sábado, 31 de marzo de 2012

DEGRADACIÓN DE LA ÉTICA POLÍTICA

Si no entendí mal, a lo largo de los años, en el seno de la familia, la escuela, con el abrazo de la religión cristiana e incluso en esa praxis socio-política universitaria y post-universitaria “revolucionaria”; los procesos transformadores y radicales no podían alcanzarse por medios inmorales, ni el “fin justificaba los medios”. El fin debía lograrse por medios legítimos, elevando siempre la conciencia social y moral. Se debía actuar con ética siempre. Aún cuando ¡vaya paradoja! No sé por qué (¿dogmatismo?) hubo un clima de benevolencia con los cuestionados e inaceptables procedimientos de un Stalin o de un Fidel en materia de derechos humanos.

Dirán -los “sabe lo todo”- que el pragmatismo y la filosofía de Maquiavelo ha hecho mucho daño a la ética política “revolucionaria” en Venezuela, por qué cómo se explica las contradicciones del Chávez del discurso humanista mediático de todos los días y al mismo tiempo, con ese verbo encendido lanza “sapos y culebras” en contra de los adversarios políticos . Y en menos tiempo de que “canta un gallo” manda a perseguir, acosar, encarcelar o a expropiar lo bienes y propiedades del ciudadano de sus caprichos del momento, en el escenario del teatro de una “cadena nacional”. Por cierto, ¡vaya sorpresa! ¿No será la misma benevolencia anti-ética demostrada con Chávez, igual a la praxis socio-política cuestionada en materia de derechos humanos cómo la de Stalin y Fidel?

Pero esa ética en el sentido cristiano, también encuentra sus tremendos tropezones, cuando un Chávez venido a menos por el peso de la enfermedad del cáncer y, quizás por los “dolores” que siente en su conciencia ante su pésima gestión de gobierno; acabando de recibir la bendición Papal, en una ceremonia privada en la Habana de sus amores patrios; ya de regreso al país, en otra más de sus interminables cadenas mediáticas; volvió con sus ataques despiadados a sus adversarios políticos, con nuevas amenazas del despojo de bienes y propiedades a ciudadanos nacionales.

Y con mayor énfasis de ataques endemoniados hacia un nuevo disidente, El Gobernador “Gato Briceño” de Monagas, quién por cierto, está siendo sometido a un brutal “golpe de Estado”, porque dejó como reliquia de museo, el color rojo del uniforme “revolucionario”, a propósito de identificarse con los intereses de su pueblo, ante el derrame petrolero y contaminación del agua del Río Guarapiche.

De este modo en la Venezuela de la élite gobernante “revolucionaria” de hoy, la ética en política no tiene cabida, la arropó el monstruo de la Metamorfosis de los sueños idílicos de Kafka; a tal punto que se premia a la incondicionalidad y la lealtad hacia el infierno de una nación en caos y casi en ruinas; mientras a los que piensan distinto, somos sometidos a las cruzadas de los caza herejes. Pero la ética autentica, la que no debemos dejar a un lado jamás los venezolanos, seguirá brillando como el sol hermoso de cada día.


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