¡LOS "MALANDROS" SON EL PODER REAL!

Pareciera como nunca antes en la historia de Venezuela y quizás a nivel mundial que una de las máximas de Maquiavelo de que el “fin justifica los medios”, se aplicara con rigurosidad prusiana en esta tierra de libertadores, adónde la increíble imaginación de Kafka de un mundo al revés es superada con creces. Por lo tanto, el hecho insólito de que los “malandros” sean el verdadero poder en este país no debe causar sorpresa alguna, más aun sí todos los indicadores socio-políticos así lo señalan. Partiendo, por ejemplo, de que la élite que desgobierna a Venezuela y sus tutores del “castrismo cubano”, en un alarde de irresponsabilidad sin precedentes, ha venido experimentando socialmente con la “teoría marxista” para sus fines inconfesables de conservar el poder por el poder mismo y privilegios que éste genera, al considerar al “lumpen proletariado” (“malandros”) como su aliado favorito, en este proceso aupado por esta cúpula de poder de estimular a niveles como nunca vistos, la incendiaria “lucha de clases”. Pero, he ahí lo inaudito del “castro-chavo-madurismo”: haber sustituido el protagonismo del “proletariado” (teoría marxista), por el rol protagónico que está asumiendo el “lumpen” (es decir, los “malandros”) en contra de los “capitalistas” (“sector privado” y sus supuestos aliados los “opositores”, “críticos” y “disidentes”).

Por lo tanto, no es casual que los “malandros”, familiares y allegados paralicen una ciudad del país y no pase nada, casi se podría decir con la complacencia de la élite roja rojita que desgobierna y de las llamadas fuerzas del orden policial, militar y “colectivos armados”. Recién en Caracas (Catia) reclusos ubicados en los predios de la PNB, ante la falta de respuestas a una serie de peticiones reivindicativas, en la práctica, ordenaron tomar a la fuerza la entrada y salida de la vía Caracas-La Guaria, trancando y cogestionando a esta ciudad capital. Todas sus exigencias, en un abrir y cerrar los ojos, fueron consideradas y se les dio respuestas inmediatas. Meses antes en Cumaná, los presos recluidos en la sede de la Policía Regional del Estado, hicieron lo mismo al trancar la ciudad por las principales vías de entrada y salida de la Primogénita del Continente. También lograron sus objetivos. En otras ciudades han hecho lo mismo y la historia se ha repetido. Y en contraste, cuando estudiantes, trabajadores, gremios o disidentes han realizado acciones de protesta cívica y apegada a lo establecido en la Constitución Nacional, inmediatamente -el mandamás y acólitos-, los tildan de “subversivos”, “conspiradores” y “enemigos de la Patria”…y la represión salvaje, cárcel, torturas y hasta la muerte de algunos de los participantes no se han hecho esperar. Es obvia la conclusión, sobre de qué lado se coloca la “justicia revolucionaria”.

Pero, otra de las paradojas evidentes y claramente contradictorias de este dizque “liderazgo revolucionario”, es la serie de escándalos de proyección nacional e internacional, adónde aparecen involucrados altos funcionarios del régimen (“malandros de cuello rojo”), por casos de delitos en contra del patrimonio nacional, narco-lavado y violación de los derechos humanos de nacionales. Lo cierto es que, ninguna instancia de los poderes públicos incondicionales a la tiranía ha abierto averiguación judicial alguna, para verificar la autenticidad o no de los delitos señalados públicamente. Al contrario, por declaraciones de los voceros oficiales, en la práctica los liberan de responsabilidades delictuales, aduciendo “conspiraciones” de fuerzas externas e internas. Mientras tanto, florecen como las espumas, los fondos bancarios en cuentas personales e institucionales de dudosa procedencia y fines en bancos de Suiza, Andorra, España, Panamá, Ecuador y EEUU; entre otros. ¡Los malandros (los de arriba y los de abajo) son el verdadero poder en Venezuela! ¿No las vamos a seguir calando? ¿Tú qué opinas y decides: cambio democrático o dictadura?