jueves, 23 de enero de 2014

¡ENTRE BANDAS…RUMBO AL BARRANCO!

Aunque parezca insólito hay una intima relación entre el sistema de bandas o control de cambio que acaba de anunciar el inefable zar rojito de la economía Rafael Ramírez y las bandas de carne y hueso que han hundido hasta el foso al país. La trillada dialéctica ha funcionado a la perfección para enriquecer a bandas integradas por altos funcionarios enchufados del régimen y, dejar a una mayoría de pendejos nacionales postrados en la desesperanza y la sobrevivencia con el drama de una vida miserable.

¡No vamos a devaluar gritaba Maduro desde Miraflores hace algunos días. Pero del dicho al hecho hay un largo trecho. Y una mentira más, dejaba al descubierto el por qué lo bautizaron cómo “Mentira Fresca”; al declarar el Ministro Ramírez que, de ahora en adelante, los venezolanos debemos regirnos por un sistema cambiario con una banda que oscila entre 6:30 a 11:36 y mucho más. Es decir la primera opción, para los privilegiados del régimen y sus empresas fantasmas y uno que otro rubro. Y la segunda opción, para los ciudadanos comunes, para los pendejos pues; quienes pagarán más por las tarjetas de crédito, viajes y remesas que hagan con las transacciones en el exterior.

Acuciosos analistas del comportamiento socioeconómico y periodistas serios han publicado – reiteradamente y con lujo detalles- el papel perverso que han cumplido determinados clanes del régimen y de cómo éstos se han convertido en “pudrimillonarios” de la noche a la mañana. Mediante soterrados negocios con “empresas fantasmas”, con los dólares de Cadivi y el Sicad. Son mafias –arguyen- que gozan de un inmenso poder político y económico. El verdadero poder detrás del trono de Miraflores, en contubernio estratégico y verdaderamente antinacional con los hermanos Castro de Cuba. Esas medidas oficiales de devaluaciones constantes, encuentra su fondo de explicación, en la perversidad monstruosa de estos negocios financieros fraudulentos.

Las otras bandas, al otro extremo de la pirámide social, son la de los “buenandros” del régimen, las cuales también disfrutan a sus anchas de las complicidades e impunidades ante la ley y demás controles sociales, por parte de la élite del desgobierno rojo rojito actual. Hasta algunos contenidos de los textos escritos por el fallecido Marx, han sido echados al cesto de la basura por estos infieles y desleales discípulos. Cuando éste alertaba sobre la inconveniencia de darle beligerancia al “lumpen” o “escoria social”, por su alta peligrosidad y porque no responden a la convocatoria del interés colectivo, apego a leyes y normas. El “lumpen” se identifica con el ejercicio del egoísmo delincuencial, a través de cometer fechorías criminales y delitos de toda laya.

Las devaluaciones monetarias de Maduro, ahora con los nuevos sistemas de bandas y las acciones de pillajes de las otras bandas, la de los “buenandros” (de “cuello blanco” y del “lumpen”) son los grandes desestabilizadores del Estado y la sociedad venezolana. Es una mezcla explosiva de gran contenido destructivo, que arroja mayores calamidades sociales y económicas para las mayorías nacionales; por estar asociados a la escasez de productos y servicios, alta inflación, desempleo, devaluación de los salarios de los trabajadores y ese desbordamiento irrefrenable de delitos criminales y en contra de los bienes y propiedades de los ciudadanos. El caos, la anarquía y la ruina del país están vivito y coleando. Se requiere no sólo de un cambio de gobierno, sino de algo más profundo que irrumpa contra un modelo socio-económico e ideopolítico fracasado.

¡La convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, que arroje luces democráticas, constitucionales y pacíficas para salir del abismo, no puede ser descartada por el colectivo nacional! ¡Busquemos la luz del sol para conquistar nuevos amaneceres, cómo aquél glorioso 23 de enero de 1958!


No hay comentarios:

Publicar un comentario