jueves, 5 de abril de 2012

INSEGURIDAD ALIMENTARIA

El Cristo Redentor dio ejemplo a la humanidad entera de cómo multiplicar los panes y de que éstos alcanzarán para todos. Muchos países en el presente han logrado importantes avances en materia de Seguridad Alimentaria que satisfacen las necesidades de sus habitantes; pero otros presentan cuadros dramáticos de hambrunas que enferman y matan por miles de personas, que hoy claman al cielo para saciar esta necesidad vital. Los cuadros estadísticos que manejan la ONU, organismos y ONGS internacionales dan fe y evidencias de los graves padecimientos en hambrunas de seres humanos en todo el planeta.

Y desde el cielo o dónde quiera que esté Cristo, el hijo de Dios, sigue tendiendo su mano milagrosa para que los hombres se ocupen de hallar el camino de construir para la vida y no para la destrucción de ésta, a través de conflictos armados, guerras inútiles o la utilización de inmensos riquezas para el derroche, corrupción o todo aquello relacionado con lo insulso y lo no prioritario socialmente.

En este contexto, la careada Seguridad Alimentaria en Venezuela sigue siendo una quimera, porque no hemos logrado materializar el contenido de aquella vieja conseja de uno de los más ilustres intelectuales del Siglo XX, Arturo Uslar Pietri, de “sembrar el petróleo”. Hoy en día con la actual producción de alimentos, pregonada como palanca sustancial del desarrollo del país; no se han logrado los objetivos, ni las metas oficiales para dejar atrás la importación extraordinaria de éstos a un sinnúmero de países del mundo, que son los que medianamente satisfacen el hambre a los 27 millones de venezolanos.

La propaganda oficial Goebbeliana (“Principio de la unanimidad”) se ha encargado de tratar de “meternos gato por liebre”, de que vivimos en un paraíso terrenal donde los venezolanos tenemos garantizados los alimentos necesarios en cantidad, calidad y precios aceptables, a través de los diferentes organismos del Estado creados para estos fines, junto a sus programaciones frecuentes de impacto mediático-político, especialmente en el lapso de las campañas electorales.

La pretensión de esta propaganda al estilo del Goebbels nazi-fascista (“Principio de Transposición”) es que los venezolanos carguemos la responsabilidad del estruendoso fracaso de sus políticas en “Seguridad Alimentaria” en los productores, dueños de tierras productivas, empresarios del campo, comerciantes de productos y servicios agropecuarios y, en los trabajadores del campo.

Por eso, para distraer y tapar sus responsabilidades de haber “puesto la torta” en esta materia: expropian, intervienen y despojan a la fuerza- de propiedades y bienes- a quiénes sí tienen una tradición de trabajo productivo y verdadera “siembra del petróleo” para la vida, superación, bienestar y progreso de los nacionales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario