Todo el Aparataje de Estado “comunistoide” se ha volcado bajo un mando único para tratar de acallar las voces disidentes de la “Sociedad Civil” venezolana en la “Cumbre de Panamá”. Y no como lo ha pretendido hacer ver, a través de los contenidos de los mensajes manipulados, por la costosísima y supermillonaria propaganda mediática (nacional e internacional), sufragada por la tiranía “Castro-chavo-madurista”, de que es una supuesta lucha crucial entre “Venezuela y el Imperio gringo”. Nunca llegaremos a saber los nacionales a cuándo llegará la cifra escandalosa en “petrodólares” (a 6.30) despilfarrado por la mafia totalitaria “vene-cubana” entronizada en el poder en Venezuela, en contraste con la situación dramática de millones y millones de venezolanos que, desesperados deambulan de un lugar a otro, por tratar de conseguir mendrugos de alimentos para poder sobrevivir.
La estrategia falsa positiva diseñada por el régimen castrista y ejecutado por el desgobierno de Maduro, se escuda en el poderoso poder mediático que ha logrado construir a “realazos” (por cierto perteneciente éstos a todos los venezolanos), durante estos 16 años de ignominia y violación descarada de los derechos humanos y constitucionales de las mayorías empobrecidas, por las desacertadas políticas anti-humanista de estas mafias de poder “militaristas”, cuyo afán desmedido es conservar el poder por el poder mismo y riquezas mal habidas, en desmedro de los que menos recursos tienen y sufren de hambruna hoy, como los consabidos y al parecer eternos “condenados de la tierra”.
La “sociedad civil” venezolana con estas acciones de lucha en Panamá por el respeto a los derechos humanos y libertad para todos los presos políticos (entre ellos a Leopoldo López y al Alcalde Caracas, Antonio Ledezma) por esta dictadura disfrazada de “caperucita roja”; se le suman a lo ya hecho anteriormente, en el contexto nacional e internacional de desnudar al régimen tiránico ante el mundo y solicitar el cese de la impunidad y proteccionismo vergonzante de lo que hasta ahora ha disfrutado, en abierto desacato a normas constitucionales y de los acuerdos de cumplimiento obligatorio en materia de derechos humanos y derechos ciudadanos. Por lo tanto no se trata de avalar conductas de injerencismo externo pro imperial, sino de la exigencia de que la tiranía respete el estado de derecho nacional e internacional, son pena de atenerse a las consecuencias (sanciones) impuestas por los organismos internacionales y por los países miembros de estos entes supranacionales.
Lo de Panamá no puede considerarse como el epílogo de estas luchas de la “sociedad civil” y disidentes contra la tiranía “comunistoide” “Castro-chavo-madurista”, sino que ésta forma parte de ese eslabón de acciones, que a lo largo de la experiencias históricas en estas lides, deben ser desarrolladas con claros propósitos de lograr el éxito soñado de un país con un cambio hacia un modelo socio-político holístico radicalmente distinto, donde brille el sol de la libertad, la democracia y el progreso para todos,
miércoles, 8 de abril de 2015
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