lunes, 2 de abril de 2012

“MALANDROS” TARIFADOS POR EL ESTADO

Jamás pensó Marx que el “lumpen”, ese término usado por él en el contexto de su teoría socio-filosófica, para definir a aquellos sectores sociales, ubicados por “debajo del proletariado” por sus condiciones de trabajo y vida; integrado por “desclasados no organizados” o que, para subsistir desarrollan actividades al margen de la ley y, útiles según él a los “intereses de la burguesía” y a la “dominación capitalista”; Esteban y la élite que lo acompaña en el poder en Venezuela, los convertirían a una porción de ellos, en simples peones tarifados del Estado capitalista para estimular la “lucha de clases”, a la usanza al revés de ese viejo concepto que integra el decálogo del ideólogo alemán.

Sin duda, una maquiavélica y clara estrategia política-electorera con este “lumpen” de los “malandros” del país, como “tontos útiles” o pieza importante para aferrarse al poder, donde esa casta de privilegiados rojitos, emplea a fondo todos los recursos del Estado: financieros, misiones sociales (“Misión Maíta”), contrataciones especiales con los Pranes para el “trabajo sucio” en contra de opositores o protección de territorios sociales afines al “proceso”(“La Piedrita” en el 23 de enero); hasta la aplicación de medidas de excepción para dejar en libertad a miles de ellos, que se encontraban en las cárceles del país privados de libertad, al estar condenados por asesinatos, agresiones físicas, violaciones, apropiaciones indebidas o su participación de siempre en el mundo infernal del negocio de las drogas. El fin justifica los medios. Valores, principios, moral y ética “revolucionaria”; pues, a la basura.

Quizás Chávez, utilizando la tesis de Bakunin, contraria a la tesis de Marx del “lumpen contra -revolucionario” participa del “experimento social” en Venezuela, con aquello de que las “revoluciones la hacen las gentes con el demonio adentro”. Es decir, en el sentido de Bakunin, “odio y rabia al sistema por los estratos sociales más oprimidos”. El “sujeto social de la revolución” entra, entonces, a reavivar esta vieja discusión de neto corte marxista. Pero al mismo tiempo –reflexiona uno- los ciudadanos de carne y hueso seguimos siendo “conejillos de india” de estos ensayos, los cuales para mí, no tengo la menor duda, también tienen en sus ideólogos y promotores principales a “Los Castros de Cuba”.

Por otra parte, en Venezuela hay una realidad innegable, para que el “chavecismo” de poder privilegie al “lumpen” como “sujeto social revolucionario”; la clase obrera está descontenta e indignada, pero en contra del sistema de explotación y desconocimiento de sus derechos laborales y sociales por parte del Estado-patrón-capitalista representada por Chávez. La vitrina está allí a los ojos de todos: las protestas diarias en las calles por la masa de asalariados de empresas, organismos e instituciones del Estado. Por eso, que no nos quede duda, el “lumpen” o los “malandros" ya pasaron a formar parte protagónica de esta dizque “revolución bonita”. ¡Que Dios nos agarre confesados!


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