domingo, 29 de junio de 2014

¿“OLIGARQUÍA MILITAR” HACIA EL CONTROL ABSOLUTO?

Pensar que el caudillo militar fallecido no ha tenido nada que ver con el actual desastre por el cual atraviesa Venezuela, sería pecar de una ingenuidad increíble. Él fue el padre de esa criatura y de la hoy “oligarquía militar”, protagonista indiscutible de este infierno. El “Comandante Supremo” se formó dentro del componente militar y bajo la doctrina del “mando y obediencia vertical”, sin ningún apego a valores y principios democráticos. En entrevistas por diversos medios de comunicación o en sus peroratas por los famosos “Aló Presidente”, Chávez, siempre reiteró su simpatía por los escritos militares de Mao Tse Tung, Che Guevara, Clausewitz, Fidel Castro o de Claus Héller, con los dizques contenidos de los “militares como agentes de cambio social”.

Nunca negó que esa formación militar y su diagnóstico sobre la “enfermedad de la “democracia representativa”, fueran sus fuentes de inspiración para promover y ejecutar el “Golpe Militar” del 4 de febrero del 92 y; posteriormente usando las rendijas de los procedimientos democráticos alcanzar el poder político por la vía electoral. A partir de esa etapa, con la complicidad de “tirios y troyanos”, se fue conformando la actual “oligarquía militar” que desgobierna al país. Maduro sólo ha seguido este rumbo heredado, pero con el ropaje maquillado y engañoso entre lo “cívico” y lo “militar”. O al revés. Con la añadidura de esa prédica constante del caudillo muerto y ahora de sus congéneres de que la “revolución será pacífica” (uno entiende, sí se acepta todo lo que ellos hagan sin chistar) o será con el concurso de las armas de los “revolucionarios” con uniforme (militares) o sin uniforme (colectivos). ¡Una Dictadura, pues!

No obstante, la promesa de acabar con los “viejos vicios” de los períodos democráticos, se quedó en el limbo o mejor en el infierno de este proceso ya harto de perversidades, caos o desastre que se observa a lo largo y ancho del país en todos los órdenes. La trilogía (Gobierno, Estado, Psuv) se ha encargado de fortalecer el poder militar, porque está consciente de la pérdida de base popular, por las protestas cívicas ante la falta de respuestas para satisfacer las demandas sociales cotidianas o, porque la represión criminal es lo único que les queda para tratar de mantenerse en el ejercicio del poder; después de 16 años de retórica vacía hacia un supuesto “paraíso terrenal”, que no ha aparecido nunca en el horizonte.

Así mismo, en las esferas de la élite de poder, se construyeron verdaderas mafias, en los cuales brillan miembros del estamento militar que, se nutren de privilegios y negocios de toda laya, en su articulación con el Estado todo poderoso y la inmensa riqueza petrolera, que ha hecho generar hasta el pecado terrenal de la envidia en sectores disidentes del “chavismo” (bautizados como los “dinosaurios”), cuya corresponsabilidad con el grave drama que padece la República, no les exime de futuras acciones sancionatorias con la justicia.

Esta “oligarquía militar” pro cubana no cesa en su afán de atornillarse en el poder, al símil de las otrora dictaduras criminales del “Cono Sur” o de la Cuba del régimen Castrista. Esa es la razón de fondo de la reciente Ley de Registro y Alistamiento Militar, que está orientada al fortalecimiento de un sistema de control de los ciudadanos y para tratar de silenciar la disidencia.
Ojalá se logre ese despertar colectivo de la mayoría de los venezolanos, no sólo en el plano del “descontento” ante la crisis (que es un hecho reflejado por las encuestas y la calle); sino con una abierta oposición beligerante y combativa anti-dictadura. ¡Tarea unitaria pendiente para salir del oscurantismo!


No hay comentarios:

Publicar un comentario