese supuesto “paraíso socialista” prometido por el castro-chavo-madurismo. Y, en cambio, se derrite hoy en las pailas del infierno de la escasez, la inflación desbordada, el cierre de empresas, la devaluación de la moneda, la violencia e inseguridad, la represión y el empobrecimiento estructural.

¡No hay vuelta atrás: dictadura o democracia! ¡Viva la clase trabajadora! ¡Viva el Primero de Mayo!

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