miércoles, 22 de agosto de 2012

¡REBELIÓN PROLETARIA CONTRA LAS MENTIRAS!

Ya la masa laboral venezolana no se cala más las chácharas mentirosas del candidato “gobiernero”. Lo ha venido demostrando por su creciente descontento y protestas permanentes en los portones de las empresas e instituciones públicas o en las calles del país. El paraíso prometido con la llamada “revolución socialista” fue una gran farsa, porque los trabajadores hoy día viven peor en condiciones y calidad de vida. En las empresas e instituciones administradas por supuestos “socialistas” no se discuten convenciones colectivas, por órdenes expresas del candidato del continuismo, desde hace tiempo y las existentes sus clausulas económicas y sociales son violadas sistemáticamente. Amén de un régimen asfixiante de hostigamiento, persecución y cárcel en contra de los genuinos dirigentes sindicales y de base por reclamar derechos o por disentir de la opinión oficialista.

Por esa razón cuando el candidato dizque “revolucionario y socialista”, a través de su retórica ideopolítica de siempre, pretendió engatusar a la masa laboral de las empresas básicas de Guayana con las viejas promesas incumplidas, éstos de una manera contundente y firme le dijeron que ya basta y lo emplazaron a discutir ya nuevas convenciones colectivas y nuevas formas de la relación obrero-patronales. De allí la interrupción, de una manera brusca, de la Cadena Nacional en ese momento, aún cuando ahora diga que, dicha interrupción, fue por motivos de anomalías técnicas. La clase obrera pues, se sacude así de ese modelo autocrático y “militaroide” de dirimir los grandes asuntos del estado y la sociedad. Y señala el camino democrático y en libertad para discutir y llegar acuerdos o consensos en relación a la problemática laboral o destino de las empresas básicas y rumbo del país. ¡Una verdadera rebelión proletaria contra las mentiras y por exigencias laborales ya!

Cualquier mundano, que relea los discursos y textos del Esteban de Miraflores (véase también la vigente Constitución Nacional) se podrá dar cuenta de cómo se han alejado de los conceptos y principios que pregonaba, especialmente dirigido a los trabajadores y comunidades, por ejemplo, sobre la “participación protagónica”. E incluso los más connotados ideólogos del proceso -Martha Harnecker y Luis Bonilla-Molina- (escondidos hoy o porque el susodicho les instruyó silencio público) repetían en todos los escenarios, que la referida participación la entendían como un proceso consciente y voluntario de los ciudadanos en la toma de decisiones sobre los asuntos que les afecten o involucren. Hoy, esos conceptos y principios, fueron echados al cesto de la basura. El Paradigma socio-político autocrático del régimen cubano, impulsado luego por Fidel y Chávez, es el que prevalece.

Y cómo corolario de esta gira fracasada del candidato del continuismo, desde los escenarios de la Faja Petrolera del Orinoco, anuncia por “n” veces el pago de las prestaciones sociales, bajo la figura de “petrobonos”. La masa laboral tampoco le cree, porque esa riqueza petrolera del Oriente del país, hoy entregada como una torta a gobiernos y países extranjeros, es el símbolo más elocuente de lo que es capaz para retener el poder, sin importarle la suerte del proletariado y mucho menos la soberanía popular, ni nacional. ¡El cambio el 7-O es la salida, no hay otra! ¡Capriles Presidente!

No hay comentarios:

Publicar un comentario