sábado, 28 de junio de 2014

¡DESTRUYERON TODO!…¿Y AHORA QUÉ?

El caudillo fallecido, ya a mediados de los 14 años con el poder absoluto en sus manos, se entregó en cuerpo y alma, a los designios políticos de los hermanos Castro de Cuba, cuyo rumbo fracasado respondía a los manuales “marxistoides” de destruir todo lo que oliera a “capitalismo” (estructura socio-económica y el aparataje jurídico-institucional y lo ideológico-mediático). Por eso las expropiaciones a granel de empresas del campo y la ciudad que se encontraban en manos privadas y haber concentrado esas propiedades en manos del Estado (tránsito, según ellos, hacia el “Socialismo del Siglo XX). Igual hicieron con casi todas las grandes cadenas comerciales y distribuidoras de alimentos, de insumos y equipos de tecnología de punta. Amén de lograr por vía compulsiva o negociaciones secretas las transferencias definitivas al Estado de bancos, empresas básicas de Guayana, Pdvsa, petroquímicas, cementeras, telecomunicaciones, puertos y aeropuertos, medios de transporte, medios de comunicación…y pare usted de contar…

El “Estado soy yo”…era el mensaje claro de Chávez y ahora de Maduro, pero sin que aparecieran por ningún lado (véase la teoría marxista) los integrantes de la clase obrera o el “proletariado” en la vanguardia del proceso. En contraste, se impuso una nueva clase oligárquica de poder, integrada por la boliburguesía y enchufados privilegiados del campo cívico-militar (PSUV), en una alianza férrea con algunos Gobiernos chulos de América Latina y los imperios de China y Rusia, cuya dependencia económica-militar vergonzosa palidece ante la otrora dependencia colonial de España y posterior neocolonialismo de EEUU.

Y paralelamente esta nueva élite totalitaria de poder, se encargó con esa rigurosidad de “copiones” del paradigma cubano, de colocar todo el aparataje institucional, jurídico, político y mediático a la entera disposición del Estado omnipotente y ahora dictatorial, pasando por encima de la vigente Constitución Nacional que dictamina todo lo contrario, por aquello de sostenerse bajo los parámetros de valores principios y normas democráticos. Pero burlan el Estado de derecho constitucional al colocar todos los poderes públicos y gama de leyes (las Habilitantes, por ejemplo) al servicio absoluto del mandamás de Miraflores y del "Comando Cívico-Militar Nacional de la Revolución".

La actual Constitución de la República es letra muerta. Y es deformada y violada al utilizarla como instrumento de persecución ideopolítica o atentar contra los derechos humanos y ciudadanos. Una muestra inequívoca: los asesinatos monstruosos, torturas y cárcel contra los estudiantes y disidentes que protestan cívicamente en las calles de Venezuela. O cuando el poder monopólico y mediático del Estado se emplea para garantizar los mensajes parcializados de los amos del poder o para ideologizar a la población en razón de la prevalencia del pensamiento único, las mentiras y manipulaciones de la trilogía infernal: Estado-Gobierno-PSUV.

Paradójicamente hoy, bajo la visión “gatopardiana: cambiaron todo para no cambiar nada. Porque en el presente, Venezuela es un verdadero desastre y caos nacional en lo económico, social, político, institucional y ético. El fracaso de este modelo totalitario, como en la Cuba de los Castro, es una realidad indiscutible: más pobreza, ruina, miseria y ausencia absoluta de libertad, democracia y derechos humanos…¿Y ahora qué, señor Maduro?...O mejor…¿qué estamos haciendo cada uno de los venezolanos para salir de este infierno?

No hay comentarios:

Publicar un comentario