¡DESNACIONALIZADA VENEZUELA, DESNACIONALIZADA LA SALUD PÚBLICA!

Desde los tiempos del fallecido “Comandante Intergaláctico! la política entreguista hacía el castrismo-cubano se ha venido materializando “a paso de vencedores”, en especial hacia el ámbito del sistema de salud, cuya direccionalidad es absolutamente gerenciada por aquel régimen dictatorial del Caribe, adónde hasta la bandera venezolana y la figura de Bolívar ha sido sustituida por la cubana y la imagen de Fidel en los centros asistenciales de cada rincón del país. Las poses teatrales mediáticas “nacionalistas” se quedaron para la engañifa del público de galería a lo interno y también del foráneo. Pronto, por igual, veremos enarbolando en cada sitio público (incluyendo a los componentes del sistema sanitario) las banderas rojas que simbolizan al “imperio chino”. Es decir, pasamos a depender en lo político del “régimen cubano” y en lo económico del “imperialismo chino”. Ni hablar del Esequibo, cuyo territorio de sello venezolano, de hecho el régimen aceptó su entrega a los Guyaneses, con las concesiones a trasnacionales para la explotación de petróleo, en esa zona en reclamación histórica. ¡El entreguismo, la desvergüenza y la indignidad, forman parte pues de la decadencia estructural por la cual transita la Venezuela de hoy!

De esta manera, el sistema de salud en Venezuela, es una copia al carbón del sistema de salud del régimen cubano. Chávez se encargó de colocar la primera piedra y avances importantes en ese proceso de desnacionalización en esta área crucial para la salud y vida de los nacionales. Negociaciones secretas y convenios chimbos de toda índole, fueron los instrumentos para que surgieran en esa época la Misión Barrio Adentro I, II y III (en los espacios de los ambulatorios, CDI y hospitales públicos). Pero, a su vez, las grandes negociaciones (entre Chávez, Fidel y Raúl) para adquirir los fármacos cubanos, equipos médico-asistenciales (con la modalidad de triangulaciones con países de Europa o la India…) y por supuesto para el control y proceso de depuración “ideopolítica” de los recursos humanos (médicos, odontólogos, enfermeras y de otras áreas de salud pública).

Así mismo, todo ese sistema de dotaciones y equipamiento con los productos de la medicina del primer mundo (de EEUU y Europa) hacia los ambulatorios, centros intermedios y hospitales) se sustituyó (en gran parte) por una tipo de medicinas y equipos médico-asistenciales de dudosa calidad. Amén de que los médicos, enfermeras y trabajadores de salud venezolanos pasaron bajo la supervisión y “gerencia” de personal cubano. Maduro, con esa lealtad incondicional y tutelaje del régimen castrista, sólo se ha encargado de continuar al pie de la letra con este proceso de desnacionalización y de promover la pérdida de calidad acelerada del sistema de salud del país. De ahí las consecuencias de que millares de médicos y de otras áreas de la medicina-asistencial se “fugaron” de Venezuela a buscar mejoras profesionales y económicas hacia EEUU y Europa. La fuga de talentos nacionales en el campo de la salud hoy es una realidad dramática que nos acerca a los países del llamado “Cuarto Mundo”. Verbigracia la prevalencia en el país (inducido por el régimen) de imponer la politiquería barata del clientelismo partidista, la corrupción a granel, la discriminación en contra los que piensan distinto, la reversión de la descentralización y transferencia de competencias hacia las regiones; la escasez de medicinas y equipos, la mediocridad gerencial y, en general de todo el sistema sanitario a lo ancho y largo de toda la República.

¡La lucha por la libertad y la liberación nacional, no puede excluir esta realidad luciferina en el campo de la salud nativa! ¡Tú decides!