martes, 30 de septiembre de 2014

¡AL RÉGIMEN SE LE CAYÓ LA HOJA DE PARRA!

Mientras la canasta básica para los venezolanos se incrementó un 188% en este periodo y con claras posibilidades de pasar por encima de esa cifra de aquí a diciembre, 2014 y; con la seria amenaza de agravarse la escasez de productos primordiales de alimentos y medicinas para la vida de todos; el desgobierno de Maduro en una demostración indiscutible de encontrarse de espalda a la infernal crisis que padece el país, derrocha a granel los recursos patrimoniales de la República, en pagos desmedidos en millones de dólares en viáticos para él, para su frondosa comitiva de 170 “enchufados” y para hacer propaganda internacional a favor del régimen (dado a su reciente viaje al propio seno del odiado “imperialismo gringo”). Y no satisfecho con ese derroche saudita, prometió –además- “ayudar con programas sociales” al barrio Bronx de Nueva York. Amén de la donación de 5 millones de dólares a África para combatir el ébola. ¡Record Guiness en tales despropósitos -diría uno- ante un país sumido en la más espantosa crisis nacional, de la cual se tenga conocimiento históricamente!

A lo anterior se le suma: la presencia inocultable de graves epidemias de dengue y chikungunya, con su secuela de muertos y entre 65000 a 110.000 personas infectadas, una de las cifras records y de liderazgo en América Latina. Sin duda, que éstas se pudieron haber prevenido y controlado, mediante la organización y ejecución de campañas socio-sanitarias, educativas y los correspondientes cercos epidemiológicos. Pero el desgobierno sólo se ocupa de la politiquería barata, para engañar incautos o para reprimir a la disidencia, en sus más variadas expresiones. Así mismo, la publicitada “guerra bacteriológica” y “secretismo informativo” para paliar el impacto negativo de las epidemias mencionadas, fueron hechas para tapar la incompetencia oficialista en materia de salud pública.

Verbigracia la violación descarada del derecho constitucional a la salud y a la vida de la población y -no se diga- de la aplicación de un conjunto de protocolos de salud certificadas por la OMS/OPS para atender estas epidemias y sobre el reporte adecuado de las cifras rojas en morbimortalidad por estas causas. También, la falta servicios de agua en millones de hogares venezolanos, los promontorios de basura por doquier o el colapso del sistema de cloacas, se convierten en testimonios irrefutables en pro de las endemias señaladas; que tienen -además hoy- de ser caldo de cultivo idóneo para se queden en las zonas marginales, como flagelos de arraigo por muchos años. El ascenso de la pobreza, con sus enfermedades asociadas, dejará pues al descubierto, la desnudez del cacareado y falso “Socialismo del Siglo XXI”.

No hay una varita mágica para salir de este túnel oscuro y de incertidumbre luciferino, pero todos los nacionales debemos saber –a esta altura del juego- que sin lucha, organización, unión y perseverancia jamás hallaremos la luz resplandeciente de la libertad, la democracia, la justicia y el progreso individual y colectivo. ¡Tú decides!

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