domingo, 5 de febrero de 2017

4F: ¡GOLPE AL VACÍO!

Si algo han sabido hacer el castro-chávez-madurista es su enorme capacidad para mentir, manipular, desinformar, tergiversar y cambiarle los nombres a todo. Por eso los hechos históricos los cambian a cada rato, sin escrúpulo alguno y sin por supuesto, escuchar, analizar y considerar el contenido de lo dicho y estudiado por los historiadores, académicos y analistas sobre el tema. Colocan así los hechos históricos con la camisa de fuerza y gríngola ideopolítica “comunistoide”, distante de la realidad, la verdad y la razón. Por eso para ello aquél 4F no hubo un “golpe militar”, sino una “rebelión o insurrección cívico-militar”. El propósito de esa postura es la de tratar de despojarse del remoquete de “golpistas”, cuestión por demás evidente y porque este calificativo lo han intentado trasladar insistente y mediáticamente hacia los “opositores y críticos”, para justificarles cárcel, represión y torturas.

Por ello, en estos días, hasta los mismísimos representantes de la Iglesia Católica, han tenido que soportar dichos calificativos de “golpistas y conspiradores”, provenientes de los “laboratorios sucios” de estas genuinas castas de poder militar-cívico y sus consabidos acólitos, que desgobiernan a esta República arrasada. De esta manera, el neofascismo tropical, encuentra asidero y terreno abonado para reproducirse, como las hierbas malas, en los jardines hermosos donde están sembrados los espíritus eternos libertarios y del ejercicio plural del pensamiento e ideas consustanciales con el paradigma democrático.

No obstante, la realidad es terca y obstinada, porque se distancia de las mentiras y manipulaciones y porque resulta insostenible negar lo del “Golpe militar del 4F” y, más aún negar esta verdad del presente de la presencia incuestionable del poder en Venezuela, de un grupete de sátrapas de bayonetas uniformadas, que aliados con determinados serviles del mundo civil, configuraron unas castas de poder que, direccionadas políticamente por el castrismo cubano, mantienen este Frankenstein totalitario del hambre, la carestía de productos básicos y servicios, la inseguridad infernal; las muertes constantes de mengua de nacionales por falta de medicinas, equipos e insumos médicos; el empobrecimiento generalizado, la ruina y caos reinante en el país.

Amén del despojo arbitrario a los ciudadanos de sus derechos humanos, derechos constitucionales y derechos políticos enmarcados en un modelo de sociedad, donde imperé las banderas de la libertad y la democracia. ¡Golpistas, déspotas, fascistas, “militaristas” y tiranos sí lo son! ¿Quién lo duda todavía?





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